La bella Ucrania en cuatro etapas
De la capital, Kiev, a la sure?a costa de la pen¨ªnsula de Crimea
La revoluci¨®n naranja ha logrado que sepamos situar Ucrania en los mapas, un pa¨ªs grande y f¨¦rtil que mira hacia Occidente tratando de alejarse de la herencia sovi¨¦tica, una tierra tranquila y poco conocida, interesante y atractiva. Un pa¨ªs con forma de ojo del que cae una l¨¢grima: Crimea. Un lugar donde el viajero no suele cruzarse con sus iguales y, sentado ante un gran vaso de cerveza, debe elegir al azar en una carta que muestra un men¨² en cir¨ªlico, el alfabeto que comparte con Rusia y Bulgaria.
Tras declarar el dinero y que no se porta material radiactivo, la salida del aeropuerto de Kiev lleva al pasajero por un pasillo de gente seria pero respetuosa. Despu¨¦s, el exceso de trabajadores en el hotel Kozatsky recuerda un pasado no tan remoto y da una primera impresi¨®n, equivocada, de lo que es Ucrania hoy. El car¨¢cter algo seco de los ucranios va suaviz¨¢ndose al acercarnos al sur, desapareciendo a orillas del mar Negro. Recorramos Ucrania en cuatro etapas, merece la pena y es seguro. Y barato.
El paseo mar¨ªtimo que recorr¨ªa la dama del perrito en el cuento de Anton Ch¨¦jov. La escalinata donde se rod¨® 'El acorazado Potemkin'. Y otras muchas referencias a la cultura y a la historia.
KIEV
Orgullosamente comparada por algunos ucranios con Madrid, con la que comparte cierto grandioso parecido, constituy¨® con Mosc¨² y San Petersburgo uno de los v¨¦rtices del tri¨¢ngulo hist¨®rico. Ciudad verde, llena de parques como bosques y, al igual que aqu¨¦llas, con estaciones de metro como palacios. Dotada de un casco antiguo amplio y asequible, reconstruido tras la ll Guerra Mundial, de grandes avenidas como la Ulica Kreschatyk, la calle mayor donde pasear entre m¨²sicos, tiendas, restaurantes y puestos de helados, desde la plaza de la Independencia hasta la estatua de Lenin, que nos observa desde arriba y nos indica el parque del poeta nacional Taras Shevchenko, junto a la universidad, en cuyos rincones se agrupan jugadores de ajedrez y grupos de amigos para tomarse unas cervezas.
El centro de la visita a Kiev, a Ucrania, el primer paso, es la catedral de Santa Sof¨ªa, con sus c¨²pulas verdes en un recinto amurallado frente a la plaza donde est¨¢ el monasterio de las C¨²pulas Doradas. Grandes espacios, iconos ortodoxos, antes de llegar a la cercana iglesia de San Andr¨¦s, con la hermosa y bulliciosa cuesta adoquinada donde tomarnos nuestra primera sopa de remolacha, fr¨ªa o caliente.
LVOV
Ah, Lvov, el elegante descuido, la ciudad que ha pertenecido a varias patrias, donde preferir¨¢n (no en el resto de Ucrania) que no hablemos ruso, cercana a la frontera polaca, la hermosa decadente con un grandioso teatro donde pasar una tarde inolvidable de ¨®pera desde dos euros (F¨ªgaro, F¨ªgaro, F¨ªgarooooo) mientras fuera seguramente llueve. Innumerables terrazas, plazas y tranv¨ªas de colores ideales para perdernos y volver a ubicarnos, de calles de piedra y esculturas de poetas ucranios y polacos (el escritor polaco Stanislaw Lem, sin ir m¨¢s lejos, naci¨® en Lvov, donde ejerc¨ªa como arquitecto el cazanazis Simon Wiesenthal, quien manten¨ªa que sobrevivir es un privilegio), de un esplendor antiguo, bello, de calles llenas de gente silenciosa, con un parque central donde se arremolinan las novias fotografi¨¢ndose ante la Virgen, con su hotel George, donde se reun¨ªan los arist¨®cratas desde el siglo XIX, en pleno centro, barato, se?orial, desde donde saldremos a la ciudad bajando las amplias escaleras jugando a que somos sobrinos del zar, ?ay como lleguen los bolcheviques! Y en la calle, antes de perdernos de nuevo, dejar que la se?ora de la esquina nos diga nuestro peso por un grivna, y buscar la catedral armenia, y sus alrededores, para imaginar -es tan f¨¢cil- que estamos en la Edad Media.
YALTA
La m¨ªtica ciu- dad de ba?os y descanso de todas las Rusias, en la costa de Crimea; la regi¨®n prorrusa que quiso ser independiente, de gente por fin alegre y dicharachera, por cuyo paseo mar¨ªtimo camin¨® la se?ora del perrito del famoso cuento de Ch¨¦jov (nacido en Ucrania; como Gogol -creador del m¨ªtico Taras Bulba-, a quien leen los personajes del primero), el maestro Ch¨¦jov, con casa-museo sobre la bah¨ªa de Yalta, donde el embarcadero de Lenin constituye el centro de la ciudad, comienzo de un largo paseo mar¨ªtimo recorrido por turistas ucranios y rusos, sin perrito, que pueden comer y comprar y hacerse fotos con un caim¨¢n o una iguana o un b¨²ho, o con un par de hermanas gemelas en ropa interior o disfrazados de moteros o de zares, o bailar al ritmo del pinchadiscos que convierte en una pista el embarcadero a la sombra de la estatua de Lenin, tomar otra cerveza, otro vaso de vodka con una empanadilla grande, ver pasar los inveros¨ªmiles coches de lujo, los anuncios de los espect¨¢culos de destapes. Y durante el d¨ªa, las playas de piedra, de agua salada, tibia, limpia.
ODESA
Si Ucrania se debate entre Oriente y Occidente, sin duda es Odesa -el puerto m¨¢s importante de Ucrania- la m¨¢s occidental de sus ciudades. Si Kiev puede ser comparada con Madrid, Odesa lo ser¨ªa con Barcelona. Anchas calles arboladas, r¨ªos de adoquines paralelos a otras calles que forman cuadr¨ªculas que facilitan la orientaci¨®n y hacen muy agradable el dulce paseo por la sombra de estas calles. Parques que desembocan en un moderno centro comercial: el orgullo de la ciudad. Igual que en el resto de Ucrania, encontramos multitud de teatros, como el de la ?pera: uno de los mayores del mundo, este a?o cerrado por restauraci¨®n. Sigue atrayendo a turistas ucranios y extranjeros la escalera que inmortaliz¨® Eisenstein en El acorazado Potemkin. Seguro que acabaremos baj¨¢ndola y recordaremos sobrecogidos la secuencia del cochecito. Y luego subi¨¦ndola de nuevo, pero nos detendremos en un parque, y en uno de los puestos compraremos una matrioska que envuelve a otra y a otra. Y a nosotros.
Pablo Aranda (M¨¢laga, 1968) es autor de la novela El orden improbable (Espasa)
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos- Documentaci¨®n: pasaporte. Los ciudadanos de la UE no necesitan visado para viajar a Ucrania.
C¨®mo ir- Iberia (902 400 500; www.iberia.com) tiene vuelos directos entre Espa?a y Kiev. El precio de un billete de ida y vuelta, con salida desde Madrid, es de 480 euros, tasas y cargos incluidos.- Alitalia ofrece vuelos de ida y vuelta a Kiev, con escala en Mil¨¢n, por 427 euros, tasas y cargos incluidos.- Politours (www.politours.es y en agencias) organiza un crucero fluvial de 12 d¨ªas (11 noches) por el r¨ªo Dni¨¦per, entre Kiev y Odesa, con escalas en Kaniv, Kremenchug, Zaporozhie, Kherson y Sebastopol. Desde 999 euros por persona, m¨¢s 120 euros de tasas. Con vuelos de ida y vuelta desde Madrid, traslados y pensi¨®n completa.- ICU (www.icu.es y en agencias) programa viajes de 10 d¨ªas a Mosc¨², San Petersburgo y Kiev. Los precios para el verano de 2006 est¨¢n por determinar (en 2005 costaban 2.350 euros, con vuelos, traslados, visitas y pensi¨®n completa).- Catai (www.catai.es y en agencias) ofrece combinados de vuelos directos desde Madrid o Barcelona, traslados y dos o m¨¢s noches de hotel en Kiev, desde 842 euros por persona; cada noche extra, 63 euros.- www.embucrania.org.es.
I. M.
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