De la pastilla a los caldos
Las sopas l¨ªquidas tiran del crecimiento de Gallina Blanca
La liquidez ha cambiado la cara de Gallina Blanca. A la par que lidera todas las categor¨ªas de producto en las que participa, las novedades que ha ido lanzando en los ¨²ltimos cinco a?os, y muy especialmente las sopas l¨ªquidas, han tirado del crecimiento de la empresa, hasta representar hoy m¨¢s de un cuarto del negocio, que en 2005 alcanz¨® en Espa?a los 261 millones de euros.
Gallina Blanca est¨¢ orientada al cliente. Invierte el 3% de su facturaci¨®n en I+D y el 1% en explorar el mercado espa?ol
El crecimiento es apenas significativo respecto al ejercicio precedente, cuando factur¨® 258 millones de euros, debido a la disminuci¨®n de las exportaciones desde Espa?a en beneficio de filiales en el exterior y a que ha dejado de comercializar algunos productos refrigerados, como tortillas, explica Jordi Franch, nuevo director de Gallina Blanca en sustituci¨®n de Artur Isern, que en enero ascendi¨® al puesto de consejero delegado.
Franch siente una "responsabilidad especial" por gestionar la cabecera del grupo Agrolimen, el "patrimonio de una compa?¨ªa": una marca con casi 70 a?os entre los consumidores. Levantado en 1937 por Llu¨ªs Carulla tras el ¨¦xito espectacular de Avecrem, Agrolimen es un hoy un conglomerado de cuatro patas: adem¨¢s de Gallina Blanca, est¨¢n Affinity (comida para mascotas), Arbora & Ausonia (higiene) y Eat Out (con varias cadenas de restauraci¨®n).
El nuevo director general no pesta?ea a la hora de reconocer en la innovaci¨®n el motor de crecimiento de los mercados de consumo. As¨ª ocurri¨® anta?o con las pastillitas de caldo, y el ejercicio pasado, cuando los nuevos productos aportaron el 12% de la progresi¨®n de la compa?¨ªa.
"Cualquier gama de productos se puede reinventar. Nadie cre¨ªa que el segmento de las sopas preparadas pod¨ªa crecer, y hoy estamos hablando de un mercado superior a los 60 millones de litros que hace cinco a?os no exist¨ªa".
El secreto no es otro que estar atento a las necesidades del consumidor, escucharlo y saber interpretarlo. Gallina Blanca est¨¢ orientada al cliente. Invierte el 3% de su facturaci¨®n en investigaci¨®n y desarrollo (I+D) y destina un 1% s¨®lo a explorar el mercado espa?ol.
Fruto de ese esfuerzo son los caldos l¨ªquidos caseros y Bb (en vaso individual para calentar en microondas y beber directamente), pensado para m¨¢quinas expendedoras. "Para atacar canales nuevos de consumo se necesitan productos adecuados", explica el director general.
Gallina Blanca ha transformado su portfolio de productos en los ¨²ltimos a?os. "Hemos cambiado como lo han hecho los consumidores; los cambios de h¨¢bitos tambi¨¦n son fuente de grandes oportunidades si se saben detectar a tiempo", sentencia Franch.
Acuerdos, salarios y absentismo
"Gallina Blanca siempre se ha caracterizado por llegar a acuerdos con los trabajadores satisfactorios para ambas partes". Jordi Franch intenta as¨ª quitar hierro al enfrentamiento de la empresa con los sindicatos acerca de la negociaci¨®n del pr¨®ximo convenio colectivo, para dos a?os. "Estas cosas forman parte de la negociaci¨®n", insiste Franch.
La direcci¨®n de Gallina Blanca propone una bajada salarial del 3%, adem¨¢s de eliminar un art¨ªculo del convenio colectivo que establece complementos a las bajas por incapacidad temporal. Dicha medida responde a su deseo de "mantener la plantilla en un sector cada vez m¨¢s competitivo" y de reducir el absentismo, asegura.
Los niveles de ausencia rondan el 11%, seg¨²n la empresa, una cifra "muy superior a la media del sector industrial, que es del 4,5%", mientras que los suplementos a las bajas eran considerados "complementos econ¨®micos que la compa?¨ªa ven¨ªa aplicando para cubrir el 100% de los salarios". Las centrales exigen datos que lo corroboren y un an¨¢lisis sobre sus causas.
La compa?¨ªa asegura que los sindicatos reclaman un incremento salarial "del 15% anual por todos los conceptos, es decir, netos" para los pr¨®ximos dos a?os, aumento que Gallina Blanca considera "totalmente excesivo e inadecuado".
El convenio de Gallina Blanca afecta a los trabajadores de la planta original de Sant Joan Desp¨ª (Barcelona) y a los empleados de las divisiones de administraci¨®n y ventas, pero no al resto de f¨¢bricas de Espa?a: Barcelona, Huesca, Teruel y Burgos. Gallina Blanca tiene 1.500 empleados, 900 en Espa?a.
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