Los padres y el secreto
La mayor parte de las familias de ni?os seropositivos prefiere ocultar esta circunstancia en el colegio y a los parientes
Teresa Rodr¨ªguez dio a luz a su hijo Jorge hace 14 a?os. Uno m¨¢s tarde, se enter¨® de que tanto el ni?o como ella eran seropositivos. Su pareja la hab¨ªa infectado antes del embarazo. El principal problema que han tenido es la discriminaci¨®n, no la salud. "A Jorge lo tuve que cambiar de colegio despu¨¦s de que una madre del APA [Asociaci¨®n de Padres de Alumnos] viera que era seropositivo en unos papeles que present¨¦ para pedir una beca", explica. Se enteraron los compa?eros. "Le llamaban sidoso y nadie quer¨ªa jugar con ¨¦l", relata. "Incluso una de las profesoras le dec¨ªa que no deb¨ªa estar all¨ª, que se fuera a una escuela especial".
En el nuevo colegio, vuelta a empezar con lo mismo. "Los alumnos se acabaron enterando, pero los profesores lo cortaron de inmediato y les llamaron la atenci¨®n", narra la madre. "Ahora ya est¨¢ bien y tiene amigos". Teresa Rodr¨ªguez, a diferencia de la mayor¨ªa de los padres, no duda en identificarse. "Yo no tengo nada que ocultar y mi hijo tampoco", reivindica. "No hemos hecho nada malo".
Los padres no suelen contar a sus hijos que tienen el virus hasta la adolescencia
Pero es una posici¨®n poco usual. La mayor parte de los padres cree que el silencio protege a los ni?os frente a la exclusi¨®n. Daniel es el nombre ficticio del padre de un chaval de 13 a?os con VIH al que adopt¨® cuando ten¨ªa cuatro. Asegura que "la sociedad espa?ola est¨¢ llena de prejuicios". Y tiene pruebas. Varios amigos muy cercanos, con hijos, han dejado de relacionarse con su familia despu¨¦s de enterarse de que el chico era seropositivo. "Uno de ellos dej¨® al ni?o plantado con dos entradas para ver al Madrid", relata. "La explicaci¨®n que le dio a otro amigo com¨²n fue que no quer¨ªa correr riesgos". Por este motivo, muchos padres no lo dicen en el colegio y a veces, ni siquiera a la familia extensa. Cuando el ni?o se va de campamento, se miente sobre la medicaci¨®n. "Yo quitaba la etiqueta del envase de las pastillas, para que no se enteraran", reconoce Daniel.
La desinformaci¨®n sobre el VIH alcanza muchas veces incluso a los profesionales sanitarios. Ana Ruth Bernardo, de CESIDA (Coordinadora Estatal de VIH-sida) explica lo que le ocurri¨® a una ni?a de 14 a?os que cont¨® en el colegio que era seropositiva: "Una fisioterapeuta de su escuela se neg¨® a trabajar con ella pensando que se pod¨ªa contagiar". Otro caso reciente: "Una mujer me cont¨® que, justo despu¨¦s del parto, una enfermera le dijo: 'T¨² tienes VIH y tu ni?o tambi¨¦n; van a venir los asistentes sociales y si quieres lo puedes dar en adopci¨®n'", relata la psic¨®loga Inmaculada Gim¨¦nez. "?C¨®mo se puede ser tan bestia?".
Frente al estigma, el secreto. "Yo no quiero asumir el riesgo social que corre mi hijo si lo hago p¨²blico", zanja un padre.
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