Hablando de ¨¢rboles
La pol¨¦mica suscitada estos d¨ªas en el Prado ha hecho que mucha gente se echara a la calle para apostar por la ecolog¨ªa, la belleza y la vida. Me hizo recordar lo mal que solemos tratar en nuestro pa¨ªs a los ¨¢rboles.
Hace dos a?os realic¨¦ el Camino de Santiago desde M¨¦rida (V¨ªa de la Plata) desvi¨¢ndome por Puebla de Sanabria (variante sanabresa o moz¨¢rabe). En los m¨¢s de setecientos kil¨®metros que hice durante aquel buen mes, pas¨¦ por muy pocos enclaves de valor bot¨¢nico semejante a aquel que se halla en el Camino previo a la llegada al lugar de Lubi¨¢n (Zamora). Entre aquellos casta?os centenarios de tronco hueco y robledales umbr¨ªos y frondosos tuve incluso la fortuna de ver varios corzos, y el conjunto me sorprendi¨® tanto y tan favorablemente que me promet¨ª volver en cuanto pudiera.
As¨ª lo hice en esta pasada Semana Santa de 2006. Comprob¨¦, a mi pesar, c¨®mo en aquella graciosa corredoira saliendo de Lubi¨¢n muchos buenos robles y, lo que es peor, alguno de esos extraordinarios casta?os, hab¨ªan sido talados.
Conozco bien la problem¨¢tica de la precaria econom¨ªa del campo, pero por la misma raz¨®n s¨¦ que un enorme casta?o en su centro roto y podrido tiene un valor escas¨ªsimo o nulo para hacer tablones, y, por tanto, brinda unos ingresos rid¨ªculos en comparaci¨®n con su valor real en t¨¦rminos ecol¨®gicos, paisaj¨ªsticos, hist¨®ricos y tur¨ªsticos. En cuanto a que hubieran sido talados para le?a (sin duda muy necesaria), deben, en buena l¨®gica, seleccionarse ¨¢rboles de menor valor.
Deseando que esta cr¨ªtica sirva para construir, quiz¨¢ me exceda al hacer alguna propuesta concreta, como la de que se cataloguen los ¨¢rboles (o conjuntos de ellos) singulares que quedan a¨²n en dicho tramo. Ser¨ªa tambi¨¦n bueno que, de los presupuestos que se manejan en concepto de "obras de mejora del Camino de Santiago", con frecuencia muy discutibles, peque?as sumas fueran destinadas a los propietarios de dichos ¨¢rboles, lo cual, sin duda, supondr¨¢ un acicate en aras de su conservaci¨®n y mantenimiento.
De este modo adem¨¢s nos ahorrar¨ªamos la verg¨¹enza de escuchar, como yo he escuchado a peregrinos alemanes y franceses comentando incr¨¦dulos, c¨®mo la hermosa regi¨®n de Zamora debe de ser inmensamente rica, pues se permite el lujo de hacer le?a o tablones con sus casta?os insignes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.