Bronquista Pujalte

Es dificil recordar alguna intervenci¨®n inteligente o meramente ingeniosa del diputado del PP Vicente Mart¨ªnez Pujalte, pero muy f¨¢cil encontrarle soltando frases ofensivas y protagonizando broncas. Ayer fue expulsado del Pleno del Congreso tras recibir tres avisos del presidente de la C¨¢mara, Manuel Mar¨ªn, por su comportamiento impropio, y en particular por sus comentarios a voces cuando interven¨ªa otro diputado. Las im¨¢genes de televisi¨®n muestran la actitud chulesca de Pujalte al negarse a acatar la orden del presidente, subrayada con grititos de "llame a la polic¨ªa" y gestos como de manos esposadas. Esto ¨²ltimo en referencia al caso Bono. Lo peor fue que el resto de los miembros de su grupo le despidieran-cuando por fin sali¨® del hemiciclo, realizando una doble reverencia burlesca al presidente- con una ovaci¨®n: como si fuera un torero tras una gran faena. (Toreo de sal¨®n: como el de los diputados del PP en la Asamblea de Madrid que se esposaron con unos grilletes de pl¨¢stico al grito de "Alonso, dimisi¨®n", a cuenta del mismo asunto)

En casi todos los partidos hay alg¨²n especialista en bufonadas y broncas. Cuesta menos esfuerza gesticular que argumentar, y es m¨¢s f¨¢cil decir que a los militantes los detuvieron por ser del PP que explicar la diferencia entre detenci¨®n ilegal y llamada a declarar por indicios de delito. Para bronquista no se requiere gran talento, sino una cierta inclinaci¨®n demag¨®gica: a conectar con los m¨¢s bajos instintos de los demasiado convencidos de algo. Suelen tomarse al pie de la letra el sarcasmo de Schopenhauer cuando recomendaba a los faltos de argumentos recurrir a las "alusiones personales" y sobre todo ser "ofensivo tan pronto percibas que tu adversario tiene las de ganar".