Se multiplican los tramposos

El f¨²tbol italiano ha estado, al menos durante los ¨²ltimos dos a?os, en manos de una organizaci¨®n criminal dirigida por Luciano Moggi, el hombre fuerte del Juventus. Moggi controlaba la federaci¨®n y la asociaci¨®n de ¨¢rbitros, decid¨ªa los resultados de los encuentros y compon¨ªa incluso las alineaciones de la selecci¨®n nacional. Esa fue la acusaci¨®n planteada ayer por la Fiscal¨ªa de N¨¢poles, que cit¨® a Juventus, Milan, Fiorentina y Lazio como instituciones beneficiarias de la red deportivo-mafiosa. El esc¨¢ndalo podr¨ªa hundir al Juventus, la sociedad futbol¨ªstica m¨¢s importante del pa¨ªs, en la Serie B o incluso en las divisiones regionales.

Nunca se hab¨ªa visto algo as¨ª. Ni siquiera en 1980, cuando el caso de las apuestas clandestinas del totocalcio cost¨® al Milan el descenso a la Serie B y comport¨® dur¨ªsimas sanciones a un grupo de jugadores de primera fila, como Paolo Rossi. Aquello fue un caso de corrupci¨®n; lo de ahora, si las acusaciones de los fiscales resultan ciertas, supone la corrupci¨®n de todo el sistema. Hasta un general de la Guardia de Finanzas, el cuerpo policial que cuenta entre sus misiones la vigilancia sobre las competiciones deportivas, figura entre las 41 personas investigadas.

El portero Buffon y el sevillista Maresca aparecen en un caso de apuestas ilegales

Y la ci¨¦naga se desborda en todas direcciones. En otro sumario, en manos de la Fiscal¨ªa de Parma, se acusa a los jugadores Buffon (Juventus), Maresca (Sevilla), Chimenti (Cagliari) y Iuliano (Sampdoria) de apostar sumas enormes, de hasta medio mill¨®n de euros, sobre partidos de resultado cuando menos sospechoso. Los fiscales trabajan sobre la hip¨®tesis de que esos encuentros fueran ama?ados para proporcionar grandes beneficios a los apostadores. El asunto podr¨ªa costarle a Buffon, portero titular de la selecci¨®n, la participaci¨®n en el Mundial de Alemania.

Los fiscales napolitanos consideran que la c¨²pula de la mafia del calcio estaba compuesta, adem¨¢s de por Moggi, por Antonio Giraudo (reci¨¦n dimitido consejero delegado del Juventus), Innocenzo Mazzini (vicepresidente de la federaci¨®n), Paolo Bergamo y Pier Luigi Pairetto (encargado hasta el a?o pasado de asignar arbitrajes) y Massimo de Santis (¨¢rbitro internacional). Las sospechas se basan en miles de interceptaciones telef¨®nicas. Una de las llamadas, entre el ¨¢rbitro De Santis y el vicepresidente Mazzini, se refiere a un partido Livorno-Siena, el gran derbi toscano, disputado el 8 de mayo del pasado a?o. Antes del partido, el presidente del Livorno, Spinelli, hab¨ªa criticado los arbitrajes. El encuentro termin¨® en 3-6 a favor del Siena, tras la expulsi¨®n (injustificable) de un jugador livorn¨¦s a los 20 minutos. "Pobre Spinelli", dice Mazzini, "has estado espl¨¦ndido, como siempre". "?Has visto?", responde De Santis. "En un periquete uno menos".

De algunos fragmentos del sumario de N¨¢poles se descubre que Moggi, despu¨¦s de que el Juventus perdiera 2-1 con el Reggina, amenaz¨® con violencia al ¨¢rbitro culpable, Paparesta, y le encerr¨® en el vestuario. Los fiscales consideran que la acci¨®n podr¨ªa calificarse de secuestro. En otras conversaciones, Moggi planea "desacreditar" al propietario del Fiorentina, Diego della Valle, por oponerse a la reelecci¨®n del milanista Galliani como presidente de la Liga Profesional, y comenta la necesidad de darle "una paliza" al entrenador Zdenek Zeman por criticar p¨²blicamente al Juventus. Tambi¨¦n telefonea al seleccionador nacional, Marcello Lippi, para decirle a qui¨¦n debe convocar.

En total, los fiscales sospechan que fueron falseados los resultados de 19 encuentros de la temporada 2004-2005, en la que el Juventus venci¨® el scudetto. La Vieja Se?ora del f¨²tbol italiano se arriesga a perder ese t¨ªtulo y a perder, por primera vez en su historia, la m¨¢xima categor¨ªa. Los investigados son, por el momento, 41; entre ellos se cuentan los dirigentes de Juventus, Milan, Lazio y Fiorentina; el presidente, el vicepresidente y el secretario de la federaci¨®n; el presidente de la asociaci¨®n de ¨¢rbitros, dos ex responsables de asignar los ¨¢rbitros a cada encuentro, nueve ¨¢rbitros, un periodista de la cadena p¨²blica RAI, un general y un capit¨¢n de la Guardia de Finanzas y dos polic¨ªas asignados a la Fiscal¨ªa de Roma que, al parecer, manten¨ªan informado a Moggi sobre las pesquisas de los fiscales.

Romano Prodi, que la semana pr¨®xima deber¨ªa asumir la presidencia del Gobierno, calific¨® de "tormenta grav¨ªsima" los acontecimientos y exigi¨® que la corrupci¨®n fuera definitivamente extirpada del f¨²tbol. Silvio Berlusconi, primer ministro saliente, dijo que la situaci¨®n era "terrible".