Ebou¨¦, sonrisa anti-Ronaldinho
El potente y h¨¢bil lateral del Arsenal, encargado de secar al brasile?o
"Es cuesti¨®n de tiempo, no mucho. En dos o tres a?os Emmanuel Ebou¨¦ sera uno de los cinco mejores defensas del mundo", asegura F¨¢bregas. "Es el futbolista que m¨¢s he visto mejorar en una temporada", confirma Manuel Almunia, portero suplente del equipo, que como el resto de jugadores del Arsenal no hubiera dado un duro por la impresionante proyecci¨®n de ese chaval al que vieron llegar en enero del 2004 a Highbury. Dice Ebou¨¦ que se lo debe a Tour¨¦, marfile?o como ¨¦l, que le dio un consejo que ha seguido a rajatabla: "Juega f¨¢cil, me dijo. Y eso es lo que hago". "Al principio, lo que m¨¢s me cost¨® fue adaptarme al idioma", asegura el lateral. "Viv¨ªa tan a gusto en B¨¦lgica que siempre digo que soy belga, pero cada ma?ana doy las gracias a Dios por haber permitido que el se?or Wenger [Ars¨¨ne, el t¨¦cnico] me fichara para el Arsenal. ?Hasta tengo una hija inglesa!", celebra al referirse a su segunda hija, nacida hace s¨®lo dos semanas, fruto de su matrimonio con Maeva, una belga a la que conoci¨® al poco de fichar por el Beveren.
Gracias al f¨²tbol pudo salir de su pa¨ªs y escapar de la guerra de Costa de Marfil
Siempre sonriente, consolidado como lateral derecho del Arsenal, Ebou¨¦ est¨¢ listo para medir su eterna sonrisa y su capacidad como defensa con el mism¨ªsimo Ronaldinho: "Me lo cuentan hace un a?o y no me lo creo", reconoce. "?Miedo a enfrentarme a Ronalidnho? Ninguno. A un futbolista jam¨¢s le tengo miedo. Bueno, es verdad que temo a las broncas que me pega Lehman cuando hago algo mal". El franc¨¦s Pires asegura: "Creo que piensa en Ronaldinho y duerme tranquilo, pero no s¨¦ como dormir¨¢ el brasile?o si sabe que se tiene que medir a Ebou¨¦. Ronaldinho es uno de los mejores del mundo, pero no juega solo. Del Bar?a me preocupan muchas m¨¢s cosas".
?C¨®mo va a tener miedo a Ronaldinho si naci¨® en Abidjan, Costa de Marfil, un pa¨ªs asolado por la guerra civil? Gracias a su capacidad para jugar a f¨²tbol pudo salir de su pa¨ªs y escapar de las consecuencia del golpe de estado que diera el general Guei en diciembre de 1999. Apenas unos meses despu¨¦s de que empezara la cruel matanza entre hermanos, Eboue lleg¨® al Beveren. Hu¨¦rfano desde ni?o, el hombre que tratar¨¢ de frenar a al gaucho en Par¨ªs se cri¨® a caballo entre la casa de sus abuelos y su particular hogar de adopci¨®n: la ASEC, la escuela de f¨²tbol del mecenas franc¨¦s Marc Guijou. "All¨ª me ense?aron la importancia de la t¨¢ctica colectiva en un equipo, mejor¨¦ la t¨¦cnica y aprend¨ª lo m¨¢s importante: respetar siempre al rival".
Todo eso y su impresionante capacidad f¨ªsica -"es incluso demasiado fuerte para ser tan joven; no deja de sorprenderme que sea tan potente y maneja el bal¨®n con tanta habilidad", dice de ¨¦l Wenger- le ha permitido triunfar en Inglaterra y jugar junto a Henry, al que idolatra. A Ebou¨¦ le doler¨ªa que Tierry Henry abandonara el Arsenal, m¨¢s que por lo que supone a nivel futbol¨ªstico, por lo que representa para ¨¦l a nivel humano: "Cuando llegu¨¦ fue de los primeros que se preocup¨® por m¨ª y me hizo un bonito regalo que guardo en casa", explica consciente de que, tal vez, el del mi¨¦rcoles sea el ¨²ltimo partido de Tit¨ª con el Arsenal. Entonces volver¨¢ a sumir la responsabilidad que ten¨ªa en el vestuario del Beveren, honor que en Highbury pertence a Henry: escoger la m¨²sica antes de los partidos. "Por algo mis compa?eros me llamaban el m¨²sico", recuerda. Y se r¨ªe, claro.
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