El Haydn oculto

No figura L'anima del filosofo ossia Orfeo ed Euridice entre las obras m¨¢s visitadas de Haydn. La verdad es que ninguna de sus ¨®peras lo es, y ¨¦sta, adem¨¢s, no se cuenta entre sus partituras m¨¢s conseguidas aunque posea momentos muy interesantes, unas cuantas arias de buen efecto y una cierta sutileza caracterizadora de una acci¨®n sobre la que, cuando ¨¦l escribi¨® su pieza, ya se hab¨ªan producido unas cuantas obras maestras. Traerla al ciclo de la ONE revela imaginaci¨®n programadora y haberla puesto en manos de Paul Goodwin, buen criterio, pues es experto en estas lides. Lo demostr¨® con un excelente trabajo, cuid¨¢ndose muy bien de subrayar los valores de la pieza, dando a su lectura el tono dram¨¢tico adecuado y acompa?ando a los cantantes con suficiencia. La orquesta le sigui¨® atenta y volvi¨® a demostrar esa disciplina y esas ganas de hacerlo bien que est¨¢n caracterizando su ¨²ltima etapa.

Curiosamente, Haydn requiere aqu¨ª voces de mucho empaque y pone a los cantantes en apuros que hay que saber resolver no s¨®lo con aseo, sino con brillantez. Y ah¨ª se llev¨® la palma la soprano Simone Kermes, que, a despecho de una voz que podr¨ªa ser m¨¢s bella, resolvi¨® las enormes dificultades de coloratura de su Al tuo seno fortunato con una facilidad tan insultante que la siempre contenida audiencia de los viernes no pudo reprimir una ovaci¨®n atronadora. El tenor Rufus M¨¹ller posee una voz m¨¢s bien peque?a que usa con indudable buen gusto, pero le falt¨® ese empuje que aqu¨ª se le pide por momentos, sobre todo en el muy dram¨¢tico Mi sento languire, morire mi sento, donde, para llegar al fondo, se necesita un arrojo y unas facultades que no atesora. El bajo Jonathan Lemalu, joven promesa bien promocionada, resolvi¨® muy bien sus dos arias, sobre todo Chi spira e non spera, con sus dif¨ªciles cambios de tesitura. El Coro Nacional hizo un notable trabajo y tambi¨¦n se ve que va ganando en seguridad, aunque le falte un empaste m¨¢s redondo. Destac¨® en ¨¦l la soprano Mar¨ªa ?ngeles P¨¦rez Panadero, que no se arredr¨® en su papel de Genio.