"La ¨¦lite pol¨ªtica francesa no es capaz de hacer reformas"
Aunque ha tenido que adaptar su discurso a las nuevas demandas sociales y extremar su sentido pr¨¢ctico y posibilista, Daniel Cohn-Bendit mantiene un radicalismo visceral cuando se trata de defender la democracia. Cuarenta a?os de pr¨¢ctica pol¨ªtica han convertido a este ide¨®logo de la acci¨®n directa en un vigoroso defensor de las pr¨¢cticas democr¨¢ticas en una sociedad que, en su opini¨®n, carece de dirigentes para realizar las reformas necesarias. En la actualidad es copresidente del grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo.
Pregunta. La retirada por parte del Gobierno franc¨¦s del proyecto del Contrato de Primer Empleo (CPE) ?ha sido una victoria del movimiento estudiantil?
Respuesta. S¨ª es una victoria en el sentido de que la iniciativa del Gobierno era cambiar un tipo de contrato de trabajo, de hecho el mercado de trabajo, sin negociaci¨®n. Esto era una iniciativa sin credibilidad que se quer¨ªa aplicar sin explicarla previamente a la sociedad, y, por supuesto, no ha funcionado. El problema es que adem¨¢s se ha querido introducir la flexibilidad en el mercado de trabajo empezando por los j¨®venes. Esto es un mal planteamiento, porque en principio supone aumentar la precariedad de los j¨®venes, que son los que m¨¢s la padecen.
"La Comisi¨®n Europea plantea que la soluci¨®n est¨¢ en la llamada flexiseguridad, que los trabajadores tengan un seguro autom¨¢tico cuando pierdan el empleo"
"La idea de un modelo social europeo es muy compleja. Lo que est¨¢ claro es que hay que intentar exportar o aplicar el modelo europeo en Estados Unidos o China"
"Los Verdes planteamos un refer¨¦ndum a doble mayor¨ªa. Mayor¨ªa de ciudadanos y de pa¨ªses. Y los pa¨ªses que digan que no deber¨¢n decidir si contin¨²an en Europa o salen"
P. ?Piensa que el CPE hubiera podido reducir la tasa de paro del 22% que sufren los j¨®venes franceses?
R. No lo creo. El paro de los j¨®venes franceses es un problema de formaci¨®n, y, si comparamos con otros pa¨ªses con fuerte paro como Alemania, vemos que el desempleo no est¨¢ tan centrado en los j¨®venes porque tienen una mejor formaci¨®n.
P. ?Cree de verdad que lo ¨²nico que buscan los j¨®venes en Francia es la seguridad?
R. Es evidente que los j¨®venes en Francia est¨¢n angustiados. El motor de este rechazo, de esta revuelta est¨¢ claro. ?sta es la gran diferencia con el movimiento de mayo del 68, que no fue un movimiento por la seguridad. Los sondeos de opini¨®n dicen que el 70% de los j¨®venes franceses quieren ser funcionarios del Estado. Usted dice a un joven si quiere trabajar al otro lado del Atl¨¢ntico y le ofreces un barco o un peque?o velero. ?Qu¨¦ tomar¨¢?, el barco, aunque el velero sea m¨¢s apasionante. Por esto creo que hoy d¨ªa el gran problema es, pues, c¨®mo introducir la seguridad en la necesaria flexibilidad.
P. Pero los j¨®venes franceses dicen que defienden derechos, y los derechos son el resultado de una larga historia de lucha social que no van a permitir que se cambie por un decreto.
R. Los j¨®venes de Francia luchan por la seguridad en el trabajo, esto es verdad. Es la inseguridad en el empleo la que ha creado esta situaci¨®n. Es necesario, por tanto, cambiar la legislaci¨®n del trabajo; pero esto hay que hacerlo de otra manera, es una tarea muy, muy dif¨ªcil. Hay quien piensa que la sociedad francesa no es reformable. En realidad, es la ¨¦lite pol¨ªtica francesa la que no es capaz de hacer reformas. Reforma exige un savoir faire. Y este savoir faire no lo tiene este Gobierno.
P. La Comisi¨®n Europea plantea que la soluci¨®n est¨¢ en la llamada flexiseguridad, en modelos como Dinamarca, donde los trabajadores tienen un seguro autom¨¢tico cuando pierden el empleo, pero esto requiere m¨¢s impuestos. ?La sociedad francesa aceptar¨ªa pagar m¨¢s impuestos?
R. ?ste es realmente el verdadero problema. Hoy d¨ªa, la contradicci¨®n de la sociedad es que se quiere m¨¢s seguridad, sin impuestos, sin Estado, sin un Estado que sea capaz de proporcionar esta seguridad. Si se plantea la seguridad, si se plantea la flexiseguridad es necesario que existan unos recursos suficientes para el Estado. Entonces hay que plantear qu¨¦ tipo de impuestos, qui¨¦n paga los impuestos, c¨®mo se pagan estos impuestos. ?ste es un amplio debate.
P. ?Los j¨®venes franceses tienen m¨¢s conciencia social, m¨¢s conciencia pol¨ªtica que los j¨®venes de otros pa¨ªses europeos?
R. No, no. Es cierto que hay cierta tradici¨®n de cultura de revuelta en Francia, que parte de la cultura del imaginario del Mayo del 68, y seguramente de mucho m¨¢s atr¨¢s, que podr¨ªa remontarse hasta la Revoluci¨®n Francesa. Pero en otros pa¨ªses europeos los j¨®venes tambi¨¦n est¨¢n activos. Hay maneras muy diferentes de expresarse por parte de los j¨®venes. En Espa?a, por ejemplo, la victoria de Zapatero ha sido el resultado de la movilizaci¨®n de los j¨®venes espa?oles.
P. Entonces, ?cu¨¢l es la relaci¨®n entre la revuelta de marzo de 2006 y el Mayo del 68?
R. Son muy diferentes. La revuelta del 68 es una revuelta en una sociedad que no conoce el paro. Es un movimiento que luchaba contra la inactividad de las instituciones existentes que consideraba agotadas. Quer¨ªa construir una nueva sociedad. Era todo lo contrario a la situaci¨®n actual, que refleja una generaci¨®n de j¨®venes que tiene miedo de la precariedad y del desempleo.
P. ?Hay alguna vinculaci¨®n entre la revuelta de marzo de 2006 y el no a la Constituci¨®n Europea?
R. Efectivamente, en Francia ha habido un gran debate sobre la Constituci¨®n Europea. Un debate en el que yo he defendido abiertamente esta Constituci¨®n. Recuerdo que, en uno de los debates que se llevaron a cabo, me encontr¨¦ con una mujer de unos cuarenta a?os, con dos hijos, que despu¨¦s de una larga discusi¨®n me dijo: "Quiz¨¢, verdaderamente tengas raz¨®n, tus argumentos probablemente son buenos, pero yo tengo una necesidad existencial de decir no". Y ¨¦ste es precisamente el v¨ªnculo entre la revuelta de los j¨®venes y el rechazo del CPE y el no a la Constituci¨®n. La sociedad francesa hace su evoluci¨®n, pero no es capaz de hacer las reformas necesarias.
P. ?Existe un modelo social franc¨¦s o un modelo social europeo, con valores caracter¨ªsticos que hay que defender frente al modelo norteamericano o el chino?
R. La idea de un modelo social europeo es muy compleja. Lo que est¨¢ claro es que no hay que intentar exportar o aplicar el modelo europeo en Estados Unidos o China porque no funcionar¨ªa. Europa tiene que defender sus modelos. Y tiene que conseguir que aumente la democracia en todas partes. Lo fundamental es la democracia. China es una dictadura en un sistema capitalista. Lo que tiene que proponer Europa es que China se democratice, pero esto es algo que, antes de todo, deben decidir y hacer los chinos.
P. Parece que el periodo de reflexi¨®n sobre qu¨¦ hacer con la Constituci¨®n Europea despu¨¦s de los noes de Francia y Holanda apenas ha producido resultados. Primero se hablaba de esperar al resultado de las elecciones presidenciales en Francia en 2007, ahora ya se habla cada vez m¨¢s de aplazar la soluci¨®n hasta 2009, con ocasi¨®n de las elecciones europeas.
R. Hace falta encontrar una oportunidad. Despu¨¦s del Tratado de Niza todo el mundo estaba satisfecho, parec¨ªa que no hab¨ªa ning¨²n problema en el camino. Despu¨¦s del no franc¨¦s y holand¨¦s y algunas actitudes de obstrucci¨®n, como la de Polonia, el proceso se ha parado. Pero tambi¨¦n tenemos el s¨ª a los referendos en Espa?a y en Luxemburgo, que son muy importantes, y no podemos, por supuesto, olvidar a los pa¨ªses que ya la han ratificado. Con la conclusi¨®n de la ratificaci¨®n por Estonia el 9 de mayo, son ya 15 los pa¨ªses que han dicho s¨ª a esta Constituci¨®n. Yo no s¨¦ si la soluci¨®n ser¨¢ en 2007, en 2008 o en 2009. Pero s¨¦ una cosa: muchos pa¨ªses, ante el cr¨ªtico problema de la degradaci¨®n clim¨¢tica, ante el problema de la globalizaci¨®n, ante el problema de la hegemon¨ªa americana, diferentes pa¨ªses, por diferentes razones, piden cada vez m¨¢s Europa. Europa es cada vez m¨¢s su referente y representa un valor a?adido y no una limitaci¨®n de sus derechos. Pronto, en los pr¨®ximos meses, en los pr¨®ximos a?os, nos daremos cuenta de que en los procesos de decisi¨®n es imposible la unanimidad. Por tanto, habr¨¢, no s¨¦ si en un a?o o en dos a?os, un momento en que de pronto aparecer¨¢ una oportunidad. Porque la situaci¨®n actual es insostenible. Ya se est¨¢ llegando a la percepci¨®n de que esta idea del mercado simplemente no funciona. Porque el mundo es mucho m¨¢s que el mercado.
P. ?Pero c¨®mo ser¨¢ este proceso?
R. Se ir¨¢n produciendo diferentes propuestas. El periodo de reflexi¨®n conducir¨¢ al final a que se presenten distintas alternativas sobre la Constituci¨®n. Alemania har¨¢ su propuesta y los otros pa¨ªses tambi¨¦n lo har¨¢n. Igualmente, los partidos pol¨ªticos presentar¨¢n sus respectivas iniciativas. Y todo esto ser¨¢ al final del periodo de reflexi¨®n, que conducir¨¢ a una confrontaci¨®n.
P. ?Pero ser¨¢ necesaria una confrontaci¨®n?
R. S¨ª, y esto ser¨¢ lo realmente interesante. Nosotros, por ejemplo, Los Verdes, defendemos la idea de un refer¨¦ndum europeo, una decisi¨®n europea. Nosotros planteamos un refer¨¦ndum europeo a doble mayor¨ªa. Mayor¨ªa de ciudadanos y mayor¨ªa de pa¨ªses. Y los pa¨ªses que digan que no, deber¨¢n prever, deber¨¢n decidir si contin¨²an en Europa o salen. La confrontaci¨®n terminar¨¢ por el hecho de que al final habr¨¢ que tomar una decisi¨®n. Y entonces, en la manera de tomar esta decisi¨®n, se producir¨¢ quiz¨¢ una refundaci¨®n. Entre los que querr¨¢n seguir adelante y los que no querr¨¢n.
P. En este periodo de confrontaci¨®n, ?puede ayudar el cambio del mapa pol¨ªtico europeo?
R. Ya se est¨¢ produciendo una situaci¨®n pol¨ªtica interesante. Zapatero y Prodi empujar¨¢n seguramente en una direcci¨®n. Tendremos a los austriacos y los alemanes, que tambi¨¦n quieren, en cierta manera, la Constituci¨®n, y empujar¨¢n de otra manera. Tenemos ya muchas fuerzas que se pondr¨¢n sobre la mesa, se confrontar¨¢n y dar¨¢n resultados.
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