El Acuerdo Ciudadano por una Barcelona Inclusiva
El pasado 5 de abril, en el Sal¨® de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, m¨¢s de 150 entidades formalizaron el nacimiento del Acuerdo Ciudadano por una Barcelona Inclusiva. Se trataba de hacer tangible la confluencia de acciones, asociativas y municipales, orientadas a luchar contra la exclusi¨®n social y a generar procesos de inclusi¨®n y condiciones de vida dignas para todas las personas. No lo escondemos, en la Barcelona compleja y din¨¢mica del siglo XXI persisten factores potentes de desigualdad, que dan lugar a situaciones de pobreza y marginaci¨®n en personas y colectivos vulnerables. Y no nos escondemos, en la medida de nuestras posibilidades, en el gobierno local afrontamos el reto de la ciudad inclusiva y solidaria mediante pol¨ªticas activas de bienestar y, ahora tambi¨¦n, a trav¨¦s del pacto de compromisos mutuos que implica el Acuerdo Ciudadano. Las estrategias de inclusi¨®n tienen por objetivo construir condiciones de autonom¨ªa personal y vinculaci¨®n a redes sociales, en la perspectiva de una ciudad cohesionada donde puedan realizarse, en t¨¦rminos de igualdad real, todos los proyectos de vida. A lo largo de este ¨²ltimo a?o, el Plan Municipal para la Inclusi¨®n Social ha ido desplegando servicios y recursos: atenci¨®n domiciliaria y teleasistencia, proyectos de integraci¨®n y mediaci¨®n intercultural, procesos de inserci¨®n de personas sin techo, acci¨®n socioeducativa con j¨®venes en riesgo, servicios de accesibilidad, programas de inclusi¨®n laboral y acceso a la vivienda de familias vulnerables. Es s¨®lo una primera etapa, asentada en un importante bagaje hist¨®rico de pol¨ªticas sociales. A partir de la evaluaci¨®n cr¨ªtica de los resultados obtenidos, deberemos ir ampliando y afinando los andamiajes colectivos del bienestar. En esta tarea no puede faltar nadie, estamos obligados a explorar cauces de encuentro y de trabajo cooperativo entre los m¨²ltiples actores de la inclusi¨®n.
La dimensi¨®n relacional de las pol¨ªticas sociales se concreta en un amplio abanico de procesos. Destaca, en primer lugar, todo lo que gira en torno a la acci¨®n comunitaria, es decir, a la capacidad de liderazgo del tejido asociativo, en alianza con los servicios de proximidad, para mejorar los barrios de la ciudad. En 2005 se han desarrollado en Barcelona 11 planes comunitarios y alrededor de 20 iniciativas de intercambio solidario con apoyo municipal (bancos del tiempo, viviendas compartidas, programas de bon ve?natge). Aparecen con fuerza, en segundo lugar, las din¨¢micas de implicaci¨®n ciudadana en los consejos de participaci¨®n social (pueblo gitano, personas mayores, infancia, salud, drogodependencias, discapacidades...). S¨®lo en el Consejo de Bienestar Social participaron, en 2005, 140 entidades y 564 personas que elaboraron propuestas de acci¨®n e hicieron un seguimiento continuado de las pol¨ªticas municipales. Cabe considerar por ¨²ltimo el programa B3 (Barcelona, beneficios, bienestar), proyecto impulsado por el Ayuntamiento y ABAS (Barcelona per l'Acci¨® Social) -una plataforma de m¨¢s de 60 organizaciones-, orientado a promover acciones de solidaridad horizontal entre empresas socialmente responsables y entidades que trabajan en el ¨¢mbito de la exclusi¨®n. En 2005 se gestaron 25 iniciativas estables de colaboraci¨®n, con m¨¢s de 30 empresas implicadas y unas 75 entidades beneficiadas.
El Acuerdo Ciudadano por una Barcelona Inclusiva suma y engloba esfuerzos. Nace con la voluntad de dotar de un espacio com¨²n de intercambio y aprendizajes cruzados al conjunto de actores sociales que comparten los valores de igualdad, diversidad, autonom¨ªa y convivencia que se reflejan en el texto fundacional. Pretende tambi¨¦n visualizar estrategias ya en marcha de trabajo en red, as¨ª como promover nuevas oportunidades de cooperaci¨®n. M¨¢s all¨¢ del conocimiento mutuo y del impulso de proyectos colaborativos, el Acuerdo Ciudadano arranca con tres redes de acci¨®n por la inclusi¨®n social ya constituidas. Con planes de trabajo, objetivos y calendarios acordados entre el Ayuntamiento y n¨²cleos de agentes sociales activos en las respectivas ¨¢reas tem¨¢ticas: la atenci¨®n a las personas sin techo, la intervenci¨®n socioeducativa en centros abiertos de infancia y la inserci¨®n laboral de colectivos vulnerables. Son cuestiones estrat¨¦gicas. La superaci¨®n de la exclusi¨®n residencial, la ciudad educadora y el acceso a empleos de calidad operan como vectores clave en la trayectoria hacia la ciudad inclusiva. Es previsible la configuraci¨®n, en un futuro pr¨®ximo, de nuevas redes de acci¨®n. El Acuerdo Ciudadano quiere funcionar tambi¨¦n como una verdadera incubadora de redes, como motor facilitador de conexiones entre actores y proyectos con potencial de vertebrar nuevas plataformas de acci¨®n.
Pero tal vez m¨¢s importante, el Acuerdo Ciudadano por una Barcelona Inclusiva puede ofrecer, con toda modestia, un espacio donde validar modelos y pr¨¢cticas emergentes, en el avance hacia nuevos horizontes de ciudadan¨ªa social. Los objetivos cl¨¢sicos del Estado de bienestar, los que respond¨ªan a necesidades homog¨¦neas en el marco de la ciudad industrial (educaci¨®n, sanidad, pensiones contributivas), pudieron abordarse desde el binomio gasto p¨²blico expansivo-prestaci¨®n tecnocr¨¢tica de servicios. Me temo que eso, ahora, no es suficiente; quiz¨¢ ni puede operar ya como la l¨®gica principal del proyecto. Los nuevos desaf¨ªos de la ciudad inclusiva -cotidianidad sin relaciones de dominaci¨®n, capacidad de gesti¨®n aut¨®noma de itinerarios vitales, convivencia en la diversidad- exigen resituar las redes de solidaridad, el capital social, los lazos comunitarios y la proximidad como valores centrales de transformaci¨®n. Exigen forjar -en un plano m¨¢s operativo- una nueva cultura de gobernabilidad, de interacci¨®n entre lo municipal y lo social en el marco de un espacio p¨²blico compartido y no monopolizado. Una interacci¨®n generadora de redes y no de dependencias, que asume la gesti¨®n de las contradicciones y del conflicto social como fuente de creatividad, y no pretende suprimirlo desde par¨¢metros de jerarqu¨ªa formal ni desde ning¨²n supuesto patrimonio de la verdad. El reto de la Barcelona inclusiva y solidaria concita muchos esfuerzos y energ¨ªas. El Acuerdo Ciudadano pretende sumarlas y ubicarlas en la senda de las realizaciones.
Ricard Gom¨¤ es concejal de ICV-EUiA, responsable de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Barcelona.
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