Contratistas y chorizos

Acostumbrados a exigir responsabilidades a los dem¨¢s hasta la exasperaci¨®n (con la penosa payasada del diputado Vicente Mart¨ªnez Pujalte, expulsado del hemiciclo del Congreso, como haza?a m¨¢s reciente) y a eludir hasta el delirio las consecuencias derivadas de las acciones propias, los dirigentes del PP empiezan a parecer pol¨ªticos de otro planeta. Tan tiquismiquis con los dem¨¢s y tan magn¨¢nimos con ellos mismos, a medida que se complican las cosas su selectiva administraci¨®n de escr¨²pulos les confiere una rigidez de aut¨®matas. Es verdad que la tendencia a aplicar la exigencia ¨¦tica sobre los otros antes que sobre uno mismo es un feo vicio de la pol¨ªtica, pero en el caso de los populares, todo el mundo sabe lo que van a decir, lo que van a hacer, cuando surge alg¨²n esc¨¢ndalo que les afecta.

No ha sido una excepci¨®n la denuncia socialista de unas grabaciones donde dos empresarios revelan c¨®mo se falsificaron a gran escala los costes de construcci¨®n del parque de atracciones Terra M¨ªtica para cobrar comisiones ilegales supuestamente con la participaci¨®n de Eduardo Zaplana, a la saz¨®n presidente de la Generalitat valenciana e impulsor del proyecto. Tras el alegato -l¨®gico- de inocencia por parte del actual portavoz del PP en el Congreso, su partido ha emitido reproches de rutina hacia los socialistas y si te he visto no me acuerdo. Ese autismo amparado en la defensa sumaria del pol¨ªtico salpicado por alguna denuncia de corrupci¨®n, sin embargo, no puede evitar que el rastro de cada caso (y ya son muchos: Fabra, Orihuela, Torrevieja, Ivex, Terra M¨ªtica...), como la baba del caracol, dibuje signos de interrogaci¨®n cada vez m¨¢s inquietantes.

Por ejemplo, las revelaciones de los dos contratistas sobre Terra M¨ªtica, cuya trascendencia judicial deber¨¢ decidir el fiscal, explican perfectamente la trama de facturas falsas que ya investigaba un juzgado a instancias de la Agencia Tributaria. El principal implicado, la pieza clave, es un viejo conocido de Zaplana desde sus tiempos de alcalde de Benidorm. Por otra parte, el supuesto saqueo encaja asombrosamente con el sobrecoste abrumador de las obras. M¨¢s all¨¢ del proceso judicial, parece razonable exigir alguna explicaci¨®n pol¨ªtica veros¨ªmil sobre tan aparente conjunci¨®n de gestores cercanos a la Generalitat, contratistas y chorizos. Pero el ¨²nico reflejo del PP consiste en ganar tiempo.