La fiebre de un viejo 'gunner'
El f¨²tbol naci¨® en Inglaterra para disfrute de la clase obrera. No faltaron excelentes periodistas, como Geoffrey Green o Hugh McIlvaney, capaces de establecer su influencia entre la clase alta y los intelectuales. Pero en el r¨ªgido sistema de clases brit¨¢nico, el f¨²tbol era materia para los tabloides sensacionalistas. Los escritores observaban el f¨²tbol con una frialdad desde?osa. Si ten¨ªan alg¨²n inter¨¦s, se dirig¨ªa al rubgy o el cricket. Un libro cambi¨® radicalmente la mirada: Fever pitch. Lo escribi¨® Nick Hornby, periodista de The Independent. Nacido en 1957, Hornby estaba marcado por dos pasiones. Combinaba su afici¨®n por el f¨²tbol con el entusiasmo por la m¨²sica pop y sus derivados. Con ingenio, excelente humor, enorme conocimiento y un estilo brillante, Hornby se convirti¨® muy pronto en una referencia casi contracultural. De lectura obligada, sus art¨ªculos generaban la clase de inter¨¦s que produc¨ªa aquello de lo que escrib¨ªa. Hornby ten¨ªa una hinchada detr¨¢s. Y no s¨®lo en el Reino Unido. Los pocos iniciados en Nick Hornby comentaban sus piezas en Espa?a, Holanda o Italia. Se trataba del desconocido con m¨¢s seguidores en el periodismo futbol¨ªstico. Su ¨¦xito no pod¨ªa esperar m¨¢s. Era cuesti¨®n de poco tiempo. En 1993, public¨® Fever Pitch, la historia de un joven hincha del Arsenal que mezcla, con un entusiasmo neur¨®tico, su pasi¨®n por el f¨²tbol, la m¨²sica y las mujeres. En los tres campos, Hornby acredita un gusto exquisito. Escrito con mucha clase y una iron¨ªa sutil que comienza en un primer p¨¢rrafo memorable, Fever Pitch parec¨ªa destinado a convertirse en un libro de culto para sus seguidores. Fue mucho m¨¢s que eso. Se convirti¨® en un ¨¦xito mundial. En Espa?a se tradujo como Fiebre en las gradas, con una p¨¦sima traducci¨®n que destroz¨® la divertida peripecia del protagonista. El academicismo de la traducci¨®n no caz¨® ni uno de los giros que hac¨ªan de Fever pitch el libro que todos los aficionados habr¨ªan deseado escribir. Su ¨¦xito fue inmenso, pero su influencia result¨® todav¨ªa mayor. Desde Fever pitch, el f¨²tbol ha roto los diques clasistas en Inglaterra.
El f¨²tbol est¨¢ de moda en todas las clases sociales, entre escritores, analistas, ensayistas, pol¨ªticos y hombres de negocios. Hornby acab¨® con los prejuicios y comenz¨® una imparable carrera literaria, como t¨ªtulos como Alta fidelidad -novela llevada al cine por Stephen Frears- o About a boy, que tambi¨¦n ha merecido una adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica. Aunque nunca m¨¢s ha escrito sobre el Arsenal y el f¨²tbol en sus libros, seguro que Hornby seguir¨¢ la final de Par¨ªs con la devoci¨®n de un viejo gunner.
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