Pujalte y el sistema electoral
Quienes hemos tenido ocasi¨®n de hojear el diario de sesiones del Parlamento de la Rep¨²blica sabemos que aqu¨¦l era lo que etimol¨®gicamente significa la palabra parlamento: un lugar donde se debat¨ªan los grandes problemas pol¨ªticos y donde un buen discurso pod¨ªa marcar un giro en las decisiones del Gobierno y en la opini¨®n p¨²blica. El sistema electoral no incentivaba el bipartidismo, no hab¨ªa listas cerradas, los partidos sol¨ªan incluir en sus listas a personalidades independientes prestigiosas y no hab¨ªa disciplina de voto. Nadie pod¨ªa dictar a Miguel de Unamuno o a Jos¨¦ Ortega y Gasset lo que ten¨ªa que decir o lo que ten¨ªa que votar.
El sistema electoral actual es el propio de una democracia tutelada donde la clase pol¨ªtica marca el rumbo de una opini¨®n p¨²blica supuestamente menor de edad. El triste espect¨¢culo que el jueves dieron el buf¨®n Pujalte y el coro de zarzuela del PP es sintom¨¢tico de la sima de degradaci¨®n en que ha ca¨ªdo el Parlamento espa?ol. Urge modificar el sistema electoral. Si no, estaremos dando alas al desprestigio de la democracia y alimentando el neofascismo que empieza a asomar la oreja.
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