Bush despliega 6.000 soldados en la frontera de M¨¦xico para frenar la inmigraci¨®n ilegal
El presidente intenta que los sectores m¨¢s duros no boicoteen la reforma de la ley de extranjer¨ªa
Para que los sectores m¨¢s duros de su partido traguen mejor la p¨ªldora de la reforma de la inmigraci¨®n, el presidente de EE UU, George W. Bush, propuso anoche un refuerzo temporal de la vigilancia de la frontera con M¨¦xico con 6.000 soldados de la Guardia Nacional. Hay m¨¢s seguridad, dijo, "pero a¨²n no tenemos completo control de la frontera". Por eso pidi¨® al Congreso "un fuerte aumento de fondos", pero tambi¨¦n record¨® que "hay vidas reales que se ver¨¢n afectados por nuestras decisiones, y cada ser humano, aparte de lo que digan sus papeles, tiene dignidad y valor".
"Somos una naci¨®n de leyes, y debemos hacer que se respeten. Tambi¨¦n somos una naci¨®n de inmigrantes, y tenemos que mantener esa tradici¨®n que ha hecho fuerte a nuestro pa¨ªs", dijo el presidente, seg¨²n el avance distribuido por la Casa Blanca, y a?adi¨®. "No son objetivos contradictorios: Am¨¦rica puede ser al mismo tiempo una sociedad en la que se respeta la ley y una sociedad acogedora. Resolveremos el problema creado por la emigraci¨®n ilegal y organizaremos un sistema seguro, ordenado y justo".
El anuncio, hecho con la solemnidad que confiere el Despacho Oval, coincidi¨® con la reanudaci¨®n del debate sobre la ley de inmigraci¨®n. Tras el acuerdo entre dem¨®cratas y republicanos, el Senado deber¨ªa aprobar en los pr¨®ximos d¨ªas un proyecto de ley que contempla la legalizaci¨®n, con permisos temporales y otras medidas, de buena parte de los 12 millones de indocumentados; ese proyecto tendr¨¢ que conciliarse con el de la C¨¢mara, meramente represivo y que prev¨¦ la construcci¨®n de una verja. Un grupo de congresistas republicanos, liderados por Tom Tancredo, han declarado la guerra a la reforma, a la que llaman "amnist¨ªa encubierta", apoyados en los sondeos que indican que la mayor¨ªa de los norteamericanos est¨¢n seriamente preocupados con la inmigraci¨®n ilegal. Bush intenta que salga adelante la ley -porque la quieren los empresarios y los hispanos, un sector que el presidente cuida- sin que el partido se le desencuaderne a¨²n m¨¢s con esta rebeli¨®n de los tancredistas a seis meses escasos de unas ya de por s¨ª complicadas elecciones legislativas.
Para los "duros" y los preocupados por la ilegalidad de las entradas masivas de indocumentados, Bush lanz¨® el mensaje del refuerzo. La vigilancia est¨¢ a cargo de la de la Patrulla Fronteriza, que dedica 10.400 agentes al sur -los 3.200 kil¨®metros de frontera con M¨¦xico y la zona de la pen¨ªnsula de Florida- y unos 1.000 a Canad¨¢. A pesar de que la Patrulla realiz¨® 1,2 millones de detenciones en 2005, cada a?o logran entrar en EE UU cientos de miles de personas. El n¨²mero de soldados de la Guardia Nacional que ir¨¢ a California, Arizona, Nuevo M¨¦xico y Tejas ser¨¢ de 6.000, y el despliegue de esta tropa costar¨¢ unos 1.500 millones de euros.
El presidente pidi¨® realismo: "Hay mucha gente al otro lado de la frontera dispuesta a hacer lo que sea para venir a Am¨¦rica a trabajar y construir una vida mejor (...) Debemos honrar la gran tradici¨®n que ha hecho de nosotros una naci¨®n de muchos pueblos". Pero eso no significa, advirti¨®, que el programa de permisos temporales sea "una amnist¨ªa, ni el paso autom¨¢tico a la ciudadan¨ªa". Los que se acojan a la nueva ley deben saber que "el ¨¦xito de este pa¨ªs depende de que los que llegan se integren y abracen nuestra com¨²n identidad; de los americanos est¨¢n unidos por ideales, por la historia, el respeto a la bandera y el idioma ingl¨¦s".
Las unidades de la Guardia forman parte del Ej¨¦rcito, y los gobernadores de los Estados tienen autoridad para desplegarlas en caso de emergencia o cat¨¢strofes. El cuerpo cuenta con 400.000 efectivos, pero su margen de maniobra est¨¢ limitado por la guerra de Irak, en donde apoyan a las tropas de combate. Los soldados no sustituir¨¢n a los agentes de la Patrulla -primera l¨ªnea de la frontera y detenciones de indocumentados- sino que se encargar¨¢n de infraestructura, transporte y comunicaciones.
Una de las cr¨ªticas al plan es que la Guardia no est¨¢ para muchos excesos. "Tenemos soldados en su segundo, tercer y cuarto reenganche en Irak, estamos forzando nuestra capacidad... ?C¨®mo es posible que hablemos de enviarles a proteger una frontera? Ese no es su papel", dijo el republicano Chuck Hagel. En auxilio de la iniciativa acudi¨® Bill Frist, l¨ªder de la mayor¨ªa en el Senado: "Tenemos que asegurar las fronteras como sea. Todo lo que se ha hecho ha fracasado y por eso necesitamos a la Guardia Nacional".
Fox, convencido
El presidente de M¨¦xico, Vicente Fox, habl¨® por tel¨¦fono con su hom¨®logo estadounidense, George W. Bush, para transmitirle su preocupaci¨®n, seg¨²n explic¨® ayer el portavoz presidencial, Rub¨¦n Aguilar. ?ste revel¨® ayer que el jefe de la Casa Blanca asegur¨® a Fox que "no estaba contemplada la militarizaci¨®n de la frontera". Explic¨® Aguilar que se trataba m¨¢s bien de un apoyo administrativo y log¨ªstico por parte de la Guardia Nacional, no del Ej¨¦rcito, a la polic¨ªa en la zona fronteriza, informa Antonio O. ?vila.
La oposici¨®n critic¨® la pasividad de Fox. El diputado del PRI Jos¨¦ Alberto Aguilar I?¨¢rritu dijo que el plan estadounidense puede provocar m¨¢s muertes en la frontera (la media es de 400 al a?o). "Oigo a Fox decir que EE UU env¨ªa la Guardia Nacional para darnos apoyo administrativo. Que yo sepa, los soldados no est¨¢n para tareas administrativas".
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