Ciutat Vella precinta 13 pisos sobreocupados y ordena el cese de actividad de otros 13
Denuncias, incidentes de comunidad y el padr¨®n dan la voz de alarma
El distrito de Ciutat Vella ha precintado en el ¨²ltimo a?o 13 pisos sobreocupados, pensiones ilegales conocidas como pisos patera, y ha ordenado el cese de actividad de otros 13. Son las intervenciones que han acabado en expediente, que representan una parte de las comprobaciones que hacen t¨¦cnicos de Ciutat Vella cuando reciben quejas o advierten irregularidades. La informaci¨®n llega a trav¨¦s de asociaciones, entidades y de las comunidades de vecinos, que ven c¨®mo de un mismo piso entra y sale un n¨²mero de personas excesivo. El problema se acent¨²a en el Raval.
No hay una cifra exacta para saber cu¨¢ndo un piso est¨¢ sobreocupado. El padr¨®n de Barcelona remite una comunicaci¨®n de alerta cuando hay inscritas m¨¢s de 15 personas en un mismo domicilio, pero otras relaciones que se manejan son de un m¨ªnimo de espacio vital a raz¨®n de una persona por cada 10 metros cuadrados. Lo determinante son las condiciones sanitarias y de habitabilidad de las viviendas, si se han construido tabiques para compartimentar habitaciones, o incluso si se han reformado patios o terrazas para aprovechar al m¨¢ximo el espacio.
"Habitualmente, esas cosas son detectadas y observadas por los vecinos, que suelen ser quienes dan la voz de alarma en las reuniones de la comunidad y de las entidades", explica Gerard Cap¨®, responsable del programa de intervenci¨®n de prevenci¨®n social del distrito. El programa se cre¨® en 2003, se ha reforzado en el ¨²ltimo a?o y se ampliado a las ocupaciones intensivas de plazas y espacios p¨²blicos.
Cap¨®, otros dos t¨¦cnicos, una inspectora y dos agentes de la Guardia Urbana forman el equipo que tiene que comprobar si realmente hay sobreocupaci¨®n. "A veces vas a una casa y ves que no se trata de una pensi¨®n ilegal, sino que en ella viven dos familias. Si hay deficiencias sanitarias o de otro tipo se les insta a repararlas, sobre todo a adecentar las viviendas, y se hace un seguimiento", explica. En esos casos no se abre ning¨²n tipo de expediente.
A?ade Cap¨® que es bastante f¨¢cil discernir cu¨¢ndo se trata de una vivienda compartida por miembros de una familia extensa o es una pensi¨®n encubierta. "Las pensiones suelen estar m¨¢s compartimentadas, de modo que en una misma habitaci¨®n hay, por ejemplo, cuatro literas. Los armarios, la distribuci¨®n de los enseres y, adem¨¢s, los propios ocupantes explican lo que pagan y exactamente para qu¨¦", apunta.
El Raval y la Barceloneta
Las pensiones se encuentran en pisos m¨¢s bien peque?os -por lo general de tres habitaciones- y el pago suele ser por cama, a veces por habitaci¨®n. Los t¨¦cnicos cuentan que la rotaci¨®n por la misma cama, conocida como cama caliente, no se suele dar, salvo de excepcionalmente. El problema se acent¨²a en el Raval y en menor medida en la Barceloneta.
Cuando reciben una queja u observan se?ales de que puede haber pisos sobreocupados, estos t¨¦cnicos van a comprobarlo acompa?ados de dos agentes de la Guardia Urbana: "Es la ¨²nica forma de poder entrar en las viviendas". A?ade que muchas veces tienen que volver porque no hay nadie o quien contesta alega que el propietario es otro. En el 95% de los casos en que se comprueba que hay sobreocupaci¨®n se trata de pensiones ilegales, no de viviendas compartidas por una misma familia. "Es verdad que hay propietarios de las viviendas o titulares de los contratos de alquiler de los pisos sobreocupados que son inmigrantes, pero tambi¨¦n los hay aut¨®ctonos", se?ala Cap¨®.
La otra posibilidad de sobreocupaci¨®n es que las viviendas funcionen como prost¨ªbulos encubiertos por la actividad callejera, sobre todo en la zona de la calle de Sant Ramon. La erradicaci¨®n de los prost¨ªbulos que no tienen licencia de locales para ese fin y los pisos sobreocupados han sido dos prioridades del concejal de Ciutat Vella, Carles Mart¨ª, en un mandato en el que tambi¨¦n se han puesto en el punto de mira los llamados apartamentos tur¨ªsticos que carecen de licencia. Esta suma de actividades se da de forma preferente en Ciutat Vella.
Cap¨® admite que la tramitaci¨®n de los expedientes no es r¨¢pida, el m¨ªnimo son dos meses. "Las inspecciones hay que repetirlas m¨¢s de dos veces, luego se hace una propuesta de intervenci¨®n o sanci¨®n, se informa al afectado y finalmente se le notifica", comenta. El precinto de un piso no es garant¨ªa de que no vuelva a funcionar en la actividad anterior. Primero, porque a veces se rompe el precinto -eso ha ocurrido en dos ocasiones en el ¨²ltimo a?o- y segundo, porque el precinto no es de por vida. Es decir, se suspende la actividad a un determinado titular -bien propietario o arrendatario-, pero si hay un cambio de titularidad y el piso cambia de nombre, la orden de precinto decae. Por ello, la rueda puede volver a girar otra vez.
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