Stanley Kunitz, poeta estadounidense
Obtuvo el Pulitzer de Poes¨ªa en 1959 y el National Book Award en 1995
Stanley Kunitz, uno de los poetas estadounidenses m¨¢s aclamados en siglo XX, nombrado a los 95 a?os poeta laureado de Estados Unidos, falleci¨® el 14 de mayo en su casa de Manhattan a los 100 a?os, a causa de una neumon¨ªa.
Durante su extraordinariamente larga carrera -casi 80 a?os- Kunitz alcanz¨® una amplia expresi¨®n, desde la intelectual a la l¨ªrica, de lo ¨ªntimamente confesional a lo grandiosamente oratorio. Entre otros premios, obtuvo el Pulitzer de poes¨ªa en 1959; el National Book Award en 1995; a los 90 a?os, la Medalla Nacional de las Artes en 1993 y el prestigioso Premio Bollingen de poes¨ªa en 1987.
Su ¨²ltimo libro, de 2005, fue The Wild Braid: A Poet Reflects on a Century in the Garden
[La trenza silvestre: un poeta reflexiona sobre un siglo en el jard¨ªn], una recopilaci¨®n de ensayos y conversaciones.
Sus dos primeros libros, Intellectual Things (1930) y Passport to War: A Selection of Poems (1944), reflejan la admiraci¨®n que sent¨ªa por los poetas metaf¨ªsicos ingleses John Donne y George Herbert y fueron m¨¢s admirados por su destreza que por lo que dec¨ªan.
Stanley Jasspon Kunitz naci¨® el 29 de julio de 1905 en Worcester, Massachusetts. Result¨® ser un estudiante dotado, y entr¨® en Harvard con una beca en 1922, licenci¨¢ndose con matr¨ªcula de honor en 1926. Empez¨® a escribir poes¨ªa a sugerencia de un profesor, y despu¨¦s decidi¨® estudiar el doctorado en Harvard. Pero lo dej¨® porque le dijeron que no le ofrecer¨ªan un puesto de profesor ya que a los estudiantes anglosajones les disgustar¨ªa recibir clases de ingl¨¦s de un profesor jud¨ªo. Se hizo entonces periodista y editor, escribiendo primero art¨ªculos para el dominical de The Worcester Telegram. Finalmente se asent¨® en el campo, comprando una granja abandonada de Connecticut.
Desde su nueva casa, empez¨® a trabajar en 1927 para la empresa de referencia de H. W. Wilson, con sede en la ciudad de Nueva York, dirigiendo el Wilson Library Bulletin y coeditando Twentieth Century Authors y otras obras de referencia. Bajo el pseud¨®nimo de Dilly Tante, edit¨® una colecci¨®n de biograf¨ªas titulada Living Authors: A book of Biographies (1931). Public¨® poemas en revistas como Poetry, Commonweal, The New Republic, The Nation y The Dial.
Kunitz sigui¨® trabajando como editor para Wilson Company hasta 1943, cuando fue reclutado para el Ej¨¦rcito, a pesar de ser objetor de conciencia. Tras la Segunda Guerra Mundial, obtuvo una beca Guggenheim y empez¨® una larga carrera de profesor y fundador de instituciones de arte. Fue profesor en el Bennington College, en Vermont y varios a?os en Nueva York, donde cre¨® tambi¨¦n varios talleres de poes¨ªa. Con su escritura y su ense?anza en centros como la Universidad de Washington, el Queens College, Vassar, Brandeis, Columbia, Yale y Rutgers, influy¨® en una generaci¨®n de j¨®venes poetas, incluidos Louise Gluck, Carolyn Kizer y James Wright.
Entre sus libros se encuentran Selected Poems, 1928-1958 (1958), ganador del Premio Pulitzer; Passing Through: The Later Poems, New and Selected (1995), que obtuvo el National Book Award; The Poems of Staley Kunitz, 1928-1978, (1979); Nex-to-Last Things: New Poems and Essays (1985) y The Collected Poems (2000).
En 1987, cuando Kunitz ten¨ªa 81 a?os, el gobernador Mario M. Cuomo lo nombr¨® Poeta Oficial del Estado de Nueva York por un periodo de dos a?os. No estaba obligado a escribir para las ocasiones oficiales, pero en cualquier caso Kunitz habr¨ªa sido reacio a hacerlo. "El poeta no est¨¢ al servicio del Estado", dijo de su cargo oficial. "Por el contrario, defiende la conciencia solitaria opuesta a la gran estructura de poder del superestado".
En 2000 fue nombrado poeta laureado de Estados Unidos. De 1974 a 1976 fue asesor po¨¦tico de la Biblioteca del Congreso, un cargo precursor del programa de poeta laureado.
Le entusiasmaba la perspectiva de la poes¨ªa en el nuevo milenio. "Veo una nueva vitalidad en todos los cert¨¢menes de poes¨ªa improvisada, los poetas vaqueros, los poetas feministas y homosexuales, los experimentos con el rap", le dijo a la revista People. "Es como a comienzos del siglo XIX, el Romanticismo, que empez¨® con baladas callejeras".
Escrib¨ªa con lentitud, normalmente en una vieja m¨¢quina de escribir manual, a veces guardando un poema durante a?os antes de concluirlo, y prefer¨ªa trabajar por la noche. Insist¨ªa en que el secreto de la longevidad estaba en su actitud: "Soy curioso", le dijo a People". "Me mantengo activo. Hago jardiner¨ªa, escribo y bebo martinis". En una entrevista concedida a The New York Times el a?o pasado, dijo que se hab¨ªa reconciliado con la muerte y que no prestaba mucha atenci¨®n al legado que ¨¦l pudiera dejar. "?La inmortalidad? no es algo que me quite el sue?o", declaraba. De su obra, coment¨® a People: "Lo m¨¢s profundo que s¨¦, es que vivo y muero al mismo tiempo, y mi condena es dar fe de ese di¨¢logo conmigo mismo". -
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