"?No m¨¢s relojes, queremos pisos!"
Messi supera su timidez en el avi¨®n de vuelta de Par¨ªs y bromea con el micr¨®fono pidiendo a Laporta apartamentos por ganar t¨ªtulos
"?Por favor, por favor!", se escuch¨® decir a Eto'o, micr¨®fono en mano, en el Boeing 747 que traslad¨® al Bar?a desde el aeropuerto Charles de Gaulle de Par¨ªs hacia Barcelona despu¨¦s de una largu¨ªsima noche de fiesta. "Un poco de silencio. Vamos a arrancar dentro de poco. Gracias".
Y mientras los 600 pasajeros iniciaban el embarque del enorme aparato de dos pisos, Messi, el delantero argentino, que se perdi¨® la final por una maldita lesi¨®n, tom¨® el micr¨®fono y super¨®, aunque por un d¨ªa, su proverbial timidez.
"Puyi, ?Hay prima o no? Presi, que tiene que subir para arreglar esto de las primas. Por favor, le est¨¢n esperando. ?Basta de relojes, basta!", dijo Messi mientras los pasajeros ya en sus asientos romp¨ªan en risas. "Parece que es una broma pero no lo es. Presi, que estamos hablando en serio. La est¨¢n esperando los capitanes para hablar del asunto de las primas". "No s¨¦ si habr¨¢ escuchado pero hemos peleado y queremos un piso para cada uno. Si se da la vuelta ver¨¢ la cara de Roni y un poquito m¨¢s atr¨¢s la de Puyi y m¨¢s atr¨¢s la de Xavi, que est¨¢n para hablar con vos". "Repetimos: ?Basta de relojes! ?No queremos m¨¢s relojes! ?Cambiemos por favor". "Ac¨¢, Chema [encargado del material] me est¨¢ pidiendo un coche. Si no puede ser un piso, se conforma con un coche. ?Basta de bromas, que nos vamos, que nos esperan en Barcelona".
"Vine a Par¨ªs a ganar la copa y nos la llevamos a casa", dijo Joan Manuel Serrat antes de embarcar
La Copa, tocada con lazos azulgrana, pas¨® hasta por el detector de metales del aeropuerto
No pod¨ªa entonces escucharle Laporta, uno de los ¨²ltimos en embarcar acompa?ado de su hijo que, con un bal¨®n en mano, acept¨® la invitaci¨®n del comandante para ver el despegue del avi¨®n de los campeones. Las mujeres de Frank Rijkaard y Ten Cate, el segundo t¨¦cnico, tomaron el testigo de Messi y animaron despu¨¦s el vuelo al corear el nombre de cada uno de los jugadores que pasaban por su lado. Los botellines de champ¨¢n franc¨¦s corrieron por un pasaje tan agotado como exultante tras ganar una Copa que vio c¨®mo se le escurr¨ªa a 15 minutos del final.
"Fue un sufrimiento horroroso", admiti¨® Carles Rexach, ex t¨¦cnico del Bar?a, a quien se le vio despu¨¦s charlar animadamente con Laporta en la lanzadera. "Nadie pensaba que el Arsenal fuera a presentar tanta resistencia. Vald¨¦s lo ha parado todo". "Yo he venido a Par¨ªs a por la Copa y nos la llevamos a casa", a?adi¨® feliz Joan Manuel Serrat, con su peque?a mochila en la espalda al ir a facturar. Y el trofeo, tocado con lazos azulgrana, que hasta pas¨® por el detector de metales, pas¨® de mano en mano, de banco en banco, de asiento en asiento para fotografiar una imagen para la historia. No se la perdi¨® la familia de Edmilson o la madre de Eto'o, que se hizo un tocado con una bandera del Bar?a o la familia de Larsson, uno de los triunfadores de Par¨ªs y ya a punto de hacer las maletas para regresar a Suecia. Eto'o aprovech¨® el vuelo para echar una cabezadita, Gabri para estar con su beb¨¦, Puyol con su novia y Xavi para charlar con su hermano y el fisioterapeuta que le trat¨® durante su larga lesi¨®n.
Luego, el trofeo pas¨® de mano en mano entre los aficionados mientras los empleados del club, sin ¨¦xito, intentaban calmar al pasaje diciendo que habr¨ªa tiempo -no fue as¨ª- para todos. Tras recibir miles de besos durante toda la noche, la orejuda durmi¨® en la habitaci¨®n de Carlos Naval, delegado del equipo, en el hotel de Versalles. Tan mareada acab¨® la orejuda durante la fiesta noctura en Bois de Bologne, que hasta Txiki Begiristain, director deportivo del club, confes¨®, medio en broma, medio en serio, que casi hab¨ªa sufrido por su integridad. Pero apareci¨® intacta en Barcelona de manos de Puyol y Rijkaard que la asieron en lo alto de la escalerilla del avi¨®n. Unos 200 trabajadores del aeropuerto, con peto verde, dieron la bienvenida al equipo montados en gr¨²as y subidos en los tejados al grito de ?Campeones, campeones! Hasta los conos se utilizaron de meg¨¢fonos.
Fue su primera toma de contato con una ciudad enloquecida desde que Belletti marcara el segundo gol que le dio al Bar?a la segunda Champions de su historia. Primero apareci¨® Sylvinho, luego Rodri y el terceri Belletti, casi avergonzado por su inesperado protagonismo y que acab¨® despu¨¦s en la r¨²a sac¨¢ndose la camiseta y movi¨¦ndola como un molinillo. La mayor¨ªa, menos Ronaldinho, con pantalones blancos, iban con tejanos y con una camiseta azul con la leyenda, en catal¨¢n, Mas que un club, campeones de la Champions y campeones de Liga 2005-06. All¨ª les esperaban una decena de coches de la Guardia Civil que les condujeron al Puerto para que embarcaran en unas golondrinas. Barcelona aguardaba su segunda r¨²a en 10 d¨ªas.
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