El impuesto de sociedades bajar¨¢ al 30% antes de tres a?os para grandes empresas

La reforma fiscal, el proyecto econ¨®mico del Gobierno m¨¢s importante en lo que va de legislatura, salv¨® ayer su primer tr¨¢mite parlamentario con el apoyo de CiU, PNV y Coalici¨®n Canaria. El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, se comprometi¨®, en virtud del acuerdo alcanzado con los nuevos socios del Ejecutivo, a rebajar el impuesto de sociedades para las grandes empresas del 35% al 30% en tres a?os "como m¨¢ximo" en vez de los cinco previstos. La votaci¨®n de las enmiendas a la totalidad (de Izquierda Verde, Esquerra Republicana, PP y Bloque Nacionalista Galego) escenific¨® el cambio de socios del Ejecutivo socialista tras la salida de los republicanos del Gobierno catal¨¢n.

El acuerdo con CiU para sacar adelante la reforma fiscal, contempla la reducci¨®n de los plazos para la rebaja de cinco puntos en el impuesto de sociedades, que se aplicar¨¢ a las peque?as y medianas empresas (del 30% de los beneficios al 25%) en 2007, con un coste para las arcas del Estado de entre 1.000 y 1.200 millones de los 4.000 en que est¨¢ cifrado el total de los cambios impositivos.

Solbes se comprometi¨® ayer a adelantar tambi¨¦n la entrada en vigor de la reducci¨®n para las grandes empresas (del 35% al 30%), que como la dirigida al resto de compa?¨ªas estaba previsto que se aplicase de forma progresiva en cinco a?os.

El vicepresidente explic¨® en los pasillos del Congreso que aunque "lo ¨®ptimo" ser¨ªa rebajarlo tambi¨¦n en 2007, presenta algunas dificultades, de modo que se har¨¢ en dos o "como m¨¢ximo tres a?os". El portavoz de CiU, Josep S¨¢nchez Llibre, le reclam¨® que se aplicase en a?o o a?o y medio.

Solbes avanz¨® en su intervenci¨®n que habr¨¢ una ulterior modificaci¨®n del impuesto de sociedades a medio plazo para adaptarlo a las nuevas normas internacionales de contabilidad, pero no dio m¨¢s detalles. En todo caso, ese encaje ser¨ªa posterior a la aprobaci¨®n del nuevo plan general de contabilidad, que no se producir¨¢ previsiblemente antes de 2007.

Pese a que el Grupo Catal¨¢n retir¨® su enmienda a la totalidad del proyecto de ley del Gobierno, CiU no renuncia a lograr m¨¢s cesiones del Ejecutivo durante el tr¨¢mite parlamentario (ahora se debatir¨¢ en comisi¨®n y volver¨¢ al Pleno del Congreso antes del pasar al Senado). Entre ellas, el incremento de bonificaciones para el primer y segundo hijo (ya pactaron con los socialistas aumentar las deducciones para el tercer y cuarto descendiente) y la extensi¨®n de la paga mensual de cien euros a las madres de menores de tres a?os, trabajen fuera de casa o no.

Se mantuvieron, pues, las enmiendas de devoluci¨®n de ERC y BNG y las de IV y PP con texto alternativo, que fueron derrotadas en la votaci¨®n.

IV y Esquerra apoyaron mutuamente sus enmiendas y criticaron que la reforma fiscal beneficia a las rentas m¨¢s altas y castiga a las clases medias. "La percepci¨®n de que s¨®lo pagan los asalariados sigue igualmente vigente", dijo el portavoz republicano, Joan Puigcerc¨®s, quien reclam¨® que se apliquen deducciones por alquiler de vivienda y no s¨®lo por compra. Al igual que CiU, los republicanos reclaman la territorializaci¨®n y el aumento del porcentaje de IRPF que se dedica a fines de inter¨¦s social del 0,52% a 0,7%.

Joan Herrera, de IV, acus¨® a los socialistas de incumplir su programa electoral, que propon¨ªa "que tiendan a tributar igual las rentas de capital que las de trabajo" y calific¨® la reforma de "derechazo fiscal de un Gobierno que a veces peca de ambidiestro". El "desencuentro" con el Ejecutivo se torna "divorcio" en lo que respecta a la fiscalidad verde que "se aplaza y se desenfoca", dijo Herrera.

El PP considera que el proyecto del Gobierno es una "reforma mini, peque?a y de dudosa utilidad para la econom¨ªa espa?ola, cuando no perjudicial", seg¨²n dijo el diputado Vicente Mart¨ªnez Pujalte. ?ste ironiz¨® sobre la autor¨ªa del cambio en la fiscalidad ("no se sabe si es la de Miguel Sebasti¨¢n, la del programa electoral, la de Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez o la pactada con CiU") y dijo que el Gobierno "no baja impuestos" sino que "juega al cubilete". "Cosas que dijeron que eran mal¨ªsimas, vamos a acabar diciendo que son buen¨ªsimas", dijo en referencia a las deducciones.