"Me interesa que la estructura se perciba"
El estudio de Julio Mart¨ªnez Calz¨®n (Valencia, 1938), ingeniero de caminos, canales y puertos, ocupa dos bajos, frente a una zona ajardinada, en un edificio de viviendas del norte de Madrid. Su despacho est¨¢ decorado con p¨®sters de Christo, el artista que envuelve edificios, y con algunos lienzos pintados por ¨¦l. Todo es blanco, correcto, sin dispendios ni alardes. S¨®lo las ocho sillas que rodean una mesa son cada una de un color.
PREGUNTA. Considera que la vanguardia actual ha recuperado el protagonismo ingenieril. ?Eso es malo o bueno?
RESPUESTA. Desde 1850 hasta la Segunda Guerra Mundial, la ingenier¨ªa transform¨® la sociedad. De un escenario de arquitectura rural de supervivencia y de edificaci¨®n aristocr¨¢tica palaciega se pas¨®, con el ferrocarril primero, las v¨ªas, los t¨²neles, las carreteras despu¨¦s y toda la ciencia y la t¨¦cnica transformando la idea de confort, a una sociedad parecida a la actual. Los ingenieros de entonces eran personas muy reconocidas. Tras la Segunda Guerra, comienza a perder protagonismo como motor del progreso. Deja sitio a la biolog¨ªa molecular o a la inform¨¢tica, que van a ser tan determinantes para la sociedad como lo fue la aeron¨¢utica. La excelencia de la ingenier¨ªa entonces estar¨ªa en los grandes cohetes para la investigaci¨®n interespacial. La miniaturizaci¨®n de ese ¨¢mbito, por ejemplo, ha revertido en la sociedad. Y muchas investigaciones aeroespaciales, como los esc¨¢neres, se han trasladado al campo m¨¦dico, pero con un plazo m¨¢s largo. Hoy la inform¨¢tica supone una transformaci¨®n mayor que la del ferrocarril. Todo lo afecta: desde las circunstancias familiares hasta lo m¨¢s complejo. Y con los ordenadores, la ingenier¨ªa est¨¢ empezando a recuperar peso social.
"Creo que hay un componente est¨¦tico, o misterioso, que puede incorporarse como una peque?a proporci¨®n m¨¢s de la ingenier¨ªa"
P. ?Por qu¨¦?
R. Hasta los a?os setenta, los edificios se sosten¨ªan gracias a estructuras cl¨¢sicas. El ordenador ha hecho que los arquitectos desarrollen formas muy complejas pero consistentes porque se han podido estudiar mediante planos y alzados y conjuntos espaciales que antes no pod¨ªan verse en todas sus dimensiones. Eso ha exigido de la ingenier¨ªa reflexiones para poder hacer resistentes esos conceptos espaciales. Unas veces se ha hecho con ideas muy brillantes y otras apelando a lo m¨¢s cl¨¢sico. En cualquier caso, la concepci¨®n estructural se ha transformado. Y por ah¨ª creo que vamos a poder emitir cierta reestructuraci¨®n de la materia resistente. ?se es el reto. En los edificios es muy visible. En los puentes est¨¢ por venir. Algunos, como el de Mesina, entran, por su dimensi¨®n planetaria, en aspectos muy complejos de la fenomenolog¨ªa de la naturaleza. En su dise?o intervienen factores como la curvatura de la tierra, la variaci¨®n de la gravedad en diferentes zonas de la tierra.
P. En los puentes, ?el reto es la escala?
R. Es un factor de complejidad. Una escultura peque?a puede funcionar, pero si la quieres aumentar de escala 100 veces, la gravedad la destruye. Un elefante es el l¨ªmite de la masa. Si lo multiplicas por dos, sus huesos no lo soportar¨ªan. Pero hay m¨¢s factores: nuevos materiales y lo que se llama ingenier¨ªa inteligente: elementos m¨®viles que reaccionan para evitar agresiones, por ejemplo de un viento fuerte, en la estructura. Los nuevos materiales cambian su estructura y su resistencia, se acoplan al medio.
P. ?Con ellos la mejor soluci¨®n va a dejar de ser la m¨¢s sencilla?
R. Claro. El ¨ªndice de complejidad define el avance tanto en la naturaleza como en nuestra propia vida. Uno puede no querer complejidad, pero el avi¨®n la requiere. Para garantizar seguridad se necesita complejidad. Para permitir un sistema fluido de medios de transporte p¨²blico se requiere complejidad. Afortunadamente tenemos un material cerebral muy pl¨¢stico que se acomoda r¨¢pidamente a estos cambios.
P. Como ingeniero ha apostado por los puentes de estructura mixta (de hormig¨®n y metal). ?Por qu¨¦?
R. Cuando termin¨¦ la carrera, trabajaba por las ma?anas en el Instituto Torroja, donde constru¨ªan estructuras de hormig¨®n, y por las tardes, en un despacho que las levantaba met¨¢licas. El mundo estaba entonces muy dividido entre los partidarios de un sistema y los del otro. Yo vi que aquellas dos maneras pod¨ªan combinarse. Investigu¨¦. Aprend¨ª alem¨¢n para traducir un libro que exist¨ªa sobre sistemas estructurales mixtos. Al principio estaba solo. Hab¨ªa mucho escepticismo sobre esa posibilidad, incluso por parte de gente que hoy utiliza ese sistema.
P. ?Qu¨¦ los hace mejores?
R. La raz¨®n. Hay que saber c¨®mo utilizar cada sistema para combinarlos de manera ¨®ptima. Por ejemplo: el hormig¨®n necesita muchas cimbras. El acero viene de una prefabricaci¨®n muy profunda en perfiles y su ejecuci¨®n casi no precisa cimbras. El acero puede servir de elemento cimbrante al hormig¨®n. Hay zonas en las que el hormig¨®n no resiste bien, y otras en las que es lo m¨¢s oportuno, como una presa, por ejemplo. Si conoces los dos m¨¦todos puedes combinarlos para mejorarlos. No rechazo ning¨²n caso. Los dos extremos ser¨ªan las soluciones triviales del sistema mixto.
P. Como autor ha elegido vivir entre ese primer plano, firmando puentes, y un segundo plano, estructurando edificios de otros.
R. Eso es algo cl¨¢sico en los ingenieros. Para nosotros acabar un edificio no es atractivo. Lo que nos reta es hacerlo posible si es un edificio que se expresa. La arquitectura tiene una densidad de problemas m¨¢s amplia que la ingenier¨ªa. Es lo mismo que sucede cuando un arquitecto quiere trabajar en un puente. El hecho estructural de un puente es tan determinante que al arquitecto le queda poco margen. Cuando hacemos edificios buscamos poder sustentarlos.
P. De manera invisible.
R. A veces no, piense en el John Hancock de Chicago o en la Torre Collserola de Norman Foster. En cualquier caso es el arquitecto el que decide el protagonismo que la estructura tiene en su edificio. La elecci¨®n de la expresi¨®n de un edificio le corresponde al arquitecto. ?l es el director de orquesta. Hay algunos, como el aeropuerto Kennedy de Saarinen en Nueva York, en los que no hay separaci¨®n entre edificio y estructura. Resulta muy dif¨ªcil establecer los l¨ªmites entre forma y estructura.
P. ??sa es para usted la mejor arquitectura: la que se equipara a su estructura?
R. Los esquemas para juzgar la arquitectura cambian. El propio Saarinen ha sufrido un vaiv¨¦n en el juicio cr¨ªtico. La cultura es mucho m¨¢s profunda que las razones estructurales. Pero, apelando a Ortega, a m¨ª lo que me interesa es que la estructura sea co-presente. En una manzana hay una parte visible y otra, la de atr¨¢s, que no vemos pero conocemos. Me interesa que la estructura aunque no se vea, se perciba.
P. ?Ha deseado alguna vez corregir a un arquitecto?
R. Te llaman para que sustentes algo que existe. Mi reto es conseguir lo que ellos me piden. Te dicen: "Lo que quiero es que no se vea lo que sustenta esta c¨²pula". Bueno, todav¨ªa no sabemos hacer levitar los elementos. Pero intentamos resolver.
P. Ha trabajado con muchos de los m¨¢s famosos, de Moneo a Foster. ?C¨®mo armoniza con arquitectos tan dispares?
R. Por lo mismo que un solista de viol¨ªn puede trabajar con directores dispares. Lo que aportas se adapta.
P. En el proyecto de las torres de Valencia de Calatrava tuvo ocasi¨®n de trabajar con este ingeniero-arquitecto de dif¨ªcil clasificaci¨®n. Si alguien puede comprenderlo deber¨ªa ser usted con un pie en cada campo. ?Lo hace?
R. S¨ª, creo que le entiendo. Comprender es m¨¢s dif¨ªcil. Pienso que ¨¦l lo que quiere es ser artista. En ese camino hacia el arte, la arquitectura o la ingenier¨ªa han ocupado situaciones provisionales. Pero es un hecho que ha transformado la arquitectura y la ingenier¨ªa. ?Que tiene algo de manierismo? Pues tambi¨¦n. Pero sus edificios delatan una percepci¨®n de las formas y del espacio que otras personas no han tenido y que muchos se esfuerzan en imitar como ep¨ªgonos. Calatrava es un hecho singular. Es absurdo tratar de clasificarlo con las mismas normas que los dem¨¢s. Su hacer es algo fallero. Y eso atrae m¨¢s a los pol¨ªticos que a la cr¨ªtica, pero no hay nadie que curve los elementos con mayor elegancia. La cubierta de la sala de exposiciones de Tenerife es una pieza impresionante.
P. Asegura que la ingenier¨ªa civil es una atalaya privilegiada sobre el universo. ?C¨®mo se tienden puentes entre la ciencia y el arte?
R. La ingenier¨ªa es un punto medio. Y eso es clave para acercarte a la humanidad. Desde ella se pueden observar las preocupaciones de la sociedad. Y el puente entre el arte y la ciencia es la decisi¨®n de utilizar los dos brazos. ?Por qu¨¦ contentarse con uno si cada uno puede servir para algo?
P. ?C¨®mo se materializa el gusto por lo incierto en su trabajo?
R. Todos tenemos una carga de realismo y una de metaf¨ªsica. En la ingenier¨ªa parece que deber¨ªamos mantenernos dentro de los esquemas que se nos solicita de funcionalidad, resistencia o durabilidad. A pesar de eso, yo creo que hay un componente est¨¦tico, o misterioso, que puede incorporarse tambi¨¦n como una peque?a proporci¨®n m¨¢s de la ingenier¨ªa.
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