Pastor perdi¨® la batalla ante Rato para una regulaci¨®n financiera de la inversi¨®n en sellos

El Ministerio de Sanidad y Consumo, bajo el mando de Ana Pastor, perdi¨® en el ¨²ltimo trimestre de 2003 la batalla ante el Ministerio de Econom¨ªa por la regulaci¨®n eficaz de las inversiones en bienes tangibles, una actividad sobre la cual dicho departamento plante¨® que se trataba de una inversi¨®n de car¨¢cter financiero. Fue Sanidad y Consumo el que propuso la regulaci¨®n, hasta entonces inexistente, pero al conseguir que se hiciera mediante la disposici¨®n adicional de la ley de inversi¨®n colectiva perdi¨® la batalla precisamente al asign¨¢rsele una supervisi¨®n para la cual, seg¨²n hizo saber, carec¨ªa de medios.

El rompecabezas reconstruido por este peri¨®dico, a partir de entrevistas con diversas fuentes que participaron en la elaboraci¨®n de la citada disposici¨®n transitoria, arroja el cuadro inequ¨ªvoco de una batalla perdida.

A partir de septiembre de 2003, el Instituto Nacional del Consumo, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, sugiere al Ministerio de Econom¨ªa que los llamados bienes tangibles deb¨ªan ser regulados. Fuentes consultadas dijeron que la preocupaci¨®n era concreta: la presencia de ahorradores que estaban invirtiendo su dinero en actividades como la de los sellos.

En aquel preciso momento estaba pendiente la aprobaci¨®n de la ley de sociedades de inversi¨®n colectiva. Entre septiembre de 2003 y noviembre de aquel a?o, Sanidad y Consumo trabaj¨® para convencer al Ministerio de Econom¨ªa de dos cosas: primero, era necesario regular un sector que operaba en el medio de un vac¨ªo legal; segundo, al tratarse, seg¨²n Consumo, de una inversi¨®n de ahorradores el tema deb¨ªa quedar en la ¨®rbita en la que se controlan esas actividades, es decir instituciones como el Banco de Espa?a o la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores.

Sanidad y Consumo logr¨®, seg¨²n las fuentes consultadas, que por fin se aceptara la necesidad de una regulaci¨®n, pero al conocer que Econom¨ªa le adjudicaba la labor de supervisi¨®n pas¨® a dar una segunda batalla: lograr que la actividad fuera considerada una inversi¨®n financiera completamente ajena a lo que era tradicionalmente el objeto del Ministerio de Sanidad y Consumo.

Fuentes que participaron en los intercambios de opiniones entre el departamento de Pastor y el de Rato dijeron a este peri¨®dico que la resistencia de Econom¨ªa a tratar la inversi¨®n de sellos, entre otros bienes tangibles, como una inversi¨®n financiera fue inamovible. Esas fuentes se?alaron que la posici¨®n de Econom¨ªa reflejaba a su vez el punto de vista del Banco de Espa?a y de la CNMV. Ya en 2002, tanto Econom¨ªa como las dos instituciones citadas no consideraron que fuera de su competencia adoptar un control de las mencionadas actividades, tal como le hab¨ªa solicitado a trav¨¦s de una denuncia la Asociaci¨®n de Consumidores de Bancos, Cajas y Seguros de Espa?a (Adicae).

"Cuando se recibi¨® en el Ministerio de Sanidad y Consumo el texto de la disposici¨®n adicional n¨²mero cuatro para realizar el informe preceptivo era claro que la posici¨®n defendida hasta entonces, a saber, de que estas actividades eran inversiones financieras, hab¨ªa perdido la batalla. Porque la supervisi¨®n se atribu¨ªa a Consumo. En el informe realizado por Consumo sobre el texto de la disposici¨®n adicional se volvi¨® a defender la posici¨®n, sin ¨¦xito", se?al¨® una de las fuentes consultadas.

Miembros del Ministerio de Econom¨ªa en aquellos d¨ªas de septiembre-noviembre de 2003 dijeron a este peri¨®dico que la Subsecretar¨ªa de Econom¨ªa, ante el hecho de que entidades como la CNMV rechazaran su competencia en las citadas actividades, llegaron a solicitar un informe Servicio Jur¨ªdico del Estado, dependiente del Ministerio de Justicia. "All¨ª surgi¨® que la competencia era de Sanidad y Consumo", se?al¨® la fuente consultada.

Sin embargo, el equipo de Sanidad y Consumo sostiene, en comentarios a ¨¦ste peri¨®dico, que la preocupaci¨®n por la inversi¨®n en sellos en dicho departamento, no provino del mencionado informe. "Nuestros motivos eran m¨¢s concretos. Hab¨ªa una gran cantidad de inversores en una actividad que no estaba regulada. Y presentaba riesgos potenciales. Eso era todo", dijo la fuente consultada.

Una vez perdida la batalla por la supervisi¨®n de las inversiones en sellos como si se tratase de una variante m¨¢s de inversiones financieras, Sanidad y Consumo, dijeron las fuentes, decidi¨® asumir lo que era ya un hecho consumado: la supervisi¨®n. Los t¨¦cnicos, con el acuerdo de la ministra de Sanidad, se entrevistaron con miembros del Ministerio de Econom¨ªa y enviaron cartas (dos seg¨²n inform¨® Ana Pastor a EL PA?S) en las que pusieron de relieve que se necesitaban nuevos recursos y un desarrollo jur¨ªdico m¨¢s detallado para actividades como la de los sellos.