La vida exagerada de un fundador
Fue el obispo Agust¨ªn de Hipona, pecador compulsivo, seg¨²n presumi¨® en sus confesiones, y m¨¢s tarde uno de los grandes padres de la Iglesia romana, quien acu?¨® la idea de que a veces hay que tolerar el mal menor para evitar un mal mayor. Lo dijo as¨ª: "Expulsad a las prostitutas, y toda la ciudad se ver¨¢ sacudida por el libertinaje". El Vaticano practic¨® esta m¨¢xima durante siglos, ayudado por los apagones medi¨¢ticos y el miedo. La difusi¨®n de los esc¨¢ndalos por pederastia y otros abusos entre la jerarqu¨ªa de EE UU, con una prensa imposible de acallar, le ha convencido del error, como predic¨® el cardenal Ratzinger al c¨®nclave del que saldr¨ªa papa Benedicto XVI. La crisis es grav¨ªsima, superarla exige practicar la tolerancia cero, conmin¨® a los abrumados cardenales electores.
Las primeras v¨ªctimas de esa pol¨ªtica, procedentes de EE UU, viven un pl¨¢cido retiro en Roma, alejados sin castigo del mundanal ruido. Con esta p¨²blica sanci¨®n al fundador de los Legionarios de Cristo, el Papa dice basta de una manera m¨¢s aparatosa: colocando sin miramientos en la picota nada menos que a uno de sus grandes fundadores modernos.
Marcial Maciel Degollado (Cotija de la Paz, M¨¦xico, 1920) no es un eclesi¨¢stico com¨²n. Es un Fundador, con may¨²scula, un hombre destinado al altar por haber convocado en torno al Papa a un inmenso ej¨¦rcito de fieles con esp¨ªritu legionario, como antes hicieron Ignacio de Loyola (jesuitas), Francisco de As¨ªs (franciscanos), Josemar¨ªa Escriv¨¢ (Opus) y tantos otros. En los ¨²ltimos doscientos a?os, s¨®lo un papa ha sido elevado a los altares -san P¨ªo X-, frente al rosario de santos fundadores que no cesa.
Los fundadores suelen tener vidas extraordinarias. La de Marcial Maciel resulta casi milagrosa, juzgada por lo ocurrido ayer. Hijo de ricos, sobrino de dos obispos y expulsado tres veces de otros tantos seminarios, fund¨® antes de hacerse cura, a los 20 a?os, la congregaci¨®n de los Legionarios de Cristo junto a otros 13 muchachos, llamados inicialmente Misioneros del Sagrado Coraz¨®n y de la Virgen de los Dolores. Fue en enero de 1941. Tres a?os despu¨¦s se orden¨® sacerdote y emprende, como tantos antes, su romer¨ªa particular. Y Roma le abre las puertas, se supone que con la llave de los dos parientes obispos. Los seguidores de Maciel lo cuentan de otra manera, como un primer prodigio. En una multitudinaria ceremonia de P¨ªo XII, el joven que dice sentirse enviado de Dios a M¨¦xico se acerca al Papa. "Soy un sacerdote mexicano y tengo una cosa importante que decirle". Y el Papa: "Ma?ana a las 12.00". Lo que sucedi¨® despu¨¦s est¨¢ plagado de ¨¦xitos y triunfos, incluso econ¨®micos -los millonarios de Cristo, se les llama a veces, con severa malicia-, pero tambi¨¦n de esc¨¢ndalos y denuncias por pr¨¢cticas pederastas y abusos sexuales. Ayer, el Vaticano se rindi¨® ante las evidencias.
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