"Es buscar una aguja en un pajar"

"Hac¨ªa mal tiempo. El piloto intent¨® descender m¨¢s, pero el avi¨®n se mov¨ªa una barbaridad por el viento. Nada, no vimos nada. Ni la balsa en la que nos lanzamos al mar ni el barco. S¨®lo nubes y agua". Pepe Ribes, proa del Movistar, contaba ayer su intento de localizar el barco abandonado el domingo en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico a causa del temporal durante la s¨¦ptima etapa de la Vuelta al Mundo. El tripulante espa?ol sobrevol¨® junto a Tom Campbell, jefe del equipo de tierra, y la fot¨®grafa Mar¨ªa Mui?a la zona en que dejaron la embarcaci¨®n, a unas 350 millas de la costa brit¨¢nica. El aparato rastre¨® una superficie de 30 millas cuadradas, a una altura de entre 100 y 200 metros, y regres¨® a tierra sin noticias. "Es como buscar una aguja en un pajar, pero lo seguiremos intentando", asegur¨® Pedro Campos, director del Movistar.

La expedici¨®n parti¨® desde Cork (Irlanda) a las seis de la ma?ana, y sobrevol¨® la zona durante tres horas, el tiempo m¨¢ximo de autonom¨ªa del avi¨®n. El parte meteorol¨®gico previsto para hoy y ma?ana a 300 millas de la costa anuncia de nuevo problemas de visibilidad, por lo que la b¨²squeda podr¨ªa retrasarse hasta el s¨¢bado. "Emplearemos todos los medios posibles, pero podemos tardar d¨ªas e incluso semanas", a?adi¨® Campos; "de momento no tenemos barco".

La tormenta que azot¨® el lugar donde los navegantes dejaron el barco ha complicado el rescate. La embarcaci¨®n puede haberse desplazado varias millas desde que el sistema de posicionamiento dej¨® de emitir. El domingo, una ola de 15 metros golpe¨® al barco Pont Aven, que navegaba entre Plymouth y Santander con 1.150 pasajeros a bordo. La colisi¨®n provoc¨® seis heridos y destrozos en todas las ventanas y oblig¨® a la nave a retirarse a Francia. "Nos golpe¨® un muro de agua. Vi una ola gigante y escuch¨¦ un ruido como una explosi¨®n. Nunca hab¨ªa visto el mar as¨ª", cont¨® uno de los pasajeros. El temporal tambi¨¦n provoc¨® la anulaci¨®n de varios cruceros en el Canal de la Mancha.

El Movistar ha pedido colaboraci¨®n al servicio de guardacostas del Reino Unido y Francia, que contin¨²an la b¨²squeda por mar, y ha avisado a todos los barcos con tr¨¢fico en la zona. Curiosamente, la ley mar¨ªtima estipula que cualquier barco encontrado en aguas internacionales y sin tripulaci¨®n pasa a ser propiedad de aqu¨¦l que lo encuentre y lo lleve a tierra. Es decir, si el Movistar es rescatado por otra embarcaci¨®n, podr¨ªa negociar con el equipo espa?ol su devoluci¨®n. "Se puede pedir hasta el precio de venta del barco, que es inferior a su coste de construcci¨®n. Es lo que valdr¨ªa en el mercado en las condiciones en las que se encuentre", explica Luis S¨¢enz Mariscal, experto en derecho mar¨ªtimo. En el caso del Movistar, con la quilla rota y el sistema electr¨®nico destrozado, el precio ser¨ªa muy inferior a los ocho millones de euros que cost¨® fabricarlo. El ABN Amro 1, por ejemplo, ganador ya de la Vuelta al Mundo, puede venderse "como mucho" por tres millones.

Si el avi¨®n lo encuentra en la superficie, el Movistar deber¨¢ ser remolcado hasta tierra, una operaci¨®n muy cara y que podr¨ªa prolongarse una semana. La p¨®liza de seguro contratada por el equipo espa?ol ofrece una compensaci¨®n por su p¨¦rdida mediante un sistema decreciente seg¨²n avanza la prueba. A estas alturas, la indemnizaci¨®n puede rondar los tres millones de euros.

La ¨²ltima referencia de un barco de regatas perdido en el oc¨¦ano es el Moquini, azotado por una tormenta ante la costa de Sur¨¢frica en septiembre de 2005. Los servicios de rescate lo buscaron sin ¨¦xito durante dos semanas. Fue hallado en febrero de 2006, casi medio a?o despu¨¦s, a 500 millas de distancia. Sus seis tripulantes hab¨ªan desaparecido.