Las incorrecciones hist¨®ricas de un Estatuto reformado
Seg¨²n los grupos pol¨ªticos y sociales que la defienden, nuestra reforma estatutaria abre las puertas a un importante aumento, tanto en la calidad de vida como en el autogobierno de los andaluces, por lo que estoy convencido de que ello debe partir de un riguroso conocimiento de nuestra historia reciente.
Le¨ªdo el pre¨¢mbulo de la alta norma que la C¨¢mara andaluza elev¨® a Cortes, como historiador deseo puntualizar una serie de cuestiones para evitar que tomen naturaleza de ley interpretaciones err¨®neas o datos mal documentados. Hace algunos meses, al hilo de la solicitud de revisi¨®n del sumario que conden¨® a muerte a Blas Infante, ya se abri¨® una intensa pol¨¦mica al respecto al sacar de contexto determinadas palabras en referencia a la comisi¨®n creada el 5 de julio de 1936, para recuperar el proceso auton¨®mico desde el ¨ªmpetu del Frente popular. Paso por ello, a comentar algunos datos.
El Pleno del Parlamento que nomina a Blas Infante con el t¨ªtulo de Padre de la Patria Andaluza se celebr¨® los d¨ªas 13 y 14 de abril de 1983, y no del a?o de 1985 como se recoge en el texto. Puede comprobarse en la base de datos de la instituci¨®n consultable a trav¨¦s de la misma web. Es m¨¢s, podr¨ªa apoyarse este reconocimiento tambi¨¦n en el hecho de que el Congreso se ha adherido en id¨¦nticos t¨¦rminos (20 noviembre de 2002) y, m¨¢s recientemente, nuestro legislativo auton¨®mico le ha nombrado presidente de honor de nuestra autonom¨ªa. (10 y 11 de noviembre de 2004).
Un segundo punto se refiere a la controvertida denominaci¨®n Juntas Liberalistas nominadas en plural por este investigador repetidas veces, tambi¨¦n por desconocimiento. Recientes datos que he localizado documentan que este colectivo, republicano y heredero de los Centros Andaluces de la Restauraci¨®n, se legaliza como entidad "pol¨ªtica" ante el Gobierno Civil de Sevilla, el 29 de diciembre de 1931, registr¨¢ndose en el registro de asociaciones en singular: Junta Liberalista (libro 24 de 1930-1932). Es m¨¢s, esta interpretaci¨®n en el n¨²mero de las dos palabras aludidas y nombre del grupo nacionalista, s¨ª parece correcta en el art¨ªculo 3.3 de la propuesta articulada. La misma que consta en todas las publicaciones de la hist¨®rica asociaci¨®n. Y ojo, esto no quiere decir, que la vigente instituci¨®n de autogobierno creada en abril de 1978: Junta de Andaluc¨ªa, tome su nombre de dicha nominaci¨®n hist¨®rica.
Un p¨¢rrafo del pre¨¢mbulo gira alrededor del impulso que cobra el movimiento autonomista durante la II Rep¨²blica. Si bien la primera petici¨®n de autonom¨ªa para Andaluc¨ªa est¨¢ documentada en noviembre de 1918, cabr¨ªa decir que en los a?os 1931, 1932 y 1933 existieron textos que fijaron las bases del futuro estatuto, siendo la Asamblea Regional Andaluza en enero de este ¨²ltimo a?o el hito de m¨¢xima inflexi¨®n en todo el proceso. En 1933 no se "proyecta" un Estatuto como se alega, sino que el intento ya comenz¨® despu¨¦s del 14 de abril como est¨¢ demostrado, de forma que la Junta Liberalista no "aprueba" en 1933, en todo caso registra, el himno tal y como hoy le conocemos en su versi¨®n a piano (a no ser que alguien aporte el acta de la entidad con dicho acuerdo). Me remito a las obras en las que he participado, El proceso auton¨®mico de Andaluc¨ªa durante la II Rep¨²blica, as¨ª como El Ideal Andaluz en la Segunda Rep¨²blica. La Asamblea Regional de C¨®rdoba, editadas por la Fundaci¨®n Blas Infante, as¨ª como otros trabajos m¨ªos en esa ¨¦poca y durante la Transici¨®n.
Dicha Junta Liberalista, no form¨® esa nombrada "pro-junta regional andaluza". En todo caso, y como est¨¢ ampliamente demostrado, fue el conjunto de las Diputaciones andaluzas las que crearon en febrero de 1932 una estructura para dinamizar el proceso: Comisi¨®n Organizadora de la Asamblea Regional Andaluza. Incluso, cuando en 1936 tras el triunfo del Frente Popular se retoma el texto de 1933 realizado en C¨®rdoba, tras un encuentro el 5 de julio en Sevilla "pro-estatuto", se elige una Comisi¨®n "pro-auton¨®mica", que, entre otras cosas, retomar¨ªa para el debate las Bases de aquel a?o, crear¨ªa una comisi¨®n pro-auton¨®mica que nombrar¨ªa a Infante su presidente de honor, y convocar¨ªa para finales de septiembre un nuevo encuentro regional sobre el que ser¨ªa muy arriesgado interpretar la existencia para entonces de articulado o de refer¨¦ndum.
Un ¨²ltimo, pero no por ello menos importante extremo, hace alusi¨®n al hecho de que la Guerra Civil fuera la causa que "rompe el camino a la autonom¨ªa". Es triste que sigamos atribuyendo en documento tan importante y en este a?o 2006 de la Memoria Hist¨®rica, todos los males de la Rep¨²blica a la contienda fraticida y no, precisamente, a la ileg¨ªtima e inconstitucional insurrecci¨®n golpista como causa primera de la misma.
Hago p¨²blicas estas consideraciones en el deseo de que la pol¨ªtica sea siempre coherente con la labor hist¨®rica. Convencido de que, en este caso, ambas ciencias a¨²n pueden ir de la mano. Si sus se?or¨ªas -con la venia-, est¨¢n de acuerdo.
Manuel Ruiz Romero es doctor e investigador experto en la historia de la autonom¨ªa andaluza.
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