Luis Pastor, el superviviente
Luis Pastor (Berzocana, 1952) viene de comer con Alfonso Ungr¨ªa, el cineasta que firma su nuevo clip. Llega con retraso: "Pasamos por una tienda donde vend¨ªan prendas a un euro y todos hemos picado". Son las ventajas de Rivas-Vaciamadrid: "Tiene el estigma del basurero de Madrid, pero ahora es un barrio con buen equipamiento, mis chavales crecen felices". Ellos motivaron que Luis Pastor y su mujer-manager, Lourdes Guerra, dejaran su famoso piso en el centro de Madrid, escenario de notables encuentros: "S¨ª, a un cumplea?os m¨ªo acudieron Charly Garc¨ªa y Calamaro, hoy irreconciliables".
Luis disfruta con su actual modus vivendi. "Hasta 1999, no sab¨ªa lo que eran las vacaciones por la tontuna esa de que los cantantes hacemos caja en verano, que nunca fue verdad para m¨ª. Por julio, nos vamos a Extremadura, una familia m¨¢s que vuelve a su tierra de origen". Los m¨²sicos extreme?os le consideran su embajador en Madrid y saben de su generosidad. "?Cazador de talentos? No. Apuesto por las personas. Bebe fue canguro en mi casa, donde tambi¨¦n durmi¨® Gecko Turner. Ambos cantaron o tocaron conmigo pero no se me ocurri¨® producirles. No soy buen juez: Ismael Serrano me dio su maqueta y le dije que lo suyo era muy a?os setenta. Era yo el equivocado".
Desde los 20 a?os, Pastor vive de la m¨²sica. "Nunca juego a la loter¨ªa, ya me ha tocado el gordo. Aunque he tenido mucho en contra: de Vallecas, mi disco m¨¢s vendido, apenas me llegaron royalties hasta la reedici¨®n de DRO. Claro que los contratos que firm¨¢bamos eran criminales, 3% para el artista". En 1979, se retir¨®. "Estoy cantando ante miles de personas en las fiestas de Saconia, y me invade tal tristeza al intuir que mi repertorio y mi actitud ya no son v¨¢lidos... se me resquebraja la utop¨ªa de la militancia y el altruismo. Me siento m¨¢s agitador que artista y me bajo del carro, rumbo al teatro. En el Gayo Vallecano, descubro mi cuerpo. De barbudo con chepa paso a interpretar, a bailar, a disfrutar".
Vuelve en 1981: "Creo haber hecho la reconversi¨®n, y me topo con la movida: cantautor es una palabra fea. Tambi¨¦n se pierde la solidaridad entre compa?eros, cuando me enfrento al PSOE, que quiere contratarnos en exclusividad durante una campa?a. Pero Amestoy me da el regalo del personaje del ciego de las coplas, que me permite reciclar ideas musicales que ten¨ªa almacenadas. A trav¨¦s de la televisi¨®n, demuestro que hay hueco para la canci¨®n pol¨ªtica, pegada a la realidad".
En 1988, tras la fr¨ªa acogida a su Aguas de abril, entiende que la industria le rechaza definitivamente. "Y nunca fui un purista: coquete¨¦ con el rock, hice maxis de baile. Esa crisis de identidad me devuelve a lo esencial: voz y guitarra, poes¨ªa y melod¨ªa. Salto a los peque?os locales, bares donde puedo construirme otro p¨²blico. Y conecto con los nuevos cantautores, humana y musicalmente. Me deslumbra Pedro Guerra, que tiene resuelta la asimilaci¨®n de los grandes brasile?os. Yo canto mejor despu¨¦s de colaborar con Pedro, Luis Barber¨ªa, Bidinte, Chico C¨¦sar o Leo Minax. Soy una esponja y cada dueto es un cursillo".
Su reciente D¨²os procede
esencialmente de los disco-libros que saca con El Europeo. Es una recopilaci¨®n que Luis ha licenciado a Sony BMG: "Desde 1992, soy propietario de mi cancionero. Grabo cuando quiero, s¨¦ hacer discos cuando no tengo dinero: igual no puedo trabajar con Lenine pero me adapto. Me adelant¨¦ a la crisis, que ahora obliga a tantos artistas a independizarse y a las discogr¨¢ficas a reinventarse. Antes, las compa?¨ªas ten¨ªan todos los ases: los estudios, los canales de distribuci¨®n y promoci¨®n. Ya no es as¨ª".
Tambi¨¦n ejerce de tendero: "Tras cantar, Lourdes o yo montamos nuestro top manta. En un centro de barrio pueden ir a verme 130 personas pero luego vendo 35 discos: gano nueve euros por CD y pongo cara a mi p¨²blico. No tengo nada contra quien se baja mis discos ilegalmente; hombre, preferir¨ªa que pagara algo, pero s¨¦ que mis canciones le sirven a alguien. Adem¨¢s, esa copia pirata llega a otros o¨ªdos que igual ir¨¢n a verme al pr¨®ximo concierto. El directo nos permite comer a los cantantes pero ahora, a¨²n con ventas modestas, puedo presumir de haber ganado cantidades respetables con mis discos".
Pastor no cree en las oficinas que llevan a muchos artistas. "Trabaj¨¦ 17 a?os con Luis Su¨¢rez Rufo, un ex seminarista que era un desastre en lo econ¨®mico. Luego, mis mujeres han ejercido de managers". Ser francotirador tambi¨¦n tiene sus l¨ªmites: "Saco disco cada dos a?os, pero hay un muro infranqueable que me impide llegar a los medios fuertes o a las grandes superficies". Una ¨²ltima recomendaci¨®n, Luis: "Para ser cantante, se necesita fe. Si una familia depende de ti y no hay ingresos regulares, tienes que estar muy, muy convencido. Otra trampa es la competitividad, te lleva a lugares que igual no son los tuyos: debes ser honrado contigo mismo".
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