Marbella Vice
No he estado nunca en Marbella, y no s¨¦ si eso me hace el m¨¢s id¨®neo o el peor espectador del inquietante especial informativo Asalto a Marbella, que Tele 5 ofreci¨® anteanoche. Sin ser formalmente nada del otro jueves, ten¨ªa todo lo que se le puede pedir al gran melodrama: un escenario lujoso, ricos y famosos de carne y hueso (con la contradicci¨®n impl¨ªcita en dichos t¨¦rminos), y una locuaz mujer despechada, Maite Zald¨ªvar, la esposa del infiel Juli¨¢n Mu?oz, antiguo brazo derecho de Jes¨²s Gil, antiguo alcalde de Marbella, antiguo en su manera de vestir y peinarse y ¨²nico de los protagonistas del drama que est¨¢ hoy en libertad o vivo, junto a la manzana de la discordia conyugal Mu?oz-Zald¨ªvar, Isabel Pantoja, tambi¨¦n libre y muy viva.
En sesenta minutos, el programa no pod¨ªa profundizar en el asunto, pero los atisbos estremec¨ªan. El fanatismo de esa se?ora que dec¨ªa: "A m¨ª don Jes¨²s Gil me dice que tengo que dar dos deos y me los corto", la voz de los justicieros Alfonso Santiesteban, tildando a Mu?oz de "antip¨¢tico, borde y maleducado", o el punzante periodista Carlos Ferrando, con envidiable bronceado (?marbell¨ª?), y siempre, cual N¨¦mesis recurrente, la traicionada Maite Zald¨ªvar supurando por la herida, como si el cuerno le doliera m¨¢s que la estafa de los 3.600 millones de euros que hoy mantiene en la c¨¢rcel a la plana mayor del Ayuntamiento local, aunque, de momento, no a su ex Juli¨¢n. Al igual que en los thrillers televisivos, Tele 5 ya anunci¨® Asalto a Marbella 2, un monogr¨¢fico sobre "el gilismo". Creo que me voy a enviciar a la serie.
El mismo jueves, La 2 sentaba c¨¢tedra de cordura llevando a Cultura con ? al matador Luis Francisco Espl¨¢, que cumple treinta a?os en los ruedos. Ya se sabe que Espl¨¢ es un poco intelectual, doctorado universitario, pintor, aunque ¨¦l s¨®lo reconoce ser "curioso". Lo pavoroso fue o¨ªr su dictamen respecto al estado actual de la lidia, un "negocio de pillaje" que har¨¢ que el torero pronto tenga que salir al ruedo con su abogado. El marbellecimiento global del planeta, que se extiende.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.