Bill Evans, 'in mem¨®riam'

Sali¨®, por fin, el disco de Ni?o Josele sobre la m¨²sica de Bill Evans, y anteanoche lo present¨® en Madrid, en Calle 54, que estaba abarrotada de un p¨²blico expectante, en el que eran visibles gentes del flamenco y del jazz.

Yo, personalmente, m¨¢s bien creo que el jazz est¨¢ presente en todo momento, mientras el flamenco s¨®lo lo hace de vez en cuando en espor¨¢dicos toques de Ni?o Josele. Lo digo, aparte de por el sonido, porque parece que prevalece el car¨¢cter de jazz en la obra de aquel Bill Evans a quien Josele rememora en estos compases que, sin embargo, de vez en cuando suenan tambi¨¦n a flamenco.

En cualquier caso, el esp¨ªritu de Bill Evans se halla constantemente presente en esta afortunada evocaci¨®n de su m¨²sica. Notas lentas en general, que s¨®lo excepcionalmente aceleran su sonido. Notas lentas y muy pensadas, en que la guitarra ocupa decididamente el lugar del piano, se transforma en su voz y repite el discurso que aqu¨¦l debi¨® tener.

Por una vez la guitarra transcribe fidedignamente las notas del piano, en un ejercicio de simbiosis claramente perceptible, hasta el punto de que si cerramos los ojos con frecuencia creeremos estar oyendo el piano de Evans.

Seducido

Cuando oy¨® por primera vez su m¨²sica, y qued¨® fascinado por ella, Ni?o Josele no ten¨ªa ni idea de qui¨¦n era el pianista. Pero fue seducido por ella de tal manera que ya comenz¨® a hacer su m¨²sica y a procurarse m¨¢s grabaciones. Fue una lenta labor de hormiguita, en la que Josele no cej¨® ni un momento en su empe?o de trasladar a su instrumento -la guitarra flamenca- lo que tanto le seduc¨ªa de Bill Evans.

En el concierto de anteanoche en Madrid, Ni?o Josele estuvo ciertamente brillante. Mantuvo las pulsaciones con el temple adecuado, sin vacilar ni un solo momento. Esas pulsaciones de ritmo despacioso fueron dando la pauta de una m¨²sica importante, llena de sugesti¨®n.

Colaboraron con ¨¦l dos maestros de sus instrumentos: Marc Johnson en el contrabajo, y Horacio El Negro en las percusiones. Tambi¨¦n ellos actuaron con suma discreci¨®n, sin romper el cuadro sino, por el contrario, tocando con sumo cuidado, casi "en voz baja".

De propina sali¨® el maestro Gerry Gonz¨¢lez, quien con la sordina en su trompeta interpret¨® un tema en compa?¨ªa de los otros m¨²sicos. Fue un digno colof¨®n para un concierto marcado en todo momento por la calidad, como ya es norma en todo lo que hace Ni?o Josele. Quien triunf¨® rotundamente, est¨¢ de m¨¢s decirlo.