El mayo m¨¢s africano de las islas Canarias
El mes pasado llegaron al archipi¨¦lago 4.792 inmigrantes 'sin papeles', 22 veces m¨¢s que en el mismo periodo de 2005
El mes de mayo del a?o pasado, las fuerzas de seguridad interceptaron en Canarias a 218 inmigrantes. Este a?o, durante el mismo periodo, han interceptado a 4.792. Es decir, casi 22 veces m¨¢s. Un alto cargo de la polic¨ªa, experto en extranjer¨ªa y habitualmente moderado en sus apreciaciones, se muestra desconcertado ante lo que est¨¢ ocurriendo en el archipi¨¦lago: "Esto no es una oleada, es un tsunami".
El tsunami crece mes tras mes. Lo demuestra el que los interceptados en mayo son m¨¢s de la mitad del total de los detenidos en las islas desde enero (8.949). Y que el total suma y sigue en los primeros d¨ªas de junio. El a?o pasado, s¨®lo fueron aprehendidas en el mismo periodo 1.471 personas.
Los cayucos son m¨¢s baratos, grandes y seguros que las antiguas pateras
El 99% de los inmigrantes irregulares detenidos son subsaharianos. Y de ¨¦stos, el 80% procede de Senegal. "Es como si todos los j¨®venes de ese pa¨ªs de 12 millones de habitantes hubieran decidido subirse a un cayuco y dirigirse a Canarias", comenta un alto cargo del Ministerio del Interior. La perspectiva es inquietante, porque el 80% de la poblaci¨®n tiene menos de 30 a?os. Y lo es a¨²n m¨¢s si se tiene en cuenta que cada vez es mayor el porcentaje de nacionales de los pa¨ªses vecinos (Mal¨ª, Gambia, Guinea-Bissau, Guinea Conakry...) que comparten los cayucos con los Senegaleses.
Ning¨²n desastre natural, m¨¢s all¨¢ de la miseria permanente que sufren los africanos, sirve para localizar el terremoto que ha originado el tsunami. En realidad, lo que ha ocurrido es consecuencia directa del ¨¦xito del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero para taponar las rutas de pateras que zarpaban desde Marruecos y desde el S¨¢hara Occidental hacia Canarias y Andaluc¨ªa. La clausura de esos puntos de salida hacia Europa ha permitido a los inmigrantes clandestinos descubrir otro itinerario, m¨¢s r¨¢pido y barato, para alcanzar las costas espa?olas.
?sta es la secuencia de los hechos. En 2002 llegaron a las costas espa?olas 15.670 inmigrantes (6.795 a Andaluc¨ªa y 9.875 a Canarias). En 2003, la cifra creci¨® hasta 19.176 (9.788 a Andaluc¨ªa y 9.388 a Canarias). Es decir, el n¨²mero de sin papeles registr¨® un aumento de 3.500 personas.
Pero tras la llegada de Rodr¨ªguez Zapatero a La Moncloa el n¨²mero de inmigrantes llegados en pateras comenz¨® a descender. En 2004 fueron interceptados 15.675 (7.245 en Andaluc¨ªa y 8.426 en Canarias). Es decir, 3.500 personas menos que el a?o anterior. Ese cambio de tendencia fue atribuido a la recomposici¨®n de las relaciones con Marruecos, cuyas autoridades comenzaron a controlar la salida de embarcaciones desde sus costas y desde el S¨¢hara Occidental, y a la extensi¨®n del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), que permite localizar e interceptar las lanchas.
El SIVE sirvi¨® sobre todo para disuadir a los inmigrantes marroqu¨ªes, que eran devueltos inmediatamente a su pa¨ªs. Pero no a los subsaharianos, que agradecieron ser localizados y rescatados: Espa?a no pod¨ªa repatriarlos porque sus pa¨ªses de origen se negaban a admitirlos. Sin embargo, el control costero de Marruecos les imped¨ªa saltar al para¨ªso europeo. Al a?o siguiente, 2005, las llegadas de pateras descendieron a¨²n m¨¢s, hasta 11.781 personas (7.066 en el Estrecho y s¨®lo 4.781 en Canarias). ?El n¨²mero de inmigrantes llegados a Canarias se redujo un 50% en s¨®lo tres a?os!
Pero el taponamiento de los puertos de salida hizo que miles de subsaharianos, algunos de los cuales hab¨ªan tardado a?os en llegar desde sus pa¨ªses hasta Marruecos, fueran concentr¨¢ndose alrededor de Ceuta y Melilla. Desesperados, acabaron lanz¨¢ndose al asalto de las vallas fronterizas de ambas ciudades. La crisis se sald¨® con al menos 13 inmigrantes muertos y miles de deportados.
S¨®lo unos meses despu¨¦s, los africanos encontraron una nueva v¨ªa de escape hacia Canarias: Nuadib¨², la ciudad mauritana fronteriza con el S¨¢hara Occidental. Y un nuevo medio de transporte: el cayuco o piragua, embarcaci¨®n m¨¢s barata, grande y segura que la patera. Al menos 200 inmigrantes murieron ahogados antes de que Mauritania lograra, con la ayuda de Espa?a, cierto control de sus puertos.
Entonces, los inmigrantes se trasladaron m¨¢s al sur, a las costas de Senegal. Desde all¨ª hasta Nuadib¨² el mar es tranquilo y c¨¢lido, y ellos son expertos marineros. No tienen problema en costear 1.200 kil¨®metros. O m¨¢s, en caso de que Europa logre sellar tambi¨¦n esa v¨¢lvula de escape.
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