El crimen de 'La ronda de noche'
El cineasta Peter Greenaway reconstruye en una instalaci¨®n teatral para el Rijksmuseum de Amsterdam "la pel¨ªcula de los hechos" pintados por Rembrandt

La ronda de noche, el cuadro m¨¢s emblem¨¢tico de Rembrandt y uno de los m¨¢s famosos del arte universal, presentar¨¢ hasta el pr¨®ximo 6 de agosto un aspecto inusitado. El cineasta brit¨¢nico Peter Greenaway, invitado por el Rijksmuseum de Amsterdam a "jugar" con la tela en el 400? aniversario del nacimiento del pintor, la ha convertido en el escenario de un crimen sin resolver. Dicho delito, supuestamente denunciado por el propio maestro de la Edad de Oro por medio del tiro de mosquet¨®n disparado por uno de sus 34 personajes, vertebra ahora una instalaci¨®n teatral de luces, sonido e im¨¢genes que llama al p¨²blico a despejar un enigma servido por Greenaway al estilo de las cintas policiacas.
"Rembrandt pint¨® el cuadro contra unos conspiradores capaces de asesinar", afirma el realizador
"He tenido el privilegio de tratar de insuflar nueva vida a una de las obras m¨¢s conocidas del mundo, junto con la Mona Lisa, de Leonardo, y la Capilla Sixtina, de Miguel ?ngel. Esto no habr¨ªa ocurrido en Gran Breta?a, seguro. Pero los holandeses abordan el arte de forma realista. Como algo que puede usarse porque est¨¢ creado por la gente misma", dijo Greenaway al mostrar su instalaci¨®n, repartida en dos salas del pabell¨®n Philips del Rijksmuseum. Su propuesta, Nightwatching, es en apariencia simple. Rembrandt era un pintor famoso, rico y admirado por los poderosos de Amsterdam, pero nunca dej¨® de ser, para esos mismos patrones, el habilidoso hijo de un molinero de Leiden.
Derrochador y muy libre en su vida privada para un hombre conocido en el siglo XVII, con dos amantes que no ocult¨® y una hija ileg¨ªtima despu¨¦s de quedarse viudo, habr¨ªa querido vengarse de sus atildados cr¨ªticos denunciando un asesinato en el cuadro. ?C¨®mo? Pintando el tiro de mosquet¨®n supuestamente disparado contra uno de los miembros de La compa?¨ªa de Frans Banning Cocq y Willem van Ruytenburch, t¨ªtulo oficial de este retrato de la milicia c¨ªvica que patrullaba la capital holandesa. Los motivos del crimen aireado por el artista radicar¨ªan en las luchas por el poder entre partidarios de Inglaterra y Francia en una ¨¦poca convulsa de la historia holandesa.
Seg¨²n Greenaway, Rembrandt pint¨® su propio "Yo acuso" a la manera del escritor franc¨¦s Emile Zola, "contra una compa?¨ªa de conspiradores capaces de asesinar por razones financieras y pol¨ªticas". Los denunciados, a su vez, habr¨ªan censurado su vida privada desde el momento mismo de la conclusi¨®n del cuadro (1642) hasta convertirlo en un marginado. "Pas¨® de ser el Bill Gates de la ¨¦poca a estar en la ruina. Yo propongo que los causantes del asesinato lo destruyeron", se?ala el cineasta.
Con ayuda de pantallas de v¨ªdeo que lanzan sin cesar los rostros pintados, adem¨¢s de im¨¢genes de actores vestidos al uso de las figuras de la ¨¦poca, Greenaway ha dispuesto la primera sala de su instalaci¨®n como el detective encargado de resolverlo. Las se?as de los personajes cuelgan de la pared para que el equipo investigador, el p¨²blico, empiece su trabajo. La otra sala es la que acoge normalmente el cuadro, pero ha sufrido una transformaci¨®n singular. El monumental tama?o de La ronda de noche invita a sentarse a contemplarlo, y as¨ª lo ha hecho el cineasta. Sentado en unos bancos, puede seguirse "la pel¨ªcula de los hechos" en forma de efectos de luz, lluvia, fuego y humo proyectados sobre el cuadro.
El capit¨¢n Frans Banning Cocq es el personaje central. A su lado, de amarillo y con una pluma blanca en el sombrero, aparece Willem van Ruytenburch. Detr¨¢s de ¨¦l suena un disparo de mosquete que deja un rastro de humo del ca?¨®n. El ruido de tambores, los gritos y el suelo te?ido de sangre que siguen al tiro discurren a continuaci¨®n. Al final, las figuras son delineadas con el trazo blanco destinado por los expertos policiales a los cad¨¢veres que yacen en el suelo.
"A Rembrandt le intrigaba la luz y el cine empieza con la oscuridad y va hacia la luz. Hoy habr¨ªa sido un director teatral, por blasfemo que esto parezca", seg¨²n Greenaway. Y como ¨¦l s¨®lo propone investigar el crimen, la resoluci¨®n queda para otra de sus propuestas en el aniversario de Rembrandt: una pel¨ªcula que probablemente se estrene en la primavera de 2007. Tambi¨¦n tiene prevista una obra de teatro sobre la vida privada del pintor y sus mujeres.
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