"Es una muerte que puede cambiar la guerra"
Bush considera una victoria el fin del l¨ªder de Al Qaeda en Irak, abatido por cazas de EE UU
Desde la captura del ex dictador iraqu¨ª, Sadam Husein, el 13 de diciembre de 2003, George W. Bush no hab¨ªa vivido un d¨ªa como el de ayer. En contraste con el desolador panorama que desde hace meses erosiona su imagen e impacienta a los estadounidenses, la muerte del cerebro de Al Qaeda en Irak fue saludada como algo que puede "dar la vuelta a la situaci¨®n" en la guerra, aunque el presidente pronostic¨® m¨¢s dificultades y pidi¨® de nuevo paciencia. Washington tuvo tacto y esper¨® a que el primer ministro iraqu¨ª comunicara la noticia: "Al Zarqaui ha sido eliminado", dijo Nuri al Maliki ante el aplauso de algunos periodistas iraqu¨ªes presentes. El Pent¨¢gono difundi¨® dos fotograf¨ªas del jordano tras el bombardeo de la casa en la que se encontraba.
Tras un cerco de dos semanas, seg¨²n explic¨® en Bagdad el general norteamericano George Casey, jefe del despliegue militar de Estados Unidos en Irak, y gracias a la informaci¨®n del entorno de Al Zarqaui, de iraqu¨ªes que viven en la zona y de los servicios secretos jordanos, aviones F-16 lanzaron a las 18.15 del mi¨¦rcoles, hora local, dos bombas de precisi¨®n sobre una casa pr¨®xima a Baquba, a unos 60 kil¨®metros al noreste de Bagdad. En ella estaba, adem¨¢s de Al Zarqaui, su gu¨ªa espiritual, cuya presencia delat¨® la reuni¨®n, y otros cinco de sus ayudantes.
"No ten¨ªamos duda alguna de que Al Zarqaui estaba all¨ª", dijo el Pent¨¢gono. El portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, asegur¨® que la noticia lleg¨® en el curso de una reuni¨®n de dem¨®cratas y republicanos con Bush. "Estar¨ªa bien", fue la primera reacci¨®n del presidente. Cuando se confirm¨® la noticia se reunieron con ¨¦l en el Despacho Oval el vicepresidente, Dick Cheney, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, el consejero de Seguridad, Stewen Hadley, y el jefe de Gabinete, Joshua Bolten.
Estados Unidos hab¨ªa ofrecido una recompensa de 25 millones de d¨®lares (19,7 millones de euros) por su captura, igual que por la de Osama bin Laden. El primer ministro de Irak, Maliki, dijo ayer: "La promesa se cumplir¨¢". Snow no entr¨® ni en ¨¦ste ni en ning¨²n otro detalle y valor¨® lo ocurrido como "el equivalente a ganar una batalla". La cooperaci¨®n informativa iraqu¨ª, a?adi¨®, "es un mensaje para Al Qaeda". Al Maliki, en la misma l¨ªnea, dijo en Bagdad: "Los que alteran el curso de la vida, como Al Zarqaui, tendr¨¢n un final tr¨¢gico; si alguien le sustituye, le mataremos. ?ste es un mensaje para los que abrazan la violencia, el asesinato y la destrucci¨®n: que paren antes de que sea demasiado tarde". Al Zarqaui era "el padrino de la violencia entre grupos; abog¨® por una guerra civil en el seno del islam y por una guerra global de civilizaciones", dijo el embajador de EE UU en Irak, Zalmay Khalilzad. La Organizaci¨®n de Al Qaeda en Irak reconoci¨® la muerte ("martirio") de su l¨ªder en un comunicado en Internet,
La gran pregunta, con m¨¢s especulaciones que respuestas, es la de la repercusi¨®n que tendr¨¢ la desaparici¨®n del l¨ªder de Al Qaeda en Irak. Al Zarqaui era el enemigo n¨²mero uno de Estados Unidos, y la frustraci¨®n del Pent¨¢gono por no poder desarticular sus operaciones era patente. El jordano fue el hombre que llev¨® a las c¨¢maras las brutales decapitaciones de rehenes y que desarroll¨® las campa?as de secuestros y asesinatos de extranjeros y de bombas suicidas en comisar¨ªas y mercados que han causado la muerte de miles de iraqu¨ªes, adem¨¢s de hostigar con eficacia a las tropas de la coalici¨®n.
Aunque Bush asumi¨®, y con ¨¦l todos los pol¨ªticos y analistas, que "quedan d¨ªas dif¨ªciles", realiz¨® sus comentarios con enorme contenci¨®n -escarmentado, como reconoci¨® hace dos semanas, tras sus anteriores bravuconadas- y valor¨® lo ocurrido como "un fuerte golpe para Al Qaeda y una significativa victoria en la guerra contra el terror".
A corto plazo, como demostraron las dos bombas que ayer mataron a una veintena de iraqu¨ªes en un mercado y una patrulla de la polic¨ªa en Bagdad y como se?al¨® Snow, EE UU prev¨¦ un recrudecimiento de las acciones de la insurgencia: "Los terroristas van a querer tratar de demostrar que este golpe no les ha debilitado".
Sin triunfalismo en la OTAN
En Bruselas, en una reuni¨®n de la OTAN, informa Ricardo Mart¨ªnez de Rituerto, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo que la noticia fue recibida "positivamente" por los ministros de Defensa. "Espero que sirva para que el pa¨ªs salga adelante de una situaci¨®n complicada", dijo el espa?ol Jos¨¦ Antonio Alonso. Rumsfeld, evit¨® el triunfalismo y admiti¨® que la muerte de Al Zarqaui no significar¨¢ el final de toda la violencia en el pa¨ªs aunque suponga "una victoria significativa en la lucha antiterrorista en ese pa¨ªs y en todo el mundo".
Con todas las cautelas, la euforia de la Casa Blanca y, con m¨¢s matices, de pol¨ªticos y ciudadanos, era innegable. A ello contribuy¨® sin duda el trabajoso ¨¦xito en la formaci¨®n del nuevo Gobierno iraqu¨ª. La Casa Blanca capitalizar¨¢ el momento en una reuni¨®n que mantendr¨¢n el lunes y el martes el presidente con su equipo de seguridad y defensa en Camp David, desde donde se establecer¨¢ una teleconferencia con el primer ministro Al Maliki y algunos de sus ministros "para discutir juntos c¨®mo lograr el objetivo com¨²n de que Irak se gobierne, se defienda y se mantenga por su cuenta", dijo Bush. En Nueva York, donde se registr¨® un descenso en el precio del barril de petr¨®leo por la esperanza de que la producci¨®n iraqu¨ª aumente, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que "es un alivio que un hombre tan horrible y peligroso que tanto da?o ha causado a los iraqu¨ªes ya no pueda seguir haci¨¦ndolo".
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