Un Judas en Al Qaeda
Abu Musab al Zarqaui fue localizado y asesinado gracias a la traici¨®n de uno de los suyos
Cualquier persona un poco observadora se habr¨ªa dado cuenta de que algo raro estaba ocurriendo el pasado mi¨¦rcoles por la tarde en la localidad iraqu¨ª de Hibib, al norte de Bagdad, concretamente en los alrededores de una modesta casa rodeada de palmeras. Llevaba abandonada tres a?os y ese d¨ªa tres camiones con los cristales tintados se hab¨ªan acercado hasta ella. El Ej¨¦rcito norteamericano ten¨ªa la casi total seguridad de que all¨ª se escond¨ªa Abu Musab al Zarqaui. Y no se equivocaba. Sobre la pista les hab¨ªa puesto un destacado miembro de la propia Al Qaeda.
Seg¨²n cuenta hoy The New York Times, un importante integrante de Al Qaeda en Irak arrestado por el Ej¨¦rcito de EE UU cont¨® a los militares estadounidenses que Al Zarqaui se escond¨ªa en esa vivienda y que su consejero espiritual, Sheik Abd al-Rahman, era su hombre de m¨¢xima confianza. Con objeto de confirmar tales informaciones, las tropas norteamericanas decidieron vigilar estrechamente a Al Rahman. El hombre m¨¢s buscado del mundo despu¨¦s de Osama Bin Laden no se les pod¨ªa volver a escapar y esta vez contaban con una fuente de peso y aparentemente fiable.
Los sistemas de vigilancia deb¨ªan estar en consonancia con la relevancia del buscado, as¨ª que un avi¨®n pilotado por control remoto sigui¨® d¨ªa y noche los movimientos de Sheik Abd al-Rahman. "Estos hombres [la fuente en Al Qaeda y el consejero espiritual de Al Zarqaui] han sido claves para la ca¨ªda" del terrorista jordano, ha dicho el general Bill Caldwell, portavoz de las tropas norteamericanas en Bagdad. "Gracias a un gran esfuerzo, los servicios de inteligencia fueron capaces de seguir a Al Rahman, de supervisar sus movimientos y establecer cu¨¢ndo estaba manteniendo contactos con Al Zarqaui", ha a?adido.
Aunque las fuerzas de EE UU estuvieron en varias ocasiones a punto de capturar a Al Zarqaui, nunca lo consiguieron porque el terrorista sab¨ªa que los americanos ten¨ªan un gran conocimiento tecnol¨®gico, as¨ª que siempre se guard¨® de utilizar tel¨¦fonos m¨®viles para comunicarse con su entorno. En cambio, seg¨²n oficiales estadounidenses que cita The New York Times, opt¨® por usar tel¨¦fonos por sat¨¦lite hechos a mano fabricados por una compa?¨ªa llamada Thuraya. Los Thuraya eran m¨¢s dif¨ªciles de interceptar. Paralelamente, EE UU no dispon¨ªa de la informaci¨®n esencial que podr¨ªa suministrarle una persona perteneciente a Al Qaeda y pr¨®xima a Al Zarqaui. Hasta hace unas semanas.
La fuente de EE UU en la red terrorista internacional ha sido clave para la ca¨ªda del l¨ªder de Al Qaeda en Irak. De acuerdo con un oficial del Pent¨¢gono, que quiere mantenerse en el anonimato, ni se conoce la identidad de esa persona ni los detalles sobre c¨®mo fue capaz de concretar el lugar donde se escond¨ªa el terrorista jordano sin ser matado antes de la operaci¨®n especial norteamericana.
De regreso a la localidad de Hibib, de los tres camiones que aparcaron el mi¨¦rcoles por la tarde frente a la casa abandonada rodeada de palmeras, horas antes del anuncio de la muerte de Al Zarqaui, s¨®lo dos se quedaron. Se desconoce si en el interior del que se march¨® estaba el garganta profunda del Pent¨¢gono. Tambi¨¦n si ha recibido la recompensa ofrecida por la cabeza del jordano, la misma que por la de Bin Laden: 25 millones de d¨®lares (20 millones de euros).
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