"He pasado los peores a?os de mi vida al estar sin mi ni?o"
La mujer cuyo hijo fue retenido como reh¨¦n por una pareja relata la terrible experiencia
"He pasado los peores a?os de mi vida al estar sin mi ni?o y tener que prostituirme para intentar recuperarlo". As¨ª empieza la nigeriana Joy David Ogbebor, de 24 a?os, el duro relato de su vida. Nada m¨¢s llegar clandestinamente a Espa?a, dio a luz en M¨®stoles y le arrebataron a su hijo reci¨¦n nacido. Ha tardado m¨¢s de tres a?os, con sus d¨ªas y sus noches, en recuperarlo. Durante casi 1.200 d¨ªas, durante casi 1.200 noches, no ha sabido nada de su hijo. S¨®lo intu¨ªa que estaba en un piso de M¨®stoles.
La odisea de Joy David comenz¨® en 1999, cuando contact¨® con un hombre en Lagos (Nigeria) al que le coment¨® que quer¨ªa empezar una nueva vida en Europa. Este individuo le dijo que conoc¨ªa a una pareja de compatriotas en Espa?a, Nosa Gibson Ehiorabo y su compa?era Becky Franklin. Ellos le arreglar¨ªan los papeles para que trabajara en un bar. A cambio deb¨ªa pagarles 35.000 euros. "En principio, me pareci¨® mucho dinero, porque s¨®lo se trataba del vuelo a Madrid, pero vi que era la ¨²nica posibilidad de salir de mi pa¨ªs", explica la mujer.
Fue junto con otras cuatro mujeres a Mal¨ª y a partir de ah¨ª empezaron los problemas, seg¨²n recuerda. Los dos hombres (patronos) con los que iban les dijeron que se prostituyeran cuando, a los pocos d¨ªas, se quedaron sin comida y sin dinero. Al poco tiempo, los patronos se marcharon y las dejaron abandonadas. Su ¨²nica salida fue prostituirse: "Me qued¨¦ en la calle. Seg¨²n llegaban los clientes, les daba un precio y me acostaba con ellos", recuerda Joy David.
La mujer se march¨® al a?o y medio a Marruecos, donde hall¨® a un hombre que le consigui¨® una plaza en una patera, tras pagar 1.500 euros. "Pens¨¦ que me mor¨ªa. En el mar hac¨ªa mucho fr¨ªo y yo estaba embarazada de siete meses y tres semanas. De repente, la patera se qued¨® parada en medio del mar". Gracias a la ayuda de la Cruz Roja alcanz¨® la costa andaluza y salv¨® la vida. Mendig¨® en Tarifa (C¨¢diz) para poder coger un autocar que la llevara a Madrid. "Cuando baj¨¦ del autocar, las dos personas que me trajeron a Espa?a [Nosa Gibson Ehiorabo y su compa?era Becky Franklin] me estaban esperando. Se enfadaron mucho al ver que estaba embarazada", rememora Joy David. La pareja le oblig¨® a ir a dos hospitales para que abortase, pero ning¨²n m¨¦dico se prest¨® a ello.
Al final, sus mentores decidieron darle una p¨ªldora abortiva que le caus¨® un efecto contrario. El parto se adelant¨® y tuvo a un ni?o. La pareja decidi¨® aumentar la deuda de Joy a 45.000 euros por las molestias que les hab¨ªa causado. La mujer no iba a trabajar en un bar, como le hab¨ªan dicho, sino que le obligaron a prostituirse hasta que saldara el d¨¦bito. Y para garantizar el pago, se quedaron con su hijo como reh¨¦n.
"Desde que di a luz, s¨®lo vi unos d¨ªas a mi hijo cuando estaba en la incubadora de M¨®stoles. Siempre me acompa?aba Nosa, que se hac¨ªa pasar por mi cu?ado", recuerda la mujer. "Fue muy duro. Yo ve¨ªa que mi hijo no iba a recibir el cari?o que necesitaba. No ha pasado un solo d¨ªa en el que no me acordara de ¨¦l y lo mal que lo estar¨ªa pasando", a?ade.
"Ha sido mi salvador"
Joy fue enviada a diversos clubes de Espa?a, desde los que no tuvo contacto con los captores de su hijo. Tan s¨®lo intu¨ªa que segu¨ªan residiendo en M¨®stoles, con la consiguiente desaz¨®n de la mujer. Su primer club estaba en Logro?o. Despu¨¦s pas¨® a Prullena (Granada), donde le lleg¨® la salvaci¨®n a sus problemas. Conoci¨® a Antonio Martos, un encofrador que la eligi¨® para mantener relaciones sexuales. Pero no las lleg¨® a mantener. "Vi algo en ella que me impidi¨® acostarme. Tiene cara de ni?a. Pens¨¦ cu¨¢nta gente, cu¨¢nto borracho habr¨ªa abusado de ella. Nos pusimos a hablar y me cont¨® todo lo que hab¨ªa pasado", cuenta Martos. "To?o ha sido mi salvador. Gracias a ¨¦l soy persona y he podido recuperar mi dignidad. Me ha ayudado mucho, al igual que su familia", interrumpe la mujer.
Joy dej¨® la prostituci¨®n. Como su compa?ero ten¨ªa trabajo de encofrador en Catalu?a, ambos se trasladaron a Sort (Lleida). La seguridad de verse libre de la prostituci¨®n la llev¨® a denunciar su caso ante los Mossos d'Esquadra (polic¨ªa auton¨®mica catalana). "No s¨¦ por qu¨¦ han tardado tanto en solucionar el problema. En cuanto lleg¨® el caso a la Brigada de Extranjer¨ªa de Madrid lo ha solucionado muy pronto", subraya Antonio, que tiene un agradecimiento muy especial para el Grupo VIII de esta brigada. "El jefe de grupo me dijo que en un mes Joy podr¨ªa recuperar a su hijo y lo han cumplido", a?ade el compa?ero.
La polic¨ªa de Madrid localiz¨® a la pareja que ten¨ªa secuestrado al peque?o en un piso de M¨®stoles. Resid¨ªan en el n¨²mero 12 de la calle de La Haya, en el barrio del Parque Coimbra. Tras conseguir un mandamiento judicial, pudieron recuperar al beb¨¦.
"Estoy muy nerviosa. La polic¨ªa me ha dicho que el ni?o est¨¢ bien. No he dormido nada en los ¨²ltimos d¨ªas al saber que la pr¨®xima semana podr¨¦ abrazarlo", dice con cierta ansiedad la madre. "Tengo ganas de estrecharlo en mis brazos, de llenarlo de besos y de recuperar todo el tiempo perdido. Mi hijo se merece lo mejor y estoy dispuesta a d¨¢rselo", a?ade Joy.
"Ahora s¨®lo quiero pasar p¨¢gina. Si los secuestradores tienen que ir a la c¨¢rcel, que vayan. Eso lo tiene que decidir la justicia. No les quiero el mal. No les guardo rencor. Eso s¨ª, son peores que las serpientes", comenta con dureza la mujer. "Lo que m¨¢s pena me da es su hija. Tiene un a?o y medio y no tiene nada que ver con lo que han hecho sus padres", reflexiona.
Joy y Antonio viajar¨¢n la semana pr¨®xima desde Granada a Madrid para ver al peque?o. A¨²n no se lo podr¨¢n llevar a su casa porque tienen que hacerle las pruebas de maternidad a la mujer. Ayer visit¨® al peque?o el defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro N¨²?ez Morgades, quien coment¨® que el ni?o, de cuatro a?os, no presenta lesiones f¨ªsicas de malos tratos ni, aparentemente, secuelas ps¨ªquicas por haber permanecido toda su vida en el mismo piso. El defensor del Menor lo hall¨® en el centro de acogida "jugando con otros ni?os y ni?as, con una alegr¨ªa para nada contenida", coment¨® N¨²?ez Morgades.
Una habitaci¨®n lista
Todo est¨¢ listo en el domicilio de Joy David y Antonio Martos para recibir al peque?o, que ha estado secuestrado m¨¢s de tres a?os en un piso de M¨®stoles. La madre de Antonio y su hermano se han liado a comprar cosas para el peque?o y ya tiene lista una habitaci¨®n para cuando desembarque en Granada. El proceso durar¨¢ a¨²n unos d¨ªas. Ser¨¢n momentos de tensi¨®n, pero la familia Martos Ogbebor quiere recuperar una tranquilidad arrebatada por "una pareja de desalmados" a una mujer indefensa.
"Todas las noches, cuando me acostaba, pensaba en lo mal que podr¨ªa estar pas¨¢ndolo mi hijo. No he podido vivir. Cuando estaba con los hombres en los clubes de alterne s¨®lo pensaba en ¨¦l", comenta Joy. "Ahora estoy algo m¨¢s tranquila en ese aspecto, porque el ni?o se encuentra bien, aunque est¨¢ un poco delgado", comenta la madre. El chiquillo no estar¨¢ solo. La pareja tiene un ni?o de a?o y medio, Joaqu¨ªn David. "Es guap¨ªsimo y seguro que se lleva muy bien con su nuevo hermano", a?ade la madre.
"S¨®lo pretendemos hacer nuestra vida normal. El pensar que si no pagaba lo que la exig¨ªan supon¨ªa la muerte de su hijo la pon¨ªa entre la espada y la pared. Espero que lo superemos en breve", comenta Antonio Martos.
"Estoy como una reina. Me encargo de la casa y ya no tengo que trabajar. To?o [Antonio] se encarga de que no me falte de nada y no recuerde el suplicio que he padecido durante tantos a?os antes de venir a Espa?a y en los primeros a?os que he estado aqu¨ª", concluye Joy.
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