Competencias m¨¢s exclusivas
El nuevo Estatuto asegura el control sobre las nuevas inversiones en materia de Cultura
Las competencias en Cultura eran ya exclusivas en el anterior Estatuto (art¨ªculo 9 en sus puntos 4, 5, 6 y 31), aunque de hecho nunca fue exactamente as¨ª, ya que en muchas ocasiones el Ministerio de Cultura segu¨ªa invirtiendo y actuando en Catalu?a seg¨²n consideraba oportuno. De hecho, eso fue motivo de pol¨¦mica durante muchos a?os porque el Gobierno convergente critic¨® en muchas ocasiones no s¨®lo la existencia del ministerio sino tambi¨¦n la escasez, a su juicio, de inversiones en el pa¨ªs, aunque siempre se neg¨® a que el Estado participara en la gesti¨®n de los equipamientos para los que ped¨ªa inversi¨®n estatal. El nuevo Estatuto opta por blindar estas competencias con el objeto de que sean m¨¢s exclusivas. As¨ª, a diferencia del redactado escueto y gen¨¦rico del Estatuto vigente, el art¨ªculo 127 del nuevo describe todos los ¨¢mbitos a los que hacen referencia las competencias, tambi¨¦n establece que cualquier inversion del Estado en Catalu?a en este ¨¢mbito "requiere el acuerdo previo con la Generalitat" y prev¨¦ la colaboraci¨®n en el caso de la proyecci¨®n internacional de la Cultura. Otro aspecto que cambia en el nuevo Estatuto se refiere, en el art¨ªculo 155, a la Propiedad Intelectual, ya que la Generalitat pasa a tener competencias en la autorizaci¨®n y revocaci¨®n de las entidades de gesti¨®n colectiva que act¨²en mayoritariamente en Catalu?a y asume las labores de inspecci¨®n y control de su actividad de manera complementaria.
"Ahora se ha blindado m¨¢s para evitar tantas interferencias", explica Joan Rigol, consejero de Cultura durante seis meses de 1985 cuando intent¨® crear un pacto cultural que fracas¨®, pero que se ha convertido en un mito. "Me pareci¨® que una pol¨ªtica cultural ten¨ªa que partir m¨¢s del esp¨ªritu cr¨ªtico del mundo intelectual que de los diversos sectores. Por esto convoqu¨¦ a un colectivo de gente, unos 20, que consideraba que ten¨ªan una capacidad cr¨ªtica sobre nuestra sociedad y nuestra cultura que permit¨ªan poder enfocar de manera m¨¢s clara las pol¨ªticas sectoriales. Porque no creo que sea posible hacer una pol¨ªtica cultural sin una capacidad cr¨ªtica previa". En este sentido, Rigol considera que la cultura nunca ha tenido las inversiones que se precisaban "teniendo en cuenta el retraso que llev¨¢bamos en este ¨¢mbito en el pa¨ªs". Cree que el retraso se mantiene en parte, sobre todo en lo que respecta a la proyecci¨®n exterior. "La pol¨ªtica cultural pr¨¢ctica siempre ha ido a remolque de la situaci¨®n financiera de la Generalitat. En mis tiempos ten¨ªa un presupuesto de 5.000 millones de pesetas, que era claramente insuficiente. Despu¨¦s ha ido mejorando, pero la dedicaci¨®n a la cultura s¨®lo mejorar¨¢ si el conjunto del sistema financiero de la Generalitat es m¨¢s amplio que el que tenemos ahora".
Es una opini¨®n, la de que si mejora la financiaci¨®n general mejorar¨¢ la destinada a la cultura, que comparte Ferran Mascarell, consejero de Cultura, que aboga por mantener y aumentar el incremento de los ¨²ltimos tres a?os en el presupuesto de Cultura (275 millones de euros en 2006). Para Mascarell el art¨ªculo m¨¢s importante del nuevo Estatuto en materia cultural no es el 127 sino el 22, que lleva por t¨ªtulo Derechos y deberes en el ¨¢mbito cultural y en el que se explicita que todas las personas "tienen el derecho a acceder en condiciones de igualdad a la cultura y al desarrollo de sus capacidades creativas individuales y colectivas". "Me parece importante porque por primera vez se establece que el derecho a la cultura es universal", explica Mascarell. "Adem¨¢s, el art¨ªculo 44 en su punto quinto establece la obligaci¨®n de los poderes p¨²blicos a que pueda desarrollarse este art¨ªculo 22". El consejero tambi¨¦n resalta el art¨ªculo 4, que define los valores que debe promover la Generalitat, como la libertad, la democracia, la paz y la cohesi¨®n social. "Me parece el m¨¢s cultural de este Estatuto, que, en general, es el m¨¢s culturalista que ha existido nunca", concluye.
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