"Sigo pensando que me qued¨¦ corto"
L¨®pez Nieto es el ¨¢rbitro que m¨¢s tarjetas ha mostrado, 16 amarillas y dos rojas en 2002, en un partido de los Mundiales
Qui¨¦n le iba a decir a Antonio Jes¨²s L¨®pez Nieto, el ¨²nico ¨¢rbitro espa?ol en el Mundial de Corea y Jap¨®n de 2002, que el 11 de junio, en el estadio Ecopa, de Shizuoka, batir¨ªa el r¨¦cord de tarjetas mostradas en un partido mundialista. Fueron 16 amarillas y dos rojas en el Camer¨²n-Alemania (0-2) de la primera fase. Ahora es asesor de deportes del Ayuntamiento de M¨¢laga.
Pregunta. Vaya partidito.
Respuesta. ?Bufff, para no acordarme! De los partidos m¨¢s dif¨ªciles que he dirigido, con una tensi¨®n a?adida muy grande porque los dos equipos se jugaban mucho. Hubo un hecho que marc¨® mucho el devenir del encuentro: las tarjetas de la primera fase no se acumulaban para la segunda, con lo cual los jugadores iban al l¨ªmite. Tuve que ser consecuente con el miura que se me ven¨ªa encima.
"En ning¨²n momento sent¨ª que el encuentro Alemania-Camer¨²n se me iba de las manos"
"Collina escribi¨® el acta. 'Vaya faena que me has dejado, so cabr¨®n', me dijo"
P. Dieciocho tarjetas no est¨¢n nada mal...
R. Lo cierto es que todas fueron amarillas. No saqu¨¦ ninguna roja directa. Es un partido que ha generado muchos comentarios, pero es de los pocos m¨ªos que he visto despu¨¦s, por televisi¨®n, y sigo pensando que me qued¨¦ corto con las tarjetas. Adem¨¢s, no hubo ning¨²n error t¨¦cnico en todo el partido. Lo que pasa es que fue un partido muy raro. En el siguiente partido internacional de selecciones no saqu¨¦ ninguna tarjeta. Ese d¨ªa me sali¨® as¨ª.
P. Entonces, el partido fue una an¨¦cdota, no un ejemplo de los tiempos que corren...
R. No es cosa de ¨¦pocas. Simplemente, hay partidos y partidos. Cuando pones el list¨®n, hay que mantenerlo hasta el final. El nivel fue alto desde el principio. F¨ªjese qu¨¦ lo gener¨®: fue una jugada en la qued¨® lesionado un camerun¨¦s a los dos o tres minutos y Jancker, el alem¨¢n, el grande, no ech¨® el bal¨®n fuera. Alemania atac¨® y estuvo a punto de marcar. En ese momento hubo una reacci¨®n hist¨¦rica de los jugadores de Camer¨²n y el partido se enrareci¨®. Fue una acci¨®n puntual en la que no pude hacer nada y que le ech¨® un picante especial al resto del partido.
P. En los minutos 7 y 8 amonest¨® a Fo¨¦ y Jancker y todo se calm¨® durante 20 minutos.
R. Pero todo se recalent¨® cuando tuve que expulsar de una manera clar¨ªsima a Ramelov por dos entradas en tres minutos a Eto'o. Y el partido se puso muy jodido. El m¨¢s bronco entre selecciones que he tenido.
P. ?Sinti¨® que se le iba de las manos?
R. En ning¨²n momento. Lo ten¨ªa absolutamente controlado.
P. ?Qu¨¦ tal con los linieres?
R. Uno era de las islas Maldivas y el otro brasile?o. Hubo un par de jugadas en las que fueron ellos los que me insistieron en la amonestaci¨®n. Recuerdo una discusi¨®n entre Kahn, el portero alem¨¢n, y un camerun¨¦s, en la que me llam¨® urgentemente el brasile?o y me dijo que les sacara tarjeta a los dos. Lo podr¨ªa haber solucionado con una bronca. Pero, bueno, son las circunstancias de no arbitrar con tu equipo. Era un paso atr¨¢s, pero en este Mundial ya se ha solucionado.
P. Vamos, que se notan las diferencias culturales del f¨²tbol.
R. Hay una diferencia abismal porque tu equipo ya sabe cu¨¢l es tu r¨¦gimen disciplinario y, por ejemplo, estoy convencido de que, si hubiera arbitrado con linieres espa?oles, las dos tarjetas de antes las habr¨ªa evitado. Pero las circunstancias mandan.
P. ?Le perdon¨® una tarjeta a alguien?
R. A nadie. Marqu¨¦ la l¨ªnea de trabajo. Y de ah¨ª hasta el final. Punto. No era un partido para calmar los ¨¢nimos.
P. ?C¨®mo se sinti¨® cuando pit¨® el final del encuentro?
R. Muy satisfecho. No hubo ning¨²n error t¨¦cnico: se anul¨® un gol perfectamente anulado, se acert¨® en dos o tres decisiones importantes en el ¨¢rea. Pero, claro, entiendo que son muchas tarjetas y que se venden mejor.
P. ?Le estrecharon la mano?
R. M¨¢s de uno. Eto'o por ejemplo. Ninguno de los equipos se vio perjudicado en el terreno de juego. No expuls¨¦ a cuatro alemanes y a ninguno de Camer¨²n. Las decisiones fueron equilibradas.
P. ?Qu¨¦ partido habr¨ªa preferido?
R. Despu¨¦s de tanta experiencia, de tantos a?os, me habr¨ªa gustado un partido menos bronco, m¨¢s c¨®modo. Porque la dificultad nadie la valora. Despu¨¦s de pitar varias finales europeas, lo que todos te recuerdan es el partido de las tarjetas. Eso es lo que queda. Yo habr¨ªa preferido un partido sin tarjetas.
P. Escribir el acta del partido le llevar¨ªa lo suyo...
R. Lo escribi¨® Collina, que era el cuarto ¨¢rbitro. Me dijo: 'Vaya faena que me has dejado, so cabr¨®n'. Se gan¨® el sueldo, pero, bueno, yo le pagu¨¦ la cena. Durante ella me coment¨®: 'Oye, Antonio, has pitado muy bien, pero quiz¨¢s has estado muy r¨ªgido con la aplicaci¨®n del reglamento. Dada tu habilidad, me ha sorprendido un poco'. Pero el compa?ero me insisti¨® en que estuve excelente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.