Ra¨²l y Ronaldo
El Mundial de Alemania se anuncia negro para Ra¨²l y para Ronaldo. Al menos, en su inicio. El primero, tras ser, desde su debut en el Mundial de Francia de 1998, el s¨ªmbolo de la selecci¨®n espa?ola, es en estos momentos, en v¨ªsperas del partido entre Espa?a y Ucrania, el primero de nuestro equipo en Alemania, duda en la alineaci¨®n de Luis Aragon¨¦s. En cuanto a Ronaldo, s¨®lo pisar Koenigstein, donde se alojaba la selecci¨®n carioca, tuvo que o¨ªrse llamarse gordo, una vez m¨¢s. Durante una v¨ªdeoconferencia en la que Lula da Silva se dirig¨ªa desde Brasilia a los jugadores brasile?os para infundirles ¨¢nimos el presidente le pregunt¨® al seleccionador, Carlos Alberto Parreira: "Al final, ele est¨¢ gordo ou nao". Al parecer, la indignaci¨®n de Ronaldo, que no pudo responder a la observaci¨®n de Lula da Silva porque a los futbolistas les estaba prohibido tomar la palabra en la v¨ªdeoconferencia, fue incontenible: "Dicen que yo estoy gordo y que ¨¦l bebe mucho. As¨ª como es mentira que yo estoy gordo, tambi¨¦n debe de ser mentira que ¨¦l bebe mucho". La alusi¨®n a la afici¨®n del presidente de Brasil a regalarse el ¨¢nimo con euforizantes procede de los recientes comentarios del New York Times y de otros medios de comunicaci¨®n. No ser¨¦ yo quien condene la tendencia a dar satisfacci¨®n a tales necesidades del cuerpo y del esp¨ªritu, pero s¨ª las obsesivas voces de descalificar a Ronaldo por gordo. Ignoro si se puede ser un buen presidente de Gobierno d¨¢ndole al alcohol; pero, en el caso de Ronaldo, s¨ª es evidente que se puede ser un grande, grand¨ªsimo futbolista, sin estar hecho una s¨ªlfide. Anta?o, se dec¨ªa que el p¨²blico de las grandes vedettes era cruel: tan pronto las ensalzaba al estrellato como las relegaba al olvido. Hoy en d¨ªa el panorama ha cambiado. Cualquier famosa, o famoso, de la far¨¢ndula permanece d¨¦cadas y d¨¦cadas en el candelero: el p¨²blico los acompa?a hasta el final de sus d¨ªas porque, ahora, lo que m¨¢s interesa de ellos es ver, a poder ser en directo, c¨®mo se van trocando su belleza en casi t¨¦trica calavera hasta ofrecer al mundo su ¨²ltimo suspiro. La crueldad ha pasado a ser caracter¨ªstica del p¨²blico deportivo. En las ¨²ltimas Ligas obtenidas por el Real Madrid, cuenten los puntos obtenidos por el equipo en partidos ganados por uno o dos a cero, siempre con goles de Ronaldo o de Ra¨²l. El resultado es claro: son dos jugadores que han ganado Ligas. Y, en las ¨²ltimas, las perdidas, calculen el lugar en el que hubiera acabado el Real Madrid sin el solitario gol de Ronaldo. En cuanto al papel de Ra¨²l en la selecci¨®n espa?ola, ser¨ªa una tonter¨ªa remontarse al pasado para reclamar ahora su inclusi¨®n en el equipo. No es necesario. Si el mi¨¦rcoles logra sacudirse de encima el abucheo nacional que lleva soportando desde hace tiempo y marca un gol, volver¨¢ a ser aclamado como un h¨¦roe por quienes ahora le denigran.
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