"De seguir as¨ª, el hambre se reducir¨¢ a la mitad en... 2150"
Jacques Diouf (San Luis, Senegal, 1938) es director general de la organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO). Estos d¨ªas est¨¢ en Madrid para asistir a la primera reuni¨®n del ¨®rgano rector del Tratado sobre Recursos Fitogen¨¦ticos, cuyo objetivo b¨¢sico es proteger la diversidad de los cultivos.
Pregunta. En el ¨²ltimo siglo se ha perdido un 75% de la biodiversidad agr¨ªcola. La FAO calcula que hoy d¨ªa s¨®lo se cultivan una 150 especies. ?A qu¨¦ se debe esta erosi¨®n gen¨¦tica?
Respuesta. Esto es la consecuencia de la especializaci¨®n. Tambi¨¦n es el resultado de las prioridades que se han seguido en las investigaciones cient¨ªficas, en las especies que hemos querido mejorar. Las decisiones fueron tomadas por consideraciones comerciales. Por otra parte, estamos perdiendo biodiversidad como consecuencia de la deforestaci¨®n, porque la mayor¨ªa de las variedades est¨¢ en zonas forestales.
"Esto es la consecuencia de la especializaci¨®n, de decisiones tomadas con consideraciones comerciales, y de la deforestaci¨®n"
"Un d¨ªa de gastos militares representa seis veces el presupuesto anual de la FAO. Es una locura la diferencia entre gasto militar y ayuda"
"Los aranceles representan de promedio un 60% para los productos agropecuarios primarios y el 6% para los industriales. ?D¨®nde est¨¢ la l¨®gica?"
P. Es el mercado que empuja hacia la uniformidad.
R. Por supuesto. La demanda internacional no es para peque?as cosas, peque?os productos o sectores. Hay una tendencia de homogeneizaci¨®n de la comida, que se reduce a algo barato, que se cocina r¨¢pido. Y hay publicidad y promoci¨®n de estos alimentos. Estos elementos son de mercado.
P. ?Cu¨¢les son sus consecuencias previsibles? ?Por qu¨¦ es necesario pararla?
R. El riesgo es que no podamos utilizar genes que existen en la biodiversidad para superar las enfermedades que afectan a los cultivos. Una producci¨®n se puede perder en un tiempo muy corto. Por esta raz¨®n, esta biodiversidad es patrimonio universal.
P. El tratado est¨¢ en vigor desde hace dos a?os. ?Qu¨¦ necesita para pasar del papel a la realidad, para tener un verdadero impacto sobre la din¨¢mica actual?
R. Tenemos que precisar ahora los aspectos financieros y presupuestarios, los procedimientos, el acuerdo para el acceso a los recursos gen¨¦ticos y la distribuci¨®n de beneficios. Son detalles fundamentales para llevar a cabo el acuerdo.
P. La historia de la lucha contra el hambre y el deterioro del medioambiente es un relato de promesas incumplidas. ?Cree que hay una voluntad pol¨ªtica suficiente para que la biodiversidad agr¨ªcola sea una excepci¨®n?
R. Hay una voluntad de hacerlo. El tratado fue adoptado por unanimidad y ratificado en poco tiempo. Pero pasar de la realidad jur¨ªdica a la pragm¨¢tica va a necesitar m¨¢s esfuerzos, porque, hay que decirlo, los intereses no son los mismos. Sin embargo, todos, pa¨ªses ricos, pobres y empresas, tienen inter¨¦s en que esto vaya adelante.
P. Algo que le diferencia de la lucha contra el hambre.
R. S¨ª, porque en ciertos ¨¢mbitos no est¨¢ en el inter¨¦s de algunos pa¨ªses. Si los pa¨ªses en desarrollo producen, no necesitar¨¢n comprar la producci¨®n de los desarrollados. No van a necesitar la ayuda alimentaria que permite a estos ¨²ltimos comercializar sus excedentes.
P. El tratado establece el derecho de los campesinos "a participar equitativamente en la distribuci¨®n de beneficios que se deriven" de los productos desarrollados con recursos gen¨¦ticos puestos en com¨²n. ?C¨®mo se concreta esto?
R. Es el elemento m¨¢s innovador de este acuerdo. Es el reconocimiento del esfuerzo de siglos para llegar a la variedad actual. Han empezado los campesinos, luego los Estados y ahora tenemos una inversi¨®n privada que empieza ah¨ª para a?adir luego otras cosas. No era l¨®gico actuar como si esta inversi¨®n hubiese hecho todo el trabajo desde el inicio. La forma de concretar esto, es una de las razones por las que estamos aqu¨ª.
P. De momento, lo que s¨ª se distribuye son muchas ayudas y subvenciones a los agricultores de los pa¨ªses desarrollados.
R. Alrededor de 1.000 millones de d¨®lares por d¨ªa. Est¨¢ disminuyendo, pero hay pa¨ªses en los que el 60% de los ingresos del agricultor procede de la ayuda. Pero si se observan las consecuencias de los sistemas de apoyo, los beneficiarios no son lo peque?os agricultores, sino en muchos casos grandes empresas que tienen el nombre de agricultor, pero que son inversores. Desde luego hay que hacer algo para que los agricultores de los pa¨ªses desarrollados se queden en las tierras. ?Qui¨¦n va a conservarlas si no? Pero no debe hacerse empobreciendo a los campesinos de pa¨ªses en desarrollo.
P. ?D¨®nde est¨¢ el equilibrio?
R. Los aranceles representan un promedio del 60% para los productos agropecuarios primarios y alrededor de 100% para los agroindustriales. De otro lado, para los productos industriales es alrededor del 6%. ?D¨®nde est¨¢ la l¨®gica?
P. ?Y las ayudas?
R. Hay que ayudar a los agricultores de los pa¨ªses desarrollados para que tengan un nivel de vida que corresponda al de otros sectores. Pero no hay que hacerlo con incentivos para producir cultivos que se pongan en el mercado a precios que no corresponden con la realidad del coste de cultivo. Se pueden hacer transferencias de ingresos: por ejemplo, por el papel que estos agricultores juegan en la conservaci¨®n del medioambiente.
P. Pese a las promesas, la ayuda escasea...
R. Hay una contradicci¨®n entre lo que se dice y lo que se hace. En 1996, en la primera cumbre mundial de la alimentaci¨®n, hab¨ªa 112 jefes de Estado y de Gobierno y 185 pa¨ªses que tomaron la decisi¨®n de reducir el hambre a la mitad antes de 2015.
P. ?A qu¨¦ distancia estamos de cumplir con el objetivo?
R. Si continuamos como lo hemos hecho en la d¨¦cada pasada, vamos a alcanzarlo... en 2150.
P. ?Qu¨¦ tiene que cambiar? ?Qu¨¦ parte del gasto militar mundial ser¨ªa suficiente para avanzar significativamente?
R. Un d¨ªa de gastos militares representa seis veces el presupuesto ordinario anual de la FAO. Es una locura la diferencia entre gasto militar y ayuda.
P. ?Qu¨¦ tiene que mejorar la FAO?
R. Como todos los organismos de la ONU, tiene que reformarse y adaptarse. Con estos recursos no podemos hacer todo. Hemos reducido de 261 a 186 los programas. Y no podemos, como organizaci¨®n cuya prioridad es el desarrollo de la agricultura, tener el 70% de los t¨¦cnicos en nuestra sede en Roma.
P. ?Por qu¨¦ est¨¢n all¨ª?
R. Por falta de presupuesto y porque hemos puesto la prioridad en las actividades mundiales, normativas. Ahora hemos lanzado la cooperaci¨®n Sur-Sur. Nos cuesta 1.000 d¨®lares por experto y 600 por t¨¦cnico. Es lo que pago por tres d¨ªas de hotel de un experto internacional. Ya tenemos 700 de estos t¨¦cnicos sobre el terreno.
P. ?Cu¨¢ntas especies cree que se cultivar¨¢n dentro de tres d¨¦cadas? ?M¨¢s o menos que ahora?
R. Yo soy optimista. Si uno no es optimista, no es director general de la FAO.
P. ?Es el optimismo de la voluntad o el de la inteligencia?
R. Los dos.
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