Gran Italia
El equipo de Lippi, con m¨¢s riesgos que de costumbre, vence a Ghana con un f¨²tbol en el que se percibe la infuencia del Milan
Italia necesitaba un mensaje de regeneraci¨®n en medio de las turbulencias que atraviesa su f¨²tbol. Lo envi¨® ayer. Frente a Ghana jug¨® un partido imperfecto para sus viejos estrategas, pero un gran partido al fin. Desde el punto de vista conservador, el que ha caracterizado a los italianos desde tiempos inmemoriales, el encuentro fue sospechoso porque el equipo permiti¨® algunas ocasiones al equipo africano. Ghana, que funciona bien con la pelota y mal sin ella, lleg¨® al ¨¢rea con relativa frecuencia. Italia lleg¨® m¨¢s y mejor. En definitiva, un partido m¨¢s propio de la Liga espa?ola que del calcio, puede que imperfecto desde el lado defensivo, pero magn¨ªfico porque se disfrut¨® de un encuentro vibrante que record¨® lo mejor del Mundial 82. Duelos de ida y vuelta, de gran recorrido, con numerosas oportunidades, con una preponderancia de los delanteros sobre los defensas. Italia ha vivido durante mucho tiempo instalada en el recuerdo de su victoria en el Mundial de Espa?a. Esa fijaci¨®n ha reforzado las ideas m¨¢s defensivas. En aquel Mundial, su equipo se aprovech¨® de la generosidad de los rivales, especialmente de Brasil, para imponer el contragolpe. Las consecuencias fueron malas. Comenzaron a desaparecer los centrocampistas de clase en favor de los cascoteros. Se prefiri¨® el juego largo para mantener el blindaje defensivo. Se simplific¨® el f¨²tbol en busca de la presunta eficacia. No ha ganado tanto Italia desde entonces -no ha ganado nada en realidad- para presumir de un estilo de juego que ha despachado a la gente de los estadios y a varias estrellas de sus equipos.
Los checos jugaron con naturalidad. Pareci¨® un equipo que se conoc¨ªa de toda la vida
Se apreci¨® la necesidad de ofrecer algo optimista a un pa¨ªs trastornado por el esc¨¢ndalo
Italia jug¨® bien, y muy bien en ocasiones, frente a Ghana. Tom¨® algunos riesgos inconcebibles en los ¨²ltimos a?os. Por fin, jug¨® con centrocampistas, especie a punto de extinguirse en un h¨¢bitat tan desagradable para ellos. Pirlo, De Rossi, Perrotta y Totti significan algo. Es una apuesta por el juego, por llevar el f¨²tbol al campo contrario, por la clase, por el ingenio. Al fondo se apreci¨® la necesidad de ofrecer algo optimista a un pa¨ªs trastornado por el esc¨¢ndalo de su Liga. Lo consigui¨®. La noticia es magn¨ªfica porque el equipo estuvo a la altura de un pa¨ªs que adora la belleza. Excepto en el f¨²tbol. Detr¨¢s tambi¨¦n se observ¨® la influencia del Milan, el equipo que se ha atrevido a jugar con Pirlo de medio centro. A Italia le queda un largo recorrido. ?Lo afrontar¨¢ a la nueva manera o regresar¨¢ a su origen? Frente a Ghana demostr¨® que puede jugar bien y ganar. Por cierto, es lo que suele suceder en el f¨²tbol.
Los checos tambi¨¦n jugaron con naturalidad. Su veterano entrenador, Karel Br¨¹ckner, no se dej¨® atacar por las obsesiones que enferman a la mayor¨ªa de los entrenadores antes de la Copa del Mundo. Aline¨® a los mejores y los coloc¨® en sus posiciones de siempre. Pareci¨® un equipo que se conoc¨ªa de toda la vida. Y es verdad. All¨ª estaban Poborsky, Nedved, Galasek junto a sus sucesores. Entre todos destac¨® Rosicky, centrocampista discutido que se marc¨® un partidazo. Rosicky destroz¨® a Estados Unidos. Hubo una diferencia enorme entre un pa¨ªs con una gran tradici¨®n futbol¨ªstica y otro que busca desesperadamente ingresar entre los mejores. Por lo que parece no ocurrir¨¢ en este Mundial.
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