La evasi¨®n como norma
Con la decisi¨®n del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno de declararse competente para la investigaci¨®n de los vuelos de la CIA en territorio espa?ol, se inicia la segunda parte de un largo proceso que comenz¨® en abril del pasado a?o con la querella criminal interpuesta por 11 ciudadanos de Palma de Mallorca ante un juzgado de esta ciudad, acogi¨¦ndose a la acci¨®n popular y a la vista de las investigaciones publicadas por los periodistas del Diario de Mallorca galardonados con el Premio Ortega y Gasset.
Confesamos que nos result¨® desconcertante la presencia del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en el acto de entrega del Premio Ortega y Gasset a los tres periodistas del Diario de Mallorca que tan tozuda y eficazmente han destapado el llamado caso de los aviones de la CIA. El presidente tiene todo el derecho de ir donde le invitan, por supuesto, pero hacerse el despistado en tema tan espinoso que a ¨¦l le compete tan directamente no deja de invitar al desconcierto a quienes siguen con inter¨¦s ciudadano todo lo relacionado con esta vergonzosa pr¨¢ctica de la CIA y a quienes, como los abajo firmantes, somos parte directamente legitimada en el esclarecimiento de los hechos.
Puesto que no se trata aqu¨ª de hablar de las luces del Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero, nos referiremos a la inquietante sombra oficial que cubre ?desde hace m¨¢s de un a?o! todo lo relacionado con los vuelos secretos de la CIA en nuestro territorio, y m¨¢s en concreto, con el uso fraudulento y contrario a la norma internacional que hace la todopoderosa Agencia de Inteligencia estadounidense de algunos aeropuertos espa?oles, entre ellos los de Palma de Mallorca e Ibiza.
Una investigaci¨®n que una vez iniciada y publicada ha podido proseguir y a¨²n adentrarse en terrenos cada vez m¨¢s precisos, gracias en parte a los datos aportados por las investigaciones policiales provocadas, a su vez, queremos subrayar ya que nadie lo hace, por la doble iniciativa que nosotros, 11 ciudadanos, tomamos en su d¨ªa, primero, interponiendo una denuncia ante el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, que se apresur¨® a archivarla, e inmediatamente despu¨¦s una querella criminal basada en la acci¨®n popular, que el juez admiti¨® y, de acuerdo con el criterio que mantuvimos desde el primer momento, se inhibi¨® a favor de los juzgados centrales de Instrucci¨®n de la Audiencia Nacional, ante los que nos hemos personado y que ha dado origen a las diligencias previas 109/2006 seguidas ante el Juzgado Central n¨²mero 2, que acaba de declararse competente.
Por tanto, el inter¨¦s profesional de un juez de Instrucci¨®n de Palma, y eso le honra, nuestro propio empe?o y tes¨®n, la solidaridad de un pu?ado de ciudadanos que acudieron a nuestra llamada de ayuda econ¨®mica para poder hacer frente a los gastos que supone y va a seguir suponiendo mantener viva la acci¨®n popular, y la dedicaci¨®n de los tres periodistas en proseguir con su dif¨ªcil trabajo, han hecho posible que el llamado caso de los aviones de la CIA siga vivo, siga presente, pero siga tambi¨¦n sin resolverse y en consecuencia que los responsables del Gobierno sigan sin dar convincentes explicaciones. De ah¨ª que a nosotros, los abajo firmantes, nos siga pareciendo hoy cuando menos desconcertante la actuaci¨®n del presidente en torno al caso.
Porque, claro, esperar que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, se avenga a dar una explicaci¨®n clara y transparente de todo lo que relaciona nuestro pa¨ªs con tan siniestros vuelos de la CIA es confiar en demas¨ªa. Valga como bot¨®n de muestra su confusa postura respecto al S¨¢hara y su silencio ante la reiterada expulsi¨®n por parte del Gobierno de Marruecos de parlamentarios espa?oles que han tratado de visitar los territorios ocupados.
En m¨¢s de una ocasi¨®n, tanto ¨¦l como el mismo presidente Zapatero no han tenido inconveniente en servirse de la existencia de nuestra actuaci¨®n procesal para eludir las explicaciones que la prensa les ha solicitado, apelando al consabido silencio "porque el tema est¨¢ sub j¨²dice", lo cual, con perd¨®n, huele a coartada. Por tanto, no creemos exagerar al decir que nos parece escandalosamente c¨®moda la postura inmaculada, y como de quien pasaba por ah¨ª, que observan nuestro presidente y el ministro relacionado con el caso.
Un tema que, seg¨²n est¨¢ m¨¢s que demostrado, ellos recibieron como herencia del anterior Gobierno del PP, entregado en cuerpo y alma a los deseos b¨¦licos de los se?ores Bush y Blair. Pero un tema tambi¨¦n que a nadie se le escapa prosigui¨® ante los ojos del Gobierno de Zapatero. Entendemos, por tanto y despu¨¦s de tantos meses de espera, que desde el Gobierno se trata de una u otra manera de dar largas al asunto, pese a la existencia de una Comisi¨®n Europea ad hoc y a sus requerimientos, pese a la querella criminal que presentamos, pese al reciente Informe del Consejo de Europa y pese a que la opini¨®n p¨²blica siga esperando que hablen sin evasivas los enterados, es decir, el presidente o su ministro de Asuntos Exteriores o su responsable de la Inteligencia. En caso contrario, cauce y desarrollo judicial aparte, nos tememos que la postura oficial es interesada, se?or presidente.
Ignacio Ribas (abogado), Ferran Gomila (abogado), Antoni Mar¨ªa Thomas (periodista), Gabriel Sevilla (ge¨®grafo), Rafael Ortiz (abogado), Salvador Bastida (profesor ES), Bernat Riutort (profesor Universidad), Manuel Cabellos (arquitecto), Jaime Carbonero (arquitecto), Jos¨¦ Mar¨ªa Carbonero (m¨¦dico), Alfredo Garc¨ªa (psiquiatra). Los firmantes presentaron una querella por los vuelos de la CIA en Palma de Mallorca.
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