Hogueras del mismo incendio
Los miembros del jurado del Premio Ulises, el m¨¢s importante a nivel mundial para libros de reportajes y narraci¨®n period¨ªstica, nos hemos reunido en Berl¨ªn para escoger la "lista larga" de candidatos de este a?o, y entre los veinte de esa lista han quedado colocados dos del mundo de habla hispana: La cosecha de mujeres, de Diana Washington Vald¨¦s, publicado en M¨¦xico por la editorial Oc¨¦ano; y Pa¨ªs de plomo, de Juanita de Le¨®n, publicado en Colombia por la editorial Aguilar.
Diana Vald¨¦s, periodista de El Paso Times, dedicada largo tiempo a desentra?ar el caso de los cerca de cuatrocientos asesinatos ocurridos a lo largo de m¨¢s de una d¨¦cada en Ciudad Ju¨¢rez, demuestra en La cosecha de mujeres lo que es el poder de una investigaci¨®n a fondo y sin concesiones.
En Ciudad Ju¨¢rez, situada en el Estado de Chihuahua, al borde de la frontera con Estados Unidos, se hallan establecidas decenas de plantas maquiladoras que atraen a miles de mujeres desde el interior de M¨¦xico. ?sas son las principales v¨ªctimas de los cr¨ªmenes, y tambi¨¦n empleadas de tiendas y de bares y restaurantes, estudiantes de escuelas de computaci¨®n, y aun prostitutas. Extra?a cosecha de muertes cuya lista el libro nos muestra completa.
Pero esta ciudad de mill¨®n y medio de habitantes es tambi¨¦n sede de uno de los m¨¢s poderosos carteles de la droga, fundado por los hermanos Carrillo Fuentes, due?o de los embarques de coca¨ªna, marihuana y hero¨ªna que pasan de manera constante hacia Estados Unidos, donde se halla el mercado consumidor de drogas m¨¢s grande del mundo. El narcotr¨¢fico que todo lo abraza y todo lo corrompe, que todo lo compra.
Y la periodista trata estos asesinatos como lo que son, un fen¨®meno que desborda la mera criminalidad para entrar en el territorio de la conspiraci¨®n, la complicidad y la impunidad. El uso del poder como instrumento del crimen atroz. En la pir¨¢mide de poder, todos son sospechosos, al menos de silencio deliberado. Pero las se?ales que los autores intelectuales y ejecutores van dejando quitan la respiraci¨®n. Los culpables se mueven en la sombra. Alguien los protege, pero all¨ª est¨¢n. La red de complicidades entre capos de la droga, pol¨ªticos poderosos, zares de la econom¨ªa, funcionarios p¨²blicos, agentes de polic¨ªa, se vuelve densa, e invisible.
Se trata de los cr¨ªmenes en serie de m¨¢s dilatada historia en la ¨¦poca contempor¨¢nea. No uno, sino una colecci¨®n de hijos de Jack el Destripador. Violencia contra las mujeres, venganza contra las mujeres. Desprecio, machismo, discriminaci¨®n. Poder de clase. Diversi¨®n, ritos de iniciaci¨®n a costa de la vida de muchachas pobres y desamparadas. ?se es el mapa que con abundantes datos nos traza Diana Vald¨¦s, en un libro memorable.
Pa¨ªs de plomo es un reportaje m¨²ltiple, elaborado en distintos momentos y en distintos escenarios, que nos deja ver un panorama estremecedor de la larga guerra que ha azotado Colombia por d¨¦cadas: los sufrimientos de la poblaci¨®n en las ¨¢reas rurales, los asesinatos de civiles atrapados por el conflicto, la lucha militar y sus consecuencias sociales, la imposibilidad del ej¨¦rcito gubernamental de hacer frente a la insurgencia, la sombra del narcotr¨¢fico, tambi¨¦n aqu¨ª, tendida sobre todo el escenario.
Cada reportaje representa un episodio del conflicto, y as¨ª, Juanita de Le¨®n nos lleva por distintos espacios de la geograf¨ªa de Colombia donde arde la guerra. Y al sumar estos episodios, y estos escenarios, tenemos una espl¨¦ndida visi¨®n de conjunto. La raz¨®n pol¨ªtica del enfrentamiento parece haber muerto hace tiempo, y lo que tenemos de frente es una lucha descarnada por el poder. Poder sobre las ¨¢reas de siembra de la coca, sobre los lugares donde se procesa, sobre las rutas a trav¨¦s de las cuales sale hacia Estados Unidos. Disputa por el dominio militar sobre territorios, dominio que representa, para sus due?os, r¨¦ditos de centenares de millones de d¨®lares. Participaci¨®n en el negocio de las drogas, cobro de impuestos forzosos, secuestro de v¨ªctimas para reclamar rescates.
Han desaparecido los ideales. La ideolog¨ªa dej¨® de importar hace tiempo. Comunismo, anticomunismo no son sino dos caras de la misma moneda. La conducta de los guerrilleros y de los paramilitares llega a ser id¨¦ntica en muchos casos, despiadada e insensible. Los combatientes campesinos de todos los bandos se enlistan por paga, y por seguridad. La guerra es un negocio, y los intereses de ese inmenso negocio pasan por encima de la seguridad de la gente com¨²n, que se ve atrapada entre diversos fuegos, y se halla impotente.
La autora narra los acontecimientos desde el propio lugar donde ocurren, con sentido profesional, sin vacilaciones ni inclinaciones. Se ocupa de hechos que averigua, y expone la informaci¨®n que ha logrado descubrir, sin olvidar nunca que se halla frente a seres humanos. Es la historia oculta que s¨®lo el periodista agudo e inteligente, y adem¨¢s buen escritor, puede descubrir a nuestros ojos.
Dos mujeres, pues, muy due?as de su oficio, que desde ¨¢ngulos diferentes nos ense?an a ver el drama contempor¨¢neo del continente. Dos hogueras del mismo incendio.
Sergio Ram¨ªrez es escritor y fue vicepresidente de Nicaragua.
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