Alivio moment¨¢neo en la Casa Blanca
?Y ahora qu¨¦? La Casa Blanca ha dejado atr¨¢s el temible embate de una acusaci¨®n contra Rove. Pero todav¨ªa tiene pendiente el juicio contra el ex jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney, Lewis Libby -el pr¨®ximo a?o-, acusado de perjurio y obstrucci¨®n a la justicia y que podr¨ªa conducir al propio vicepresidente a los tribunales como testigo.
El esc¨¢ndalo que ha tocado a todos los hombres del presidente se remonta a 2002, cuando el diplom¨¢tico Joseph Wilson, marido de la agente clandestina de la CIA Valerie Plame, viaj¨® a N¨ªger para averiguar si Irak estaba recibiendo uranio para fabricar armas nucleares desde all¨ª. Tras no encontrar ni rastro de ellas, Wilson acus¨® al Gobierno de su pa¨ªs de invadir Irak con falsos pretextos. En venganza, la Casa Blanca filtr¨® la identidad de su mujer, cuyo nombre fue publicado en la prensa. Los principales sospechosos del soplo eran dos de los hombres con m¨¢s peso en la residencia oficial: Rove y Libby.
Libby habl¨® sobre Plame con varios periodistas, entre ellos la redactora de The New York Times Judith Miller, y declar¨® en un principio que se hab¨ªa enterado de la identidad de Plame por la prensa, lo que result¨® ser falso. Sin embargo, aunque el fiscal ha imputado a Libby con cinco cargos, no le ha acusado de descubrir el nombre de la esp¨ªa.
Libby puede llegar a pagar con 30 a?os de c¨¢rcel y un mill¨®n de euros su manipulaci¨®n. Rove habl¨® del asunto Plame con Lewis Libby y al menos con dos periodistas -Bob Novak y Matt Cooper-, pero siempre dijo que recibi¨® informaci¨®n, no que la dio.
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