Catalu?a no es eso

Todos los pol¨ªticos catalanes han condenado los abucheos e insultos sufridos por Rajoy en sus apariciones p¨²blicas en la campa?a del refer¨¦ndum sobre el nuevo Estatuto de autonom¨ªa, pero algunos de esos pol¨ªticos han a?adido de forma inaceptable, con ¨¦sas u otras palabras, que en el fondo se lo ten¨ªa merecido.

No todos lo han hecho. El domingo, el presidente Pasqual Maragall telefone¨® a Rajoy para lamentar el acoso que hab¨ªa sufrido la v¨ªspera en un mercado de L'Hospitalet de Llobregat. Maragall le expres¨® su solidaridad, gesto que repiti¨® ayer al reprobar p¨²blicamente los nuevos abucheos y agresiones producidos el lunes en Granollers. Ser¨ªa injusto considerar ese comportamiento incivil representativo del sentir de la ciudadan¨ªa de Catalu?a. Pero por ello mismo deber¨ªa haber suscitado un rechazo sin matices por parte de todos los partidos y dirigentes pol¨ªticos catalanes; tanto m¨¢s cuando los agresores invocaban el nombre de Catalu?a y el Estatuto. Una frase muy repetida ayer fue que "quien siembra vientos, recoge tempestades".

No hay ninguna raz¨®n que justifique impedir a un partido defender sus razones, ya sea para votar s¨ª como para votar no. Es cierto que Rajoy quiso arrimar el ascua a su sardina al culpar de los incidentes de L'Hospitalet al PSC, contra la evidencia que muestran las im¨¢genes televisivas: tenderos y transe¨²ntes no necesitaron de instigaci¨®n ex

terior para abuchear a Rajoy hasta obligarle a abandonar el lugar. Tambi¨¦n es cierto que la propia direcci¨®n del PP sab¨ªa que esta campa?a iba a ser muy dif¨ªcil para su partido, despu¨¦s de haber relacionado el propio Estatuto con ETA y haber acusado a Catalu?a en su conjunto de pretender obtener recursos y financiaci¨®n de forma abusiva en detrimento de regiones m¨¢s pobres, como Andaluc¨ªa o Extremadura. Todo ello, amplificado por la fanfarria medi¨¢tica que ha acompa?ado los debates. Obviamente, este hecho ni justifica los incidentes ni sirve para envolverlos de explicaciones.

Hay actitudes que rompen la convivencia y buscarles razones es argumentar en direcci¨®n equivocada. Por eso son a¨²n m¨¢s desafortunadas las manifestaciones de Jos¨¦ Montilla, primer secretario del PSC, que explic¨® esos incidentes como una expresi¨®n del "clamor" contra los "ataques continuados [del PP] contra Catalu?a". Argumento que viene a dar la raz¨®n a quienes hab¨ªan visto en la consigna de su partido para el refer¨¦ndum (S¨ª, gana Catalu?a; No, gana el PP) un intento de contraponer una posici¨®n pol¨ªtica leg¨ªtima, la del PP, no a otras posiciones igualmente leg¨ªtimas, sino a Catalu?a.

Ante ciertas situaciones, el exceso de matizaciones o remisiones al contexto s¨®lo sirven para confundir. Lo que estaba mal cuando lo hac¨ªa Fraga al identificar a su partido con Espa?a, sigue estando mal cuando la identificaci¨®n se pretende con Catalu?a.