Arrinconar
?ltimamente el Partido Popular se viste con unos toques de victimismo. Su argumento preferido es que hay una operaci¨®n orquestada por el malvado Zapatero para arrinconarles. Y que esto es inadmisible. La capacidad de impresionar a las m¨¢s ingenuas almas ciudadanas queda muy reducida cuando los que ofician de ofendidos son personajes como Acebes o Zaplana. En el discurso pol¨ªtico la distancia entre lo que se dice y lo que se hace alcanza las m¨¢ximas cotas de las que el ser humano es capaz.
?De qu¨¦ se sorprenden los l¨ªderes populares y su orquesta medi¨¢tica? ?De que Zapatero procure aislarles para dificultar su regreso al poder? Si el objetivo de todo partido es conquistar y ejercer el poder, ?cabe imaginar un pol¨ªtico que se dedique a allanar el terreno para que la oposici¨®n le eche? Todos, sin excepci¨®n, han procurado reducir el espacio del adversario. Y Zapatero tambi¨¦n, por supuesto. ?Qu¨¦ hizo Aznar para convertir la victoria amarga en victoria dulce (o sea, en mayor¨ªa absoluta)? Apoderarse de una parte del programa de la oposici¨®n, aprovechar la debilidad de un partido que acababa de perder el poder para extender su hegemon¨ªa en el espacio medi¨¢tico y econ¨®mico, y tratar de establecer un pacto estable con los partidos nacionalistas y regionalistas perif¨¦ricos. Fue el PP el que trat¨® de restaurar una especie de confederaci¨®n de derechas aut¨®nomas. En algunos momentos, incluso lleg¨® a circular la fantas¨ªa de que en Catalu?a el PP podr¨ªa desistir electoralmente a favor de CiU a cambio de una cierta vinculaci¨®n org¨¢nica. Despu¨¦s, con la mayor¨ªa absoluta -es decir, cuando el trabajo de arrinconamiento de los socialistas dio sus frutos- se puso en evidencia que se trataba s¨®lo de movimientos t¨¢cticos y el PP se mostr¨® tal como es, consiguiendo que sus aliados de ayer se convirtieran en sus enemigos de hoy. Pero, en todo esto, el PSOE no tuvo ni arte ni parte. Fue Aznar quien se lo guis¨® y quien se lo comi¨®. Y no creo que Aznar se metiera en la guerra de Irak para ayudar al PSOE a regresar el poder en un tiempo razonable.
?Qu¨¦ est¨¢ haciendo Zapatero? Algo parecido. Al ser el primer l¨ªder socialista que asume sin complejos buena parte del ideario liberal, en especial en materia de derechos civiles y costumbres, ha ido arrinconando al PP -con la impagable ayuda de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica- en el espacio conservador que, como se est¨¢ demostrando, en Espa?a es grande pero probablemente insuficiente para llegar al poder. Y por necesidad parlamentaria, pero tambi¨¦n para garantizarse una larga temporada en el poder, ha tendido redes en todas direcciones para hacer frente compartido con los diversos partidos de ¨¢mbito auton¨®mico. Evidentemente, el mal sabor que dej¨® en casi todos ellos el despliegue de arrogancia que el PP hizo en su ¨²ltima legislatura ha facilitado la tarea a Zapatero. Y, en pol¨ªtica, es sabido que el rechazo al adversario une m¨¢s que los puntos de vista comunes. Ahora queda por ver qu¨¦ har¨¢ Zapatero si su operaci¨®n de arrinconamiento del PP tiene ¨¦xito, como lo tuvo Aznar en su momento, y consigue la mayor¨ªa absoluta. ?Sabr¨¢ mantener y ampliar las alianzas trabadas en esta primera legislatura o caer¨¢ en el error del PP de creer que ¨¦l solito se bastaba para gobernar mil a?os?
Lo curioso es que sabiendo que Zapatero intentar¨ªa confinarles en el espacio del conservadurismo radical -y lo sab¨ªan, porque ellos tambi¨¦n lo hicieron- se hayan empe?ado en facilitarle la tarea, mostrando su cara m¨¢s perra. Si todos los partidos, cuando pierden el poder, caen en esta trampa, cabe pensar que el numantinismo debe ser la mejor estrategia para mantener un suelo alto, el de los electores irreductibles. Pero adem¨¢s el PP solt¨® su alma en la ¨²ltima legislatura, y cuando uno se ha mostrado tal como es, el maquillaje se hace muy complicado.
Donde ya es definitivamente absurda la actitud del PP es en el proceso de paz. ?Qu¨¦ gana no apoyando al Gobierno, aparte de generar la sospecha de que espera el fracaso del proceso? Al alto al fuego permanente, a los tres a?os sin asesinatos, se a?ade ahora la manifestaci¨®n por parte de ETA de su voluntad de "llegar hasta el final". Son se?ales de que algo se mueve. ?Qu¨¦ consigue el PP plant¨¢ndose?
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