"No ser¨¢ f¨¢cil ni gratis, pero debemos asumir riesgos en Afganist¨¢n"
El coronel Jos¨¦ Antonio Alonso cede el mando de Badghis al cabo de cuatro meses
Con una sobria ceremonia, el coronel de la Legi¨®n Jos¨¦ Antonio Alonso entreg¨® ayer por la ma?ana el mando del Equipo de Reconstrucci¨®n Provincial (PRT) de Qala-i-Naw, al oeste de Afganist¨¢n, al coronel de la Brigada Paracaidista Fernando L¨¢zaro, y tom¨® un helic¨®ptero para iniciar el largo viaje de regreso a Almer¨ªa, adonde est¨¢ previsto que llegue, con m¨¢s de 100 militares, el pr¨®ximo s¨¢bado. Mientras, en el sur del pa¨ªs, tropas de la coalici¨®n encabezada por EE UU manten¨ªan su mayor ofensiva desde la guerra de 2001.
En conversaci¨®n telef¨®nica desde la base de Herat, el coronel Alonso hac¨ªa ayer un balance "tremendamente positivo y enriquecedor" de sus cuatro meses en Afganist¨¢n. "Volvemos con la satisfacci¨®n de haber cumplido la misi¨®n encomendada y la fortuna de no haber sufrido ning¨²n percance digno de menci¨®n", explica.
Hace poco m¨¢s de un mes, el Congreso aprob¨® incrementar con hasta 150 efectivos el contingente militar espa?ol y ahora, explica el coronel, es "absolutamente razonable y suficiente, desde el punto de vista de la capacidad y la seguridad, incluso si las cosas llegaran a complicarse".
La extensi¨®n de la OTAN al sur del pa¨ªs, admite Alonso, "no ser¨¢ gratis ni f¨¢cil", y generar¨¢ "una gran inestabilidad y unos riesgos que debemos asumir". No obstante, pese a los m¨¢s de 400 muertos que han dejado los ¨²ltimos combates, se muestra "sinceramente convencido" de que no tendr¨¢ repercusiones en la provincia de Badghis, bajo responsabilidad espa?ola, ni tampoco en Herat, donde est¨¢ la base de apoyo.
Un caso diferente es Farah, la provincia m¨¢s meridional de la regi¨®n suroeste, bajo responsabilidad de las tropas de EE UU, a las que debe auxiliar la Compa?¨ªa de Reacci¨®n R¨¢pida espa?ola si hay problemas. Se trata de una zona "complicada", admite, de poblaci¨®n past¨²n y "presencia residual de grupos talibanes".
Tambi¨¦n los pastunes son mayor¨ªa en dos distritos de Badghis, pero eso no impide que el Gobierno de Kabul la considere la provincia m¨¢s segura del pa¨ªs. "Y eso no es casualidad", apostilla Alonso con orgullo. "Somos el ¨²nico PRT que se ha movido por toda la provincia. Hemos hecho m¨¢s de 2.000 patrullas y 76.000 kil¨®metros y hemos repartido 40 toneladas de ayuda humanitaria".
El coronel desmiente de forma tajante que las tropas espa?olas puedan considerarse una fuerza de ocupaci¨®n: "En absoluto. A diferencia de otras misiones, nuestro papel es apoyar al Gobierno afgano. Ellos son los protagonistas y nosotros siempre vamos detr¨¢s, apoy¨¢ndoles".
Cuando, en junio del a?o pasado, los soldados espa?oles llegaron a Qal-i-Naw, una ciudad medieval, sin luz, agua potable ni asfalto, sus vecinos les recibieron "con cierto recelo", admite Alonso, sin acabar de creerse las promesas de reconstrucci¨®n.
Por eso, junto a las grandes obras de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECI), como la carretera o el hospital, que s¨®lo estar¨¢n listas a medio plazo, el contingente ha puesto en marcha los llamados proyectos de impacto r¨¢pido, como el tendido el¨¦ctrico que ilumina desde hace dos semanas las principales calles y edificios oficiales.
En Afganist¨¢n, la cr¨ªtica de quienes pregonan que el Ej¨¦rcito no es una ONG, para cuestionar las misiones humanitarias, resulta falaz. "No se puede reconstruir si no hay seguridad, y lo que mejor garantiza la seguridad es la reconstrucci¨®n", alega.
Desde hace meses, los atentados suicidas, al estilo iraqu¨ª, est¨¢n proliferando. Nadie puede descartar que, en alg¨²n momento, tomen como objetivo a las tropas espa?olas. Ante esa amenaza, advierte Alonso, la mejor defensa es el apoyo de la propia poblaci¨®n.
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