'Iberia', esa mujer en movimiento

Iberia es femenino singular y as¨ª est¨¢n empe?ados en demostrarlo la bailarina Lola Greco y la pianista Rosa Torres-Pardo, con su instrumento devoto de la obra maestra de Isaac Alb¨¦niz. Jos¨¦ Mar¨ªa Gallardo Rey, que es el ¨²nico hombre que aparece junto a ellas en el escenario, podr¨ªa poner sus objeciones. Pero en ese caso, su guitarra, que tambi¨¦n es mujer, sonar¨ªa desafinada. As¨ª que est¨¢ de acuerdo con la visi¨®n que tienen sus compa?eras en este espect¨¢culo, dirigido en escena por Ignacio Garc¨ªa, con escenograf¨ªa de Eduardo Arroyo, que se estrena el domingo 25 en el Festival de Granada.

"Siempre me he enfrentado a la Iberia como si fuera una mujer", dice Torres-Pardo, que lleva tres a?os lidiando con este profundo y siempre sorprendente galimat¨ªas de m¨²sica compuesta para piano por Alb¨¦niz, a la que se ha empe?ado en enfrentar con la modernidad. Lo hace despu¨¦s de haber empezado por el camino ortodoxo, tras dedicarse en cuerpo y alma a desgranar todas las esquinas de una partitura que Alb¨¦niz compuso hace unos cien a?os, entre 1906 y 1909, y en la que trataba de desarrollar una visi¨®n propia y so?ada de Espa?a.

"Siempre me he enfrentado a la Iberia como si fuera una mujer", dice la pianista Torres-Pardo

Pero una vez ha preparado, gra-

bado en disco y viajado con la suite Iberia por muchos lugares del mundo -el ¨²ltimo Nueva York, dentro de un ciclo organizado por el Instituto Cervantes que fue transmitido por la radio p¨²blica a todo el pa¨ªs-, se encuentra preparada para buscar nuevos caminos que la enfrenten con el presente. Desde concebir una pel¨ªcula que finalmente rod¨® Carlos Saura hasta transformarla en un espect¨¢culo para la escena, como ahora. "Hay que colocarla en el siglo XXI para ser fiel al esp¨ªritu m¨¢s moderno de su autor", asegura la pianista.

En este caso, en lo estrictamente musical, Torres-Pardo y Gallardo Rey establecen todo un ins¨®lito di¨¢logo de cuerdas fascinante, que hecha por tierra varios prejuicios. "Como esa idea preconcebida de que el piano y la guitarra no se llevan bien", asegura Gallardo. "Los que no se llevan bien son los int¨¦rpretes", a?ade el guitarrista. Y en eso no lleva culpa la m¨²sica.

Gallardo se siente muy realizado en escena con estas dos mujeres, con las que conecta plenamente por medio de su instrumento: "Es la guitarra la que aporta las esencias m¨¢s femeninas", afirma. Otras tambi¨¦n. "Las m¨¢s raciales, las ¨¦tnicas. El piano de Alb¨¦niz es impresionista y ambicioso, mientras que la guitarra le da el toque que el compositor so?¨®, ese aspecto popular, m¨¢s pegado a la tierra es el que le da mi instrumento", asegura Gallardo.

Lola Greco, por su parte, se encarga de otorgarle movimiento a una m¨²sica llena de simbolismo racial, de color y sabor a tierra e idealismo. Ella conoce perfectamente la obra tambi¨¦n, desde que estudiaba en la escuela. "Ca¨ªa en los ex¨¢menes", asegura Greco. "Pero con estos dos m¨²sicos he aprendido a verla de manera diferente". Su reto a cada nota, su b¨²squeda de la m¨²sica, marca de manera muy espacial todo el espect¨¢culo. Con su baile, Greco pide explicaciones, se bate en duelo con los dos m¨²sicos hasta exprimir esencias claves.

"Es una maravillosa actriz, profunda, aut¨¦ntica", dice Ignacio Mart¨ªnez, a quien Lola Greco y Rosa Torres-Pardo llamaron para que les ayudara a poner en orden dentro de la escena lo que ellas intu¨ªan y quer¨ªan ofrecer. "Mi misi¨®n ha sido limar, eliminar, pulir", asegura el director de escena, asistente de Mario Gas en el Teatro Espa?ol. "Cuando me llam¨® Rosa, a quien no conoc¨ªa de nada, acababa de comprarme su disco de Iberia, as¨ª que fue una se?al y una especie de sue?o cumplido. A veces pienso en los ensayos, que deber¨ªan pagarme por ver el trabajo de los tres".

En escena, este tr¨ªo art¨ªstico

que exprime las esencias expresivas de Iberia con conocimiento de lo que tienen entre manos se mueve por el espacio que ha creado para ellos el pintor y escen¨®grafo Eduardo Arroyo. Una cabeza de toro dorada que sobresale de un muro desgajado y unos mantos rojos y negros componen la sencilla y simb¨®lica vestimenta del espect¨¢culo que se estrena el d¨ªa 25 en Granada. El piano, la guitarra y el cuerpo y alma de mujer que definen esta versi¨®n de Iberia sirven para evocar desde lo m¨¢s hondo los enigmas que nos fascinan en la obra de Alb¨¦niz.