El alfabeto de los huracanes vuelve a retumbar
El miedo es la herencia del Katrina. Esta temporada llegan Alberto, Beryl, Chris, Debby... y as¨ª hasta William
A Alberto le seguir¨¢ Beryl, y luego Chris, y luego Debby, y luego Ernesto... y as¨ª hasta 21 nombres masculinos y femeninos que acabar¨¢n en la w de William. La temporada de huracanes qued¨® abierta a principios de mes en Estados Unidos, el Caribe y Centroam¨¦rica. Finalizar¨¢ el 30 de noviembre. M¨¢s all¨¢ de los simples nombres, puede que alguno pase a la historia asociado a la devastaci¨®n y la desesperanza. Fue el caso del Katrina el a?o pasado.
En el a?o 2005 se registr¨® la temporada m¨¢s turbulenta en el Atl¨¢ntico norte desde que se tienen registros hist¨®ricos (mediados del siglo XIX), con la formaci¨®n de 28 tormentas tropicales, de las cuales 15 fueron huracanes y siete de ellos alcanzaron las categor¨ªas 3, 4 ¨® 5, esta ¨²ltima la m¨¢xima en la escala de intensidad Saffir-Simpson.
Se prev¨¦ que en los seis meses pr¨®ximos, al menos 10 tormentas podr¨ªan transformarse en huracanes de tipo medio, y puede que seis, en intensos
Ante la nueva temporada de ciclones no hay nadie que no vuelva la mirada hacia Luisiana, con la imagen de caos, horror y muerte en Nueva Orleans
La que se considera tambi¨¦n la temporada m¨¢s destructiva de la historia de Estados Unidos se cobr¨® m¨¢s de 3.000 vidas y caus¨® 100.000 millones de d¨®lares en p¨¦rdidas materiales. A pesar de que las predicciones no indican que 2006 vaya a ser tan brutal como lo fue 2005, existe un 82% de posibilidades de que una gran tormenta azote el territorio de Estados Unidos.
Siguiendo con las cifras, la posibilidad de que un cicl¨®n golpee la costa Este es del 69%, y del 38% que lo haga en el golfo de M¨¦xico. "Si la atm¨®sfera y el oc¨¦ano se comportan como lo han hecho en el pasado, tendremos una temporada muy activa, pero eso no se traduce de forma inmediata en que las tormentas vayan a producir tanta destrucci¨®n como el a?o pasado", asegura William Grey, catedr¨¢tico de Ciencias Atmosf¨¦ricas en la Universidad de Colorado y autor del informe sobre ciclones tropicales para el a?o 2006.
Incertidumbre
Veinti¨²n nombres flotan en el aire como una amenaza. De entre las 21 tormentas tropicales que seg¨²n la Administraci¨®n Nacional de Oc¨¦anos y Atm¨®sfera de Estados Unidos (NOOA, siglas e ingl¨¦s) prev¨¦ que se formar¨¢n en los pr¨®ximos seis meses, al menos 10 podr¨ªan transformarse en huracanes de tipo medio, y puede que seis en intensos huracanes. "La principal incertidumbre en la previsi¨®n no es si esta temporada estar¨¢ por encima de lo que se considera normal, sino cu¨¢nto m¨¢s por encima de esa normalidad", se informa desde NOOA.
Ante la nueva temporada de ciclones no hay nadie que no vuelva la mirada hacia el Estado de Luisiana; que no tenga en su mente una imagen de caos, horror y muerte desarrollada en la ciudad de Nueva Orleans a partir del 29 de agosto del a?o pasado. Surgen muchas angustias y no pocas preguntas: ?Se puede repetir el Katrina? ?Qu¨¦ lecci¨®n se ha sacado de m¨¢s de un millar de muertos y cientos de desaparecidos? ?Est¨¢ Estados Unidos preparado para evitar otro Katrina? Las respuestas no son muy tranquilizadoras.
"No confiar en nadie ni en nada". Que es lo mismo que decir: no confiar en que los diques vayan a funcionar o que el Gobierno vaya a rescatar a tiempo a sus compatriotas en una situaci¨®n parecida a la ya vivida. No se trata de miedo irracional, de desinformaci¨®n o demagogia. El mismo secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, expresaba su preocupaci¨®n esta semana sobre la "extrema vulnerabilidad" que persiste en las ¨¢reas de Nueva Orleans que m¨¢s duramente fueron golpeadas el a?o pasado, en parte porque quienes han vuelto a la ciudad viven en unos tr¨¢ilers que no aguantar¨ªan la m¨¢s m¨ªnima embestida del viento y, fundamentalmente, porque las obras en los tristemente famosos diques no se han completado.
Si al comentario de la persona en cuyas manos recae la seguridad nacional se a?ade el informe aportado por el Cuerpo de Ingenieros, responsable de la construcci¨®n de los diques, la frase entonces ser¨ªa: "S¨¢lvese quien pueda". Es desolador y muy inquietante. A trav¨¦s de 6.000 p¨¢ginas de lenguaje enrevesado y cr¨ªptico, el Cuerpo de Ingenieros admite que fueron defectos de dise?o en los diques los que provocaron que el 80% de la ciudad se inundara, as¨ª como que la tragedia deber¨ªa de servir de ejemplo para que el Gobierno federal tomase nota y proteja al pueblo estadounidense. Aunque en el informe nunca se leen las palabras expresas "error de dise?o", los responsables aceptan ahora que su trabajo tuvo defectos, imperfecciones, fallos.
"Somos responsables", asegur¨® en rueda de prensa el teniente general Carl Strock, comandante e ingeniero jefe del Cuerpo. "Las inundaciones han causado el colapso de la estructura social de Nueva Orleans, se ha perdido gran parte de su herencia cultural, y se ha perturbado de forma radical el car¨¢cter psicol¨®gico, econ¨®mico, pol¨ªtico y f¨ªsico del ¨¢rea", asegura el informe. "Todos estos impactos no tienen precedentes en sus consecuencias sociales y son desconocidos en la era moderna de Estados Unidos", finaliza.
Amplias dudas
Nueve meses despu¨¦s de la debacle del Katrina, las dudas sobre si la burocracia federal ser¨¢ m¨¢s ¨¢gil ante un hipot¨¦tico hurac¨¢n devastador se extienden como un c¨¢ncer. Para el autor de The Storm (La Tormenta), el especialista en huracanes de la Universidad de Luisiana, Ivor van Heerden, el Katrina fue un desastre natural "magnificado por la incompetencia del Gobierno a la hora de prevenirlo y a la hora de responder ante ¨¦l". Quienes han visto m¨¢s de un plan federal ponerse en marcha -y no triunfar- se definen esc¨¦pticos. Dennis Mileti, del Centro Nacional de Riesgos de la Universidad de Colorado, dice que Washington "no est¨¢ ni de lejos preparado como deber¨ªa" para responder a un eventual nuevo Katrina. La pregunta que est¨¢ en el ambiente es: ?Aparecer¨¢ en esta ocasi¨®n?
El nuevo jefe de la ya maldita Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, siglas en ingl¨¦s), David Paulison -confirmado por el Senado a principios de mes-, da un inequ¨ªvoco "s¨ª" a la cuesti¨®n. "S¨¦ que suena como si les estuviera vendiendo tupperwares o algo parecido, pero estoy muy emocionado con el cargo". "Tengo una gran reputaci¨®n en este trabajo y la voy a poner en pr¨¢ctica. Estar¨¦ all¨ª si se me necesita. Aparecer¨¦". Alberto ha pasado ya de largo, convertido en depresi¨®n tropical que ha dejado un rastro de 25.000 evacuados, intensas lluvias e inundaciones. Para tranquilidad de Paulison, estos datos se refieren a Cuba.
El gur¨² de las tormentas
DURANTE M?S DE 40 a?os ha estudiado los aspectos te¨®ricos y globales de los ciclones que se generan en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico. A sus 76 a?os es una autoridad en el tema. No suele fallar en sus vaticinios. William M. Gray est¨¢ considerado entre los cient¨ªficos estadounidenses como el gur¨² de los huracanes. Grey dirige en la actualidad el proyecto de meteorolog¨ªa de la Universidad de Colorado, claustro al que pertenece desde 1974. Para este a?o, el cient¨ªfico prev¨¦ 17 grandes tormentas tropicales, de las que nueve se convertir¨¢n en huracanes.
Fue Gray el primer meteor¨®logo en descubrir que a una mayor actividad en el Pac¨ªfico del fen¨®meno conocido como El Ni?o corresponde una temporada de ciclones en el Atl¨¢ntico m¨¢s bien d¨¦bil. Por el contrario, de la ausencia de El Ni?o en aguas del Pac¨ªfico se infiere que la temporada de ciclones en el Atl¨¢ntico ser¨¢ intensa.
As¨ª, Gray estableci¨® que cuando los vientos de la estratosfera soplan desde el Oeste, tiende a registrarse un mayor n¨²mero de tormentas tropicales.
?Complicado? Bastante m¨¢s que la asignaci¨®n de nombre a las tormentas. El sistema de nomenclaturas de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial (WMO, siglas en ingl¨¦s) asigna un nombre de mujer u hombre a los sistemas tropicales por cada letra del alfabeto, a excepci¨®n de la q, u, x, y y z, en listas que rotan cada seis a?os. Los meteor¨®logos explican que no existen suficientes nombres con esas letras en ingl¨¦s, franc¨¦s y espa?ol, los tres idiomas que se usan para elaborar las listas. Este a?o, el nombre de Katrina fue eliminado de la lista, por haber sido uno de los huracanes m¨¢s devastadores de la historia. La WMO ha retirado 67 nombres desde 1953, cuando comenz¨® a dotar de nombres propios a esos fen¨®menos meteorol¨®gicos. En el a?o 1953, la lista la compon¨ªan s¨®lo nombres de mujeres. Los nombres masculinos se incluyeron en la d¨¦cada de los setenta, tras la protesta de grupos feministas.
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