Naturaleza en tensi¨®n
A veces la armon¨ªa se rompe y llega la cat¨¢strofe. Terremotos, inundaciones, 'tsunamis', sequ¨ªas, huracanes. La naturaleza nos hiere. Pero nosotros tambi¨¦n la agredimos. Choque entre naturaleza y seres humanos. Una exposici¨®n de la agencia France Presse en Madrid repasa los desastres de los ¨²ltimos a?os
M¨¢s de cinco mil ochocientos muertos. M¨¢s de 20.000 heridos. M¨¢s de 200.000 personas desplazadas de sus casas y tierras. A finales de mayo, un nuevo desastre natural, el terremoto de Java, hac¨ªa saltar otra vez las alarmas del planeta. De nuevo, echarse las manos a la cabeza y las referencias a la furia de la naturaleza que se ceba con los m¨¢s d¨¦biles. Una nueva llamada a la solidaridad. A veces son tantas las peticiones de socorro que se corre el riesgo de escucharlas como quien oye llover. Y no es lluvia, sino inundaciones. Gritos de desesperaci¨®n.
En esa letan¨ªa de desgracias, una, el 26 de diciembre de 2004, result¨® tan brutal que su impacto no dej¨® a nadie indiferente: un tsunami arrasaba las costas del ?ndico. M¨¢s de 200.000 muertos. Se dice pronto, en media l¨ªnea. Pero trate de imaginar 200.000 cad¨¢veres, uno detr¨¢s de otro. Uno de los desastres m¨¢s devastadores de que se guarda memoria, junto a los terremotos de China de 1556 y 1976, con m¨¢s de un mill¨®n de v¨ªctimas sumando, y el cicl¨®n que asol¨® en 1970 Bangladesh (el pa¨ªs m¨¢s acosado por este tipo de calamidades en las ¨²ltimas d¨¦cadas), en el que perecieron m¨¢s de 300.000 personas.
Estas sacudidas de dolor han sido ahora agrupadas en la exposici¨®n La naturaleza fuera de s¨ª, abierta en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, en Madrid, hasta el 31 de agosto, dentro del festival PHotoEspa?a, que se articula este a?o en torno al concepto de Naturaleza. M¨¢s de un centenar de instant¨¢neas de desastres naturales de los ¨²ltimos a?os captadas por 90 reporteros de una de las agencias period¨ªsticas m¨¢s importantes del mundo, France Presse (AFP). "Han recogido con sus c¨¢maras", dice la presentaci¨®n de la muestra, "c¨®mo ¨²ltimamente el ser humano se ha desarrollado a todos los niveles sin mostrar ning¨²n respeto por el medio ambiente. Sin embargo, fen¨®menos como el maremoto de 2004 en las costas asi¨¢ticas nos recuerdan que la naturaleza no siempre se deja domesticar y que los elementos pueden superarnos". "En conjunto, la exposici¨®n constituye una reflexi¨®n sobre la inmensidad del planeta y la peque?ez de los seres vivos que lo pueblan". "La naturaleza nos hiere, pero tambi¨¦n nosotros la herimos a ella".
El mundo sabe cada vez mejor que no se trata s¨®lo de la ira de la naturaleza; que la influencia de la Humanidad, por activa o por pasiva, resulta decisiva. Por activa, con el deterioro de los pulmones del planeta por talas o grandes incendios incontrolados; con la invasi¨®n de r¨ªos, mares y suelos con basuras; con las deficientes medidas de seguridad de instalaciones muy peligrosas, como las radiactivas; con la emisi¨®n de gases que provocan el calentamiento del planeta y la multiplicaci¨®n de alteraciones extremas, desde sequ¨ªas hasta lluvias torrenciales. Por pasiva, por la deficiente cooperaci¨®n en proyectos a largo plazo en los pa¨ªses con ¨ªndices m¨¢s desestabilizadores de desarrollo humano, y, por tanto, con escasa capacidad para hacer frente a los imprevistos.
Como hay consciencia de que se puede hacer mucho, en enero de 2005 se celebr¨® en Kobe (Jap¨®n) la Conferencia Mundial sobre la Reducci¨®n de los Desastres para 2005-2015. La ecuaci¨®n que volvi¨® a emanar de esta cumbre, en la que participaron 168 Estados y 161 ONG, es sencilla: Los pa¨ªses desarrollados est¨¢n mucho m¨¢s preparados para alertar, frenar y aminorar el impacto de terremotos, maremotos, tornados, inundaciones? Se redact¨® as¨ª la conclusi¨®n: "Urge que la comunidad mundial mancomune fuerzas para romper el c¨ªrculo vicioso entre pobreza, degradaci¨®n del medio ambiente y falta de preparaci¨®n, que convierte los peligros naturales en desastres aniquiladores del desarrollo logrado a costa de mucho esfuerzo".
El dato: el 98% de estas v¨ªctimas en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas viv¨ªa en pa¨ªses en desarrollo, seg¨²n la Estrategia Internacional de Naciones Unidas para la Reducci¨®n de los Desastres Naturales (UN/ISDR). Las ONG tambi¨¦n insisten. Un caso estudiado por Interm¨®n/Oxfam: Mozambique. En los meses previos a las inundaciones de 2000, el Gobierno solicit¨® a la comunidad internacional 10 millones de d¨®lares para preparar sus infraestructuras frente a las lluvias; la ayuda nunca lleg¨® y la cat¨¢strofe se convirti¨® en crisis humanitaria que afect¨® a dos millones de personas y exigi¨® 100 millones de d¨®lares en programas de reconstrucci¨®n.
La ONU calcula que desde 1994 han fallecido en torno a un mill¨®n de personas por cat¨¢strofes naturales y que m¨¢s de 2.000 millones se han visto afectadas de un modo u otro. Con ser tr¨¢gicos, los n¨²meros en s¨ª, absolutos, dicen menos que las comparaciones. Seg¨²n las estad¨ªsticas de la oficina de Naciones Unidas para los desastres, la tendencia muestra una curva ascendente desde los a?os setenta, en que se contabilizaban en torno al centenar por curso, hasta el primer lustro del siglo XXI, cuando las cat¨¢strofes fluct¨²an entre las 400 y 500 anuales. El tsunami de 2004 fue tan tremendo que ha trastocado las estad¨ªsticas de muertos de los ¨²ltimos a?os. As¨ª, en 2005 falleci¨® mucha menos gente que en 2004, pero la Estrategia Internacional de Naciones Unidas para la Reducci¨®n de los Desastres Naturales, con sede central de su secretariado en Ginebra, destaca que el a?o pasado hubo, respecto a 2004, un aumento del 18% en estos "desastres derivados de peligros naturales" (interesante el circunloquio: lo natural a veces no es tal, entran en juego otros factores artificiales).
Seg¨²n Debarati Guha Sapir, director del Centro de Colaboraci¨®n para la Investigaci¨®n de la Epidemiolog¨ªa de los Desastres, de la Universidad de Lovaina (B¨¦lgica), "este incremento se debe sobre todo al alza en el n¨²mero de episodios de sequ¨ªas y de inundaciones que afectan a grandes franjas de poblaci¨®n". "El n¨²mero de inundaciones creci¨® un 57% en 2005 respecto a 2004; las sequ¨ªas, un 47%". Todo parece indicar que efectivamente, estad¨ªsticamente, el clima est¨¢ cada vez m¨¢s loco.
Jorge Olcina, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa en la Universidad de Alicante, y autor del libro ?Riesgos naturales? (editorial Davinci, 2006) (atenci¨®n a las interrogaciones), concluye: "La ordenaci¨®n del territorio se presenta como el proceso m¨¢s eficaz para la reducci¨®n de la vulnerabilidad y exposici¨®n ante los peligros naturales". "La Naturaleza tiene su funcionamiento propio, a veces en forma de episodios extraordinarios, y el ser humano debe esforzarse en conocer dicho comportamiento. Y en respetar sus l¨ªmites".
La exposici¨®n 'La naturaleza fuera de s¨ª' puede verse en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid) hasta el 31 de agosto. M¨¢s informaci¨®n: Estrategia Internacional para la Reducci¨®n de Desastres Naturales (UN/ISDR): www.unisdr.org. Y Centro para la Investigaci¨®n sobre Epidemiolog¨ªa de los Desastres: www.cred.be.
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