Una infancia entre 'bolsitas'
Estremecedor relato ante el juez de los dos hermanos de tres y siete a?os que dieron positivo en un test de coca¨ªna
"Mi madre a veces se va con las amigas y nosotros nos quedamos en casa... Pero mi madre es la que trabaja y no se droga; los que se drogan son mis t¨ªos, que no trabajan pero van a los supermercados y roban pastas de dientes, y luego las venden fuera, y as¨ª tenemos m¨¢s dinero...". El juez Eloy Velasco, del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 24 de Madrid, qued¨® sobrecogido el pasado mi¨¦rcoles, durante su guardia, con este relato. Era del ni?o de siete a?os a cuya madre y su t¨ªo envi¨® m¨¢s tarde a prisi¨®n por un delito de maltrato. Las v¨ªctimas eran este ni?o de siete a?os y su hermano, de s¨®lo tres.
La polic¨ªa, por orden de la Fiscal¨ªa de Menores de Madrid, fue a por estos dos hermanos al colegio concertado del barrio madrile?o de Usera al que acud¨ªan, y se los llev¨® a un centro de acogida de la Comunidad de Madrid. All¨ª est¨¢n ahora. D¨ªas antes de la comparecencia de los ni?os ante el juez ocurri¨® algo muy grave: el cr¨ªo de tres a?os ingres¨® en el hospital Doce de Octubre de Madrid con convulsiones. Los m¨¦dicos le sometieron a un an¨¢lisis y comprobaron que hab¨ªa ingerido coca¨ªna. Cuando se recuper¨®, los agentes le hicieron un test, y a su hermano. Ambos dieron positivo a la droga.
"Fue mi madre, me pele¨¦ con mi hermano, me escond¨ª bajo la cama y vino a por m¨ª"
El hospital inform¨® de ello a la Fiscal¨ªa de Menores de Madrid y ¨¦sta comision¨® a los agentes para que fueran de inmediato al centro escolar a por los ni?os. Cuando la madre, de 27 a?os, y un hermano suyo acudieron a la comisar¨ªa a ver qu¨¦ ocurr¨ªa, ambos quedaron detenidos. Al d¨ªa siguiente fueron llevados ante el juez de guardia, que orden¨® su ingreso en prisi¨®n comunicada y sin fianza por un delito de maltrato. Los ni?os no s¨®lo hab¨ªan tomado coca¨ªna m¨¢s de una vez. Presentaban lesiones serias. El mayor ten¨ªa en una pierna una enorme cicatriz. Seg¨²n cont¨® el ni?o, su madre, con un palo en la mano, fue tras ¨¦l porque hab¨ªa re?ido con el peque?o. Para eludir los golpes, el ni?o se escondi¨® bajo la cama. La madre meti¨® el palo y le hizo una brecha en la pierna.
La polic¨ªa pregunt¨® a la madre por la abultada cicatriz que ten¨ªa su hijo en la pierna desde hac¨ªa m¨¢s de un mes. "Eso no se lo he hecho yo; han sido los ni?os en la escuela, jugando", declar¨®. Pero ante el juez, el menor dijo: "Fue mi madre, me pele¨¦ con mi hermano, me escond¨ª debajo de la cama y vino a por m¨ª". La madre, que se dedica a tareas de limpieza para otras vecinas, hab¨ªa negado ser la autora de esa lesi¨®n, pero tras las palabras del ni?o confes¨®.
El juez y el fiscal exploraron y hablaron con los dos hermanos en el juzgado. Empezaron con el de tres a?os. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, el ni?o apenas habla. El juez le pidi¨® que hiciese dibujos para ganar su confianza. Quer¨ªa saber qui¨¦n le hab¨ªa hecho las quemaduras y hematomas. El ni?o se quejaba de la espalda: "Me han quemado ah¨ª", dec¨ªa, se?al¨¢ndose el cuello y la espalda. No fue posible sonsacarle nada m¨¢s.
Luego llam¨® al mayor. Con ojos vivos y dicharacheros, el cr¨ªo cont¨® con soltura el suceso del pasado 6 de junio, cuando su madre llev¨® a su hermano al hospital y los m¨¦dicos, alarmados, vieron que hab¨ªa tomado una fuerte dosis de coca¨ªna. "No me dio tiempo...", cont¨® el chaval. "Vi a mi hermano meter el dedo en la bolsita [con la coca¨ªna] y luego se lo lami¨®". Se refer¨ªa una bolsa que supuestamente su t¨ªo hab¨ªa dejado abierta sobre una mesa. El menor a?adi¨® que su t¨ªo les pegaba a ¨¦l y a su hermano cuando, explic¨®, soplaban "en las bolsitas". "Mi hermano sopl¨® una vez y mi t¨ªo le apret¨® un cigarro en la espalda, y a m¨ª me retorci¨® la mu?eca y me pis¨® la cabeza porque le dije que se lo iba a decir a mi madre", a?adi¨®.
El relato del menor, que "solt¨® con total naturalidad", seg¨²n las citadas fuentes, convenci¨® al juez y al fiscal, que enviaron a la c¨¢rcel a la madre y al t¨ªo. ?ste fue preguntado al respecto por el juez. Lo neg¨®. "Eso son cosas del ni?o, que est¨¢ alocado", indic¨® el t¨ªo. "Yo quiero mucho a los ni?os y no les pego. Adem¨¢s, yo no tomo coca¨ªna, s¨®lo metadona. Quien toma coca¨ªna es mi otro hermano", declar¨®.
En la casa viv¨ªan los dos ni?os -hijos de padres diferentes-, la madre, dos hermanos de ella y la abuela, de unos 60 a?os. "Y mi abuela tambi¨¦n nos pega con la garrota", confes¨® el ni?o mayor al juez. Se trata de una familia humilde. Por los dos ni?os, la Comunidad de Madrid da a la madre unos 500 euros al mes.
Que la situaci¨®n de estos menores viene de lejos lo ha certificado ante el juez una profesora del centro concertado al que acud¨ªan. Horas despu¨¦s de que la polic¨ªa se llevase a los ni?os del colegio, una profesora, que tiene condici¨®n de testigo protegido, se present¨® en una comisar¨ªa y denunci¨® la lamentable situaci¨®n de estos menores. Asegur¨® que desde noviembre de 2005 era notorio su contacto con las drogas, y a?adi¨® que les hab¨ªa visto quemaduras, falta de higiene personal y heridas que ol¨ªan por una mala desinfecci¨®n y cura.
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