Grandes nubarrones al cumplir 64
Paul McCartney llega a la edad de su canci¨®n agobiado por su divorcio
Era el cumplea?os destinado a celebrar la extraordinaria carrera de Paul McCartney. El momento para hacer balance de cuatro largas d¨¦cadas como icono social. Pero ayer el ex Beatle cumpli¨® 64 a?os con m¨¢s nubarrones sobre su tejado que las cuestiones que se plante¨® en el famoso tema When I'm 64. "Cuando envejezca y pierda el pelo... ?me necesitar¨¢s todav¨ªa, me alimentar¨¢s todav¨ªa?", pregunta el estribillo del himno que McCartney compuso en 1966 en homenaje a su padre, Jim, y que se incluye en el disco Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band.
McCartney llega a los 64 sin perder el pelo pero con su segundo matrimonio hecho a?icos. Se separ¨® de Heather Mills el mes pasado y sus respectivos abogados negocian la divisi¨®n del patrimonio del ex Beatle, valorado en unos 1.200 millones de euros, y la custodia de su hija, Beatrice. Entretanto, un sector de la prensa brit¨¢nica ha convertido a la modelo y activista Heather en el blanco de una feroz y persistente campa?a de agravios.
La prensa amarilla est¨¢ empe?ada en arruinar la reputaci¨®n de Heather Mills, la esposa del 'beatle'
Con la separaci¨®n se ha abierto la veda contra la mujer que ocup¨® el vac¨ªo dejado por Linda McCartney al morir de c¨¢ncer de mama en 1998. La nueva pareja contrajo matrimonio en 2002, en una ceremonia privada en Irlanda, y durante estos cuatros a?os la prensa les acos¨® pero moder¨® el tono de sus revelaciones. Se dice que, por respeto al m¨²sico, los rotativos sensacionalistas se privaron de publicar datos que ven¨ªan acumulando sobre el pasado de Heather.
Ya no tratan de v¨ªctima a esta mujer de 38 a?os, que perdi¨® una pierna en un accidente de carretera. Ni siquiera reinciden en acusarla de oportunista a la zaga de la fortuna del cantante y bajista m¨¢s c¨¦lebre del Reino Unido, que sigue en la brecha del pop con sus discos y giras en solitario. Ahora hablan abiertamente de sus supuestos pecadillos. En las ¨²ltimas semanas se han difundido fotos de sesiones de porno duro en las que aparentemente particip¨® de joven.
Mills ha amenazado con recurrir a los tribunales una vez resuelto el divorcio, pero la prensa amarilla del magnate Rupert Murdoch est¨¢ decidida a arruinar su reputaci¨®n. Para McCartney, la campa?a viperina contra su ex no pod¨ªa haber llegado en peor momento. Sus 64 a?os cumplidos ayer, casualmente en el D¨ªa del Padre seg¨²n el calendario brit¨¢nico, estaban cargados de simbolismo. Era probablemente el cumplea?os que el m¨²sico anticipaba con m¨¢s ilusi¨®n. Era la ocasi¨®n para embarcarse libremente en el t¨²nel del tiempo y confrontar las modestas ilusiones juveniles que vuelca en When I'm 64. Pero la ruptura sentimental eclips¨® las esperadas odas al tremendo ¨¦xito de su carrera profesional.
"Seguir¨¢s envi¨¢ndome una postal en San Valent¨ªn, felicitando el cumplea?os", viene a decir la primera estrofa de la canci¨®n. Es de suponer que el patr¨®n de los enamorados no le acercar¨¢ a Heather, como tampoco se esperaba ayer a la madre de Beatrice en la fiesta de cumplea?os. McCartney lo celebr¨® con su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo en su mansi¨®n campestre de Peasmarsh, en el sur de Inglaterra. En torno a una barbacoa se reunieron sus cuatro hijos adultos, que nunca han expresado grandes simpat¨ªas por su madrastra. Tambi¨¦n estaban invitados ¨ªntimos amigos, entre ellos Ringo Starr y su mujer Barbara Bach, y la viuda de George Harrison, Olivia. Todos ellos todav¨ªa le necesitan, todav¨ªa nutren su ¨¢nimo.
Entretanto, McCartney se vuelca en su trabajo. Acaba de regresar de Estados Unidos, donde supervis¨® un proyecto inspirado en la m¨²sica de los Beatles. Se trata de un espect¨¢culo del Cirque de Soleil, titulado Love, que aprovecha gran parte de su repertorio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.