F¨²tbol de altura
El incremento de la talla de los jugadores participantes en los Mundiales ha sido progresivo e imparable desde Uruguay (1930). La diferencia de 7,5 cent¨ªmetros entre los 1,736 m. de la primera edici¨®n y los 1,811 m. de Alemania 2006 supone un enorme salto antropom¨¦trico. ?Gen¨¦tica? No. Dif¨ªcilmente se puede asociar a ning¨²n motivo darwiniano un cambio tan radical en menos de un siglo. Las causas hay que buscarlas en el an¨¢lisis de un fen¨®meno paralelo a la evoluci¨®n de la altura de los jugadores: la talla de la poblaci¨®n del primer mundo ha aumentado gracias a la higiene, la alimentaci¨®n y la medicina.
?Tiene alg¨²n efecto la talla de los jugadores en el f¨²tbol? Poco a poco la presencia de jugadores altos empieza a suponer una ventaja en algunas fases del juego. Da la sensaci¨®n de que cuando el espacio empieza a escasear por la enorme densidad de jugadores, la b¨²squeda de la altura es una de las respuestas. Al igual que en el baloncesto, el balonmano y el voleibol, en los espacios pr¨®ximos a las zonas de lanzamiento, la altura es un valor a?adido. En el f¨²tbol, las situaciones m¨¢s propicias para los altos se generan en el juego a¨¦reo sobre las ¨¢reas, en las ejecuciones de los balones parados, las llamadas jugadas de estrategia y, recientemente, en los saques largos de porter¨ªa en los que los jugadores se agrupan en muy pocos metros cuadrados.
La lucha por la tercera dimensi¨®n empez¨® por los porteros (Yashine, Iribar, Zoff, Shilton, Schmeichel, Zubizarreta...). Progresivamente los centrales (Aughentaler, Maceda, Adams, Onopko...) y los puntas (Serena, Quinn, Jancker, Julio Salinas...) se sumaron a esta pelea, y en este momento nos encontramos, por ejemplo, con seis jugadores de m¨¢s de dos metros en este mundial (Zigic, Koller, Kalac, Lawrence, Hislop y Crouch). Parece que no habr¨¢ vuelta atr¨¢s.
?Juego de altos, jogo bonito? Comparto con los cr¨ªticos que algunos de estos jugadores no poseen los recursos motrices y t¨¢cticos de sus compa?eros que se sientan en los banquillos, pero es cuesti¨®n de tiempo. Esta evoluci¨®n ya ha pasado en otros deportes. Hace unos a?os los altos estaban en los equipos de baloncesto y balonmano por el simple hecho de serlo, pero hoy en d¨ªa, la proliferaci¨®n de jugadores de m¨¢s de dos metros provoca que jueguen los altos de mayor calidad.
?Se empobrecer¨¢ el f¨²tbol? No. Se especializar¨¢ y se har¨¢ m¨¢s complejo. Los gourmets pueden estar tranquilos porque seguir¨¢ habiendo espacios amplios por donde campen los Maradona, los Xavi, los Aimar, los Robinho... Pero en los atascos se mover¨¢n los altos, que ir¨¢n mejorando sus prestaciones. Ya llegar¨¢n los Jordan, los Nowitzky, los O'Neal o los Gasol.
Jordi ?lvaro es profesor de T¨¦cnica en la Universidad Europea de Madrid.
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