"Fue una tonter¨ªa sin malicia"

Seguramente, a John Pantsil (Ghana, 15 de junio de 1981) ni siquiera se le ocurri¨® pensar que lo que para ¨¦l era un motivo de celebraci¨®n pod¨ªa convertirse casi en un conflicto diplom¨¢tico. Todo sucedi¨® el pasado s¨¢bado, en Colonia, cuando el lateral izquierdo del conjunto de Ghana decidi¨® festejar la consecuci¨®n de los goles de su equipo contra la Rep¨²blica Checa (2-0) haciendo ondear ante las gradas, mayoritariamente ocupadas por checos, una peque?a bandera de Israel que escond¨ªa en su indumentaria. El motivo, muy simple, es que Paintsil lleva cuatro a?os viviendo en tierras israel¨ªes, primero en las filas del Maccabi Tel Aviv y desde esta temporada en las del Happoel, de la misma ciudad.

Mostrar la bandera con la estrella de David fue su manera de homenajear a su pa¨ªs de adopci¨®n o, tal vez, el cumplimento de alguna promesa hecha a sus compa?eros de equipo. Pero los aficionados checos lo entendieron como una provocaci¨®n y pitaron largamente a Pantsil, m¨¢s a¨²n cuando repiti¨® la maniobra tras el segundo tanto conseguido por su selecci¨®n.

El hecho, por supuesto, no pas¨® inadvertido y, si bien la delegaci¨®n de Ghana no ha recibido protestas formales, ni de la FIFA ni de ning¨²n otro estamento, "s¨ª que se han producido comentarios sobre el tema en los medios diplom¨¢ticos", seg¨²n confesaba ayer un apesadumbrado Randy Abbey, jefe de prensa de los africanos.

Seguramente, no deber¨ªa ser as¨ª -"es como levantarse la camiseta y tener otra debajo con un mensaje que nada tiene que ver con el f¨²tbol, nada importante", dijo el entrenador, Ratomir Dujkovic, en defensa de su jugador-, pero lo cierto es que en un pa¨ªs como Alemania, donde vive una amplia comunidad musulmana, alimentar los enconos es poco aconsejable. Incluso en la propia Ghana la escena gener¨® urticaria: all¨ª, el 16% de la poblaci¨®n profesa el islamismo.

Durante una rueda de prensa montada a lo grande en el cuartel general del equipo -con posterior agasajo gastron¨®mico al periodismo incluido-, el propio Abbey, jefe de prensa de la expedici¨®n ghanesa, intent¨® quitar hierro al asunto: "Fue una tonter¨ªa sin ninguna malicia. El jugador era totalmente inconsciente de las consecuencias de lo que hac¨ªa. No vinimos aqu¨ª a hacer pol¨ªtica, sino a jugar al f¨²tbol, y pedimos disculpas por un acto desafortunado que nada tiene que ver con la competici¨®n".

El responsable de comunicaci¨®n de Ghana desestim¨® cualquier tipo de sanci¨®n para el jugador. "Con decirle que no vuelva a hacerlo creemos que es suficiente", explic¨® con una sonrisa para cerrar el tema.

Pantsil, por si acaso, ni se asom¨® por la sala de conferencias del hotel.