La ONU traslada a Taylor a La Haya para que sea juzgado por cr¨ªmenes de guerra
El Consejo de Seguridad considera imprescindible alejar de ?frica al ex presidente liberiano
El ex presidente de Liberia Charles Taylor fue trasladado ayer a La Haya desde Sierra Leona para ser juzgado por cr¨ªmenes contra la humanidad cometidos en las guerras que asolaron ambos pa¨ªses entre 1991 y 2003. Considerado el instigador de un conflicto que ha dejado cerca de 300.000 muertos, se le acusa de traficar con diamantes para armar al rebelde Frente Unido Revolucionario sierraleon¨¦s. Aunque el proceso tendr¨¢ lugar en la sede de la Corte Penal Internacional (CPI), el Tribunal Especial para Sierra Leona, patrocinado por Naciones Unidas para juzgarle, conservar¨¢ sus competencias.
El apoyo de la ONU a esta operaci¨®n qued¨® patente ayer cuando Taylor abord¨® un helic¨®ptero de esta organizaci¨®n para ser trasladado al aeropuerto internacional de Lungi, al otro lado de la bah¨ªa de Freetown. Acompa?ado por el secretario del Tribunal Especial, as¨ª como por su jefe de seguridad y el primer oficial m¨¦dico, Taylor ten¨ªa preparada una celda en la c¨¢rcel de Scheveningen (distrito costero de La Haya). La misma que alberga a los inculpados por las guerras de los Balcanes y donde falleci¨® Slobodan Milosevic.
"Nos satisface que le vayan a juzgar en un lugar seguro como Holanda mientras nuestro pa¨ªs sigue construyendo la paz", dijo a modo de despedida Solomon Berewa, vicepresidente sierraleon¨¦s. Ben Bot, ministro holand¨¦s de Exteriores, se mostr¨® por su parte "encantado de que por fin pueda fijarse la atenci¨®n en un proceso que demuestra la voluntad de la comunidad internacional de no dejar impune el crimen".
El Reino Unido, antigua potencia colonial en Sierra Leona, facilit¨® una empresa a la que el Gobierno holand¨¦s se mostraba proclive siempre que Taylor cumpliera una eventual condena en otro lugar. De resultar absuelto, La Haya tambi¨¦n ped¨ªa ayuda para que fuera sacado del pa¨ªs con las debidas garant¨ªas. El jueves, Londres anunci¨® que acoger¨ªa al reo en una de sus prisiones si hab¨ªa una condena firme. "Es una forma de demostrar nuestro compromiso con la justicia internacional", dijo la jefa de la diplomacia brit¨¢nica, Margaret Beckett.
Londres forma parte de los pa¨ªses que como Espa?a firmaron en su d¨ªa un convenio para acoger en sus c¨¢rceles a los condenados por los tribunales internacionales. Desde el punto de vista jur¨ªdico, el cambio de sede territorial del Tribunal Especial para Sierra Leona no conculca norma alguna. La jurisdicci¨®n sigue en manos de sus jueces, que s¨®lo ocupar¨¢n una sala distinta en la CPI cedida por motivos de seguridad.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU dio el paso decisivo para el viaje de Taylor al aprobar una resoluci¨®n un¨¢nime en la que considera que su presencia en Sierra Leona podr¨ªa desestabilizar de nuevo una regi¨®n donde las heridas de la guerra a¨²n no han cicatrizado. Un hecho cierto, pues Naciones Unidos mantiene una elevada presencia de cascos azules en Liberia y una oficina para la construcci¨®n de la democracia en la vecina Sierra Leona.
Por haber comprado armas para los rebeldes sierraleoneses se acusa a Taylor de 11 cargos de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad. A las mutilaciones, violaciones y uso de menores para la guerra, los fiscales a?aden asesinatos, rapto, pillaje, esclavismo y castigos colectivos de civiles. Un pliego de acusaciones rechazado por el Partido Nacional Patri¨®tico liberiano, que sigue llam¨¢ndole "nuestro padre, que ser¨¢ retornado". Una opini¨®n compartida por el ex presidente liberiano que abandon¨® su pa¨ªs en 2003 camino del exilio nigeriano al grito de "Volver¨¦".
Tres a?os despu¨¦s y cuando tras una huida fallida a Camer¨²n acab¨® escuchando en Freetown los cargos en su contra, asegur¨® que era imposible "haber cometido todos esos cr¨ªmenes contra a rep¨²blica hermana de Sierra Leona".
En 1999 su declaraci¨®n de inocencia fue m¨¢s vistosa. Record¨® su pasado de predicador laico baptista y rez¨® en p¨²blico cuando la ONU le acus¨® de ser un pistolero que traficaba con diamantes. En la c¨¢rcel de Sierra Leona conviv¨ªa con otros ocho reclusos que fueron sus enemigos en las guerras civiles de ?frica occidental. En Holanda estar¨¢ rodeado por civiles y militares enfrentados a su vez en la ex Yugoslavia.
En cuanto a la Corte Penal Internacional, investiga los cr¨ªmenes cometidos en la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, la regi¨®n sudanesa de Darfur y Uganda. En el primer caso, cuenta con un detenido, Thomas Lubanga, ex jefe guerrillero de la Uni¨®n de Patriotas Congole?os y acusado de reclutar ni?os soldado en Ituri. En Uganda, el primer imputado es Joseph Kony, responsable del Ej¨¦rcito de Resistencia del Se?or y presunto autor de mutilaciones de civiles y secuestro de miles de ni?os. En el sumario de Darfur no hay a¨²n orden de arresto.
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